/ lunes 14 de septiembre de 2020

Es tiempo de mujeres en Congreso

En días recientes se llevó a cabo la elección de la nueva Mesa Directiva de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión que, tras un argumento injustificado de parte de los diputados del PT que exigían presidirla, finalmente la propuesta del PRI alcanzó la mayoría calificada y de esa forma le corresponderá la presidencia durante el 3º Año Legislativo.

A la presidenta electa, la experimentada política yucateca Dulce María Sauri, la acompañarán dos nuevas vicepresidencias que, es importante destacar, representan a San Luís Potosí en la Cámara de Diputados: la priista Sara Rocha y el panista Xavier Azuara.

La Mesa Directiva conduce las sesiones de la Cámara y asegura el debido desarrollo de los debates en el Pleno, garantizando que prevalezca lo dispuesto en las leyes. En un hecho de suma relevancia,sus espacios quedaron integrados por nueve mujeres y dos hombres,por lo que, más que una Mesa Directiva paritaria, se logró constituir una instancia parlamentaria donde las mujeres tienen una presencia notable. Recordemos que el año pasado se aprobó una reforma constitucional para garantizar la integración paritaria en los tres Poderes de la Unión y en los tres niveles de gobierno, lo que significa que mujeres y hombres deberán participar en igualdad numérica en todas las estructuras gubernamentales, y la elección de la nueva Mesa Directiva es un claro ejemplo de que, cuando hay disposición política y se respeta la normatividad, es posible que las mujeres ocupen espacios que históricamente estuvieron reservados a los hombres.

La imagen en la que se ve a la presidenta saliente, la Dip. Laura Rojas, tomando protesta a la Dip. Dulce María Sauri, cimbró hasta a la oposición y a los renuentes, ya que la presidencia del Congreso de la Unión se relevó de una mujer a otra mujer, un hecho que hasta hace algunos años hubiese sido inimaginable, tomando en cuenta que, en la historia del Congreso Mexicano, tan sólo ocho mujeres han presidio la Cámara de Diputados. La Ley Orgánica del Congreso establece claramente que quien presida la Cámara debe acreditar prudencia, tolerancia, institucionalidad y experiencia, cualidades comprobadas en la diputada Dulce María Sauri Riancho, reconocida feminista quien se convirtió en la primera mujer gobernadora de Yucatán, queha sido en distintas ocasiones Senadora de la República y Diputada Federal, así como presidenta nacional del PRI, y en un dato poco conocido, fue también Delegada General del PRI en San Luis Potosí de 1987 a 1988, por lo que en su basta trayectoria se ha unido con nuestro estado. Como siempre puntualizo: se han logrado avances de gran importancia para la participación política de las mujeres, pero aún hay pendientes en la agenda.

Por ejemplo, en contraste con la integración de la Mesa, en la Junta de Coordinación Política de la Cámara sólo hay una mujer Coordinadora y la presidencia de Comisiones aún no es paritaria. Cada día ganamos más lugares en espaciosde toma de decisión, y lo sucedido en el Congreso Federal nos debe servir como ejemplo de que sí es posible lograr que, en todo México, sea tiempo de las mujeres.

En días recientes se llevó a cabo la elección de la nueva Mesa Directiva de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión que, tras un argumento injustificado de parte de los diputados del PT que exigían presidirla, finalmente la propuesta del PRI alcanzó la mayoría calificada y de esa forma le corresponderá la presidencia durante el 3º Año Legislativo.

A la presidenta electa, la experimentada política yucateca Dulce María Sauri, la acompañarán dos nuevas vicepresidencias que, es importante destacar, representan a San Luís Potosí en la Cámara de Diputados: la priista Sara Rocha y el panista Xavier Azuara.

La Mesa Directiva conduce las sesiones de la Cámara y asegura el debido desarrollo de los debates en el Pleno, garantizando que prevalezca lo dispuesto en las leyes. En un hecho de suma relevancia,sus espacios quedaron integrados por nueve mujeres y dos hombres,por lo que, más que una Mesa Directiva paritaria, se logró constituir una instancia parlamentaria donde las mujeres tienen una presencia notable. Recordemos que el año pasado se aprobó una reforma constitucional para garantizar la integración paritaria en los tres Poderes de la Unión y en los tres niveles de gobierno, lo que significa que mujeres y hombres deberán participar en igualdad numérica en todas las estructuras gubernamentales, y la elección de la nueva Mesa Directiva es un claro ejemplo de que, cuando hay disposición política y se respeta la normatividad, es posible que las mujeres ocupen espacios que históricamente estuvieron reservados a los hombres.

La imagen en la que se ve a la presidenta saliente, la Dip. Laura Rojas, tomando protesta a la Dip. Dulce María Sauri, cimbró hasta a la oposición y a los renuentes, ya que la presidencia del Congreso de la Unión se relevó de una mujer a otra mujer, un hecho que hasta hace algunos años hubiese sido inimaginable, tomando en cuenta que, en la historia del Congreso Mexicano, tan sólo ocho mujeres han presidio la Cámara de Diputados. La Ley Orgánica del Congreso establece claramente que quien presida la Cámara debe acreditar prudencia, tolerancia, institucionalidad y experiencia, cualidades comprobadas en la diputada Dulce María Sauri Riancho, reconocida feminista quien se convirtió en la primera mujer gobernadora de Yucatán, queha sido en distintas ocasiones Senadora de la República y Diputada Federal, así como presidenta nacional del PRI, y en un dato poco conocido, fue también Delegada General del PRI en San Luis Potosí de 1987 a 1988, por lo que en su basta trayectoria se ha unido con nuestro estado. Como siempre puntualizo: se han logrado avances de gran importancia para la participación política de las mujeres, pero aún hay pendientes en la agenda.

Por ejemplo, en contraste con la integración de la Mesa, en la Junta de Coordinación Política de la Cámara sólo hay una mujer Coordinadora y la presidencia de Comisiones aún no es paritaria. Cada día ganamos más lugares en espaciosde toma de decisión, y lo sucedido en el Congreso Federal nos debe servir como ejemplo de que sí es posible lograr que, en todo México, sea tiempo de las mujeres.