/ lunes 17 de febrero de 2020

Espacio de Reflexión

Realmente nos hemos preguntado ¿qué clase de País es el qué queremos, no solo para nosotros y nuestros más cercanos y queridos seres pero, igualmente para los demás? ¿Tenemos la conciencia social debidamente clara en este tema?

Mucho nos hemos quejado del porque Mexico es así, tal y como lo conocemos; casi siempre unos contra de otros y por causas muy perdidas que le sirven solo a unos cuantos. Defendiendo los intereses de otro, por, literalmente limosnas.

Existe un número muy importante de personas sufriendo carencias, por ellas, tendríamos que estar preocupados y realmente ejercer la responsabilidad social que se dice tener en los discursos.

Por instancias ¿quien o, quienes podremos o, no, ser culpables de la pobreza y de las personas que infringen la ley? El tema es que realmente somos corresponsables de lo que ocurre en nuestra vida humana socialmente hablando.

La educación, es el verdadero problema en nuestro País. Está a la deriva, sirviendo, no a los que se educan, sino, los profesionales que a través de la educación, con muy honrosas excepciones, han visto de lo que se pueden adueñar, siguiendo el ejemplo de muchos corruptos, apartados del sendero educativo, han dejado en la miseria el sistema educativo y, lo siguen haciendo, matando los sueños y esperanza de muchos jóvenes, pareciera condenados a la miseria.

Entregados a sus labores, la mayoría de las personas que trabajan, recurrentemente y, cada vez con más intensidad, se preguntan, qué pasa con quienes cumplen, y así es, como debería ser, con el pago del sostenimiento de Mexico, a través del cumplimiento de nuestras obligaciones, a donde se va tantos miles de millones de pesos, sin que hayan servido para que las familias progresen, por el contrario, temas como este son el pan de cada día en las campañas electorales Mexico.

Luego entonces, con fenómenos como este, aparecen las desigualdades en nuestro País, y valla que brutalidad de abismo se abren, cuando se trata de analizar lo que nos ha sucedido. Dejamos de ser orgullosos y patriotas mexicanos. Nos entregamos a la no exigencia del cumplimiento social y, de allí, la impunidad en colación con autoridades, ademas con esquiroles sociales.

El nombre si es corrupción, igualmente impunidad, que empieza a caer ante el imperio de la ley pero, qué pasa con nuestra historia de la cual todos somos parte. La corresponsabilidad, en la que hemos insistido mucho, no nos deja exentos en las malas desiciones que hemos tomado y, no solo históricamente en las urnas, también en cubrir intereses personales de otros y, o, de grupos.

Una sociedad dividida y polarizada como la que ahora tenemos, solo le sirve al grupo en el poder y no, a la sociedad. Con una sociedad dividida las exigencias se diluyen y terminan en nada la mayoría de las veces, cosa conveniente para una minoría aprovechada, por decir lo menos.

Todos los días queremos trabajo, educación, vivienda, salud, seguridad, entre mucho más pero, si nos concentramos en lo básico, que es lo,enunciado, lo que nos sirve a todos, tendremos éxito y, si no, seguiremos viviendo como hasta ahora, añorando ser un país rico y ejemplar en trato social. La ignominia de la historia nos encontrará culpables socialmente, si no recomponemos el rumbo.

@ jaime chalita

Realmente nos hemos preguntado ¿qué clase de País es el qué queremos, no solo para nosotros y nuestros más cercanos y queridos seres pero, igualmente para los demás? ¿Tenemos la conciencia social debidamente clara en este tema?

Mucho nos hemos quejado del porque Mexico es así, tal y como lo conocemos; casi siempre unos contra de otros y por causas muy perdidas que le sirven solo a unos cuantos. Defendiendo los intereses de otro, por, literalmente limosnas.

Existe un número muy importante de personas sufriendo carencias, por ellas, tendríamos que estar preocupados y realmente ejercer la responsabilidad social que se dice tener en los discursos.

Por instancias ¿quien o, quienes podremos o, no, ser culpables de la pobreza y de las personas que infringen la ley? El tema es que realmente somos corresponsables de lo que ocurre en nuestra vida humana socialmente hablando.

La educación, es el verdadero problema en nuestro País. Está a la deriva, sirviendo, no a los que se educan, sino, los profesionales que a través de la educación, con muy honrosas excepciones, han visto de lo que se pueden adueñar, siguiendo el ejemplo de muchos corruptos, apartados del sendero educativo, han dejado en la miseria el sistema educativo y, lo siguen haciendo, matando los sueños y esperanza de muchos jóvenes, pareciera condenados a la miseria.

Entregados a sus labores, la mayoría de las personas que trabajan, recurrentemente y, cada vez con más intensidad, se preguntan, qué pasa con quienes cumplen, y así es, como debería ser, con el pago del sostenimiento de Mexico, a través del cumplimiento de nuestras obligaciones, a donde se va tantos miles de millones de pesos, sin que hayan servido para que las familias progresen, por el contrario, temas como este son el pan de cada día en las campañas electorales Mexico.

Luego entonces, con fenómenos como este, aparecen las desigualdades en nuestro País, y valla que brutalidad de abismo se abren, cuando se trata de analizar lo que nos ha sucedido. Dejamos de ser orgullosos y patriotas mexicanos. Nos entregamos a la no exigencia del cumplimiento social y, de allí, la impunidad en colación con autoridades, ademas con esquiroles sociales.

El nombre si es corrupción, igualmente impunidad, que empieza a caer ante el imperio de la ley pero, qué pasa con nuestra historia de la cual todos somos parte. La corresponsabilidad, en la que hemos insistido mucho, no nos deja exentos en las malas desiciones que hemos tomado y, no solo históricamente en las urnas, también en cubrir intereses personales de otros y, o, de grupos.

Una sociedad dividida y polarizada como la que ahora tenemos, solo le sirve al grupo en el poder y no, a la sociedad. Con una sociedad dividida las exigencias se diluyen y terminan en nada la mayoría de las veces, cosa conveniente para una minoría aprovechada, por decir lo menos.

Todos los días queremos trabajo, educación, vivienda, salud, seguridad, entre mucho más pero, si nos concentramos en lo básico, que es lo,enunciado, lo que nos sirve a todos, tendremos éxito y, si no, seguiremos viviendo como hasta ahora, añorando ser un país rico y ejemplar en trato social. La ignominia de la historia nos encontrará culpables socialmente, si no recomponemos el rumbo.

@ jaime chalita

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