/ lunes 13 de junio de 2022

Entre tus amigos, se encuentra tu peor enemigo

No es fácil detectar, dónde está el enemigo, porque el mal, aparece disfrazado, y el maligno, es hábil para confundir.

El enemigo más peligroso, es el que se esconde, y no muestra su verdadero rostro. Por eso, tu peor enemigo, puede ser el que tienes muy cerca.

Algunos, creen ingenuamente, que tienen muchos amigos, pero la fidelidad es virtud. Y para ser virtuoso se necesita de Dios y desgraciadamente, pocos son los que viven de la mano de Dios.

Por esa razón, no se puede confiar en todos los amigos, porque no sabemos, que hay en el corazón de cada uno, e ignoramos lo que cada quien piensa.

Decimos, que entre tus mejores amigos, es posible que se encuentre un “Judas”, es decir, alguien a quien le gustaría verte en ruinas.

Un amigo, puede ser un virtual enemigo; y de entre los enemigos, puede ser el peor, porque él sabe de ti, y conoce bien tus pasos.

Pero, ni el mismo Cristo, se salvó de la traición; y de entre sus doce amigos, uno de ellos, llevó la información a sus enemigos.

Y así, acabó traicionando a su mejor amigo.

El maligno, está al acecho; y puede perjudicarnos, o asaltarnos con pensamientos dañinos, por eso, hay que estar atentos, para no caer en sus garras.

Sigamos el consejo del apóstol San Pedro: “Sed sobrios y velad. Vuestro adversario, el diablo, ronda como león rugiente, buscando a quien devorar.

Resistidle firmes en la fe!!!, sabiendo que vuestros hermanos que están en el mundo soportan los mismos sufrimientos”. ( 1 Pe. 5, 8-9).

No es fácil detectar, dónde está el enemigo, porque el mal, aparece disfrazado, y el maligno, es hábil para confundir.

El enemigo más peligroso, es el que se esconde, y no muestra su verdadero rostro. Por eso, tu peor enemigo, puede ser el que tienes muy cerca.

Algunos, creen ingenuamente, que tienen muchos amigos, pero la fidelidad es virtud. Y para ser virtuoso se necesita de Dios y desgraciadamente, pocos son los que viven de la mano de Dios.

Por esa razón, no se puede confiar en todos los amigos, porque no sabemos, que hay en el corazón de cada uno, e ignoramos lo que cada quien piensa.

Decimos, que entre tus mejores amigos, es posible que se encuentre un “Judas”, es decir, alguien a quien le gustaría verte en ruinas.

Un amigo, puede ser un virtual enemigo; y de entre los enemigos, puede ser el peor, porque él sabe de ti, y conoce bien tus pasos.

Pero, ni el mismo Cristo, se salvó de la traición; y de entre sus doce amigos, uno de ellos, llevó la información a sus enemigos.

Y así, acabó traicionando a su mejor amigo.

El maligno, está al acecho; y puede perjudicarnos, o asaltarnos con pensamientos dañinos, por eso, hay que estar atentos, para no caer en sus garras.

Sigamos el consejo del apóstol San Pedro: “Sed sobrios y velad. Vuestro adversario, el diablo, ronda como león rugiente, buscando a quien devorar.

Resistidle firmes en la fe!!!, sabiendo que vuestros hermanos que están en el mundo soportan los mismos sufrimientos”. ( 1 Pe. 5, 8-9).