/ viernes 10 de noviembre de 2023

Entorno Empresarial | Las diferencias generacionales en las empresas

Hoy en día nacen con frecuencia innovadores modelos de negocio e industrias totalmente nuevas que sustituyen a otras que se van desmoronando.

Las empresas emergentes (startups) desafían a la vieja guardia, que se esfuerza febrilmente por reinventarse.

En México las empresas enfrentan un gran desafío, hoy se encuentran 5 generaciones de personas vivas lo que significa una sociedad extremadamente cambiante ante una mezcla de generaciones.

Existen seis grupos generacionales, conformados de la siguiente manera: generación silenciosa: personas nacidas entre 1928 y 1945, generación baby boomers: personas nacidas entre 1945 y 1964; generación X: nacidos entre 1965 y 1981; generación Y o millennials: nacidos entre 1982 y 1994, generación Z: personas nacidas entre 1994 y 2010 y la generación actual, los que han nacido después de 2010, se les acuña el término de generación Alfa.

Las diferencias generacionales son un desafío para las empresas que tienen la necesidad de interactuar con esta diversidad de personas, de pensamiento, habilidades, necesidades y hasta expectativas de vida.

Las pequeñas y medianas empresas son la columna vertebral de la industria por generar el mayor empleo. Estas empresas a menudo familiares, están sujetas a cambios generacionales que amenazan su existencia.

Muchos dueños de empresas se rehúsan a afrontarlo. No permiten que se renueven los cuadros directivos, creen saberlo todo mejor que las nuevas generaciones y se sienten indispensables hasta entrada una avanzada edad, hasta que un buen día es demasiado tarde.

Generalmente es necesario que los nuevos cuadros cuenten con un plazo de gracia de entre tres y cinco años antes de que se decida la sucesión de la directiva y ésta se deje por completo en manos de un nuevo equipo.

Se trata de una decisión que a veces rebasa la capacidad de decisión racional y emocional de quien ha estado al frente de un negocio durante décadas.

Este aspecto ‘egocéntrico’ por llamarlo de alguna manera, es naturalmente decisivo y juega un papel clave en los casos en donde no hay un miembro familiar capaz de asumir el mando al frente de la empresa, en ese caso el veterano propietario tiene que encontrar un candidato potencial ‘extraño’ al que pueda aceptar.

El cambio generacional es ciertamente un reto que debe prepararse cuidadosamente, pero también trae consigo nuevas ideas y oportunidades, todo esto puede llevar a la empresa hacia una nueva era floreciente si la sucesión resulta afortunada.

Por otra parte, la carencia de sucesores del negocio o la falta de formación de los mismos compromete gravemente la continuidad de la empresa familiar.

La gestión del cambio generacional es un desafío emocionante y necesario en el entorno empresarial actual.

Los gerentes que logren adaptarse y liderar eficazmente a través de las diferentes generaciones estarán mejor posicionados para el éxito a largo plazo.

Hoy en día nacen con frecuencia innovadores modelos de negocio e industrias totalmente nuevas que sustituyen a otras que se van desmoronando.

Las empresas emergentes (startups) desafían a la vieja guardia, que se esfuerza febrilmente por reinventarse.

En México las empresas enfrentan un gran desafío, hoy se encuentran 5 generaciones de personas vivas lo que significa una sociedad extremadamente cambiante ante una mezcla de generaciones.

Existen seis grupos generacionales, conformados de la siguiente manera: generación silenciosa: personas nacidas entre 1928 y 1945, generación baby boomers: personas nacidas entre 1945 y 1964; generación X: nacidos entre 1965 y 1981; generación Y o millennials: nacidos entre 1982 y 1994, generación Z: personas nacidas entre 1994 y 2010 y la generación actual, los que han nacido después de 2010, se les acuña el término de generación Alfa.

Las diferencias generacionales son un desafío para las empresas que tienen la necesidad de interactuar con esta diversidad de personas, de pensamiento, habilidades, necesidades y hasta expectativas de vida.

Las pequeñas y medianas empresas son la columna vertebral de la industria por generar el mayor empleo. Estas empresas a menudo familiares, están sujetas a cambios generacionales que amenazan su existencia.

Muchos dueños de empresas se rehúsan a afrontarlo. No permiten que se renueven los cuadros directivos, creen saberlo todo mejor que las nuevas generaciones y se sienten indispensables hasta entrada una avanzada edad, hasta que un buen día es demasiado tarde.

Generalmente es necesario que los nuevos cuadros cuenten con un plazo de gracia de entre tres y cinco años antes de que se decida la sucesión de la directiva y ésta se deje por completo en manos de un nuevo equipo.

Se trata de una decisión que a veces rebasa la capacidad de decisión racional y emocional de quien ha estado al frente de un negocio durante décadas.

Este aspecto ‘egocéntrico’ por llamarlo de alguna manera, es naturalmente decisivo y juega un papel clave en los casos en donde no hay un miembro familiar capaz de asumir el mando al frente de la empresa, en ese caso el veterano propietario tiene que encontrar un candidato potencial ‘extraño’ al que pueda aceptar.

El cambio generacional es ciertamente un reto que debe prepararse cuidadosamente, pero también trae consigo nuevas ideas y oportunidades, todo esto puede llevar a la empresa hacia una nueva era floreciente si la sucesión resulta afortunada.

Por otra parte, la carencia de sucesores del negocio o la falta de formación de los mismos compromete gravemente la continuidad de la empresa familiar.

La gestión del cambio generacional es un desafío emocionante y necesario en el entorno empresarial actual.

Los gerentes que logren adaptarse y liderar eficazmente a través de las diferentes generaciones estarán mejor posicionados para el éxito a largo plazo.