/ viernes 1 de julio de 2022

Entorno Empresarial | Dejar de cotizar en Bolsa

Acudir al mercado de valores para obtener financiamiento bursátil trae consigo una serie de beneficios que incrementan el potencial de negocios de las empresas.

A través de la Bolsa, la empresa puede realizar operaciones de ampliación, reestructuración o privatización de su capital. Además, la Bolsa aumenta el prestigio de la empresa y da publicidad a sus productos.

Pero también una empresa puede dejar de cotizar en bolsa cuando ya no satisface los requisitos de cotización.

En México se ha estado palpando una preocupación por la evolución que está teniendo el número de empresas mexicanas enlistadas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

En los últimos años se ha mencionado la salida de empresas como IEnova, Biopappel y Lala. Ahora toca el turno de Aeroméxico.

Desafortunadamente se espera que puedan darse más salidas ante el poco atractivo que representa una limitada liquidez, bajo volumen operado, lo que lleva a valoraciones que no representan lo que esperan los accionistas como valor justo.

En la última década el mercado accionario mexicano no ha podido rebasar la barrera de las 150 emisoras listadas. Son contadas las empresas que llegan a Bolsa, mientras que algunas se han deslistado y otras más están tramitando la baja.

Con la salida de estas empresas se reduce el número de opciones para los inversionistas y hace que el mercado accionario sea más pequeño, que ya de por sí es reducido.

Las causas por las que una empresa deja de cotizar en la Bolsa de valores pueden ser muchas, pero las más comunes son solo dos: una adquisición o la quiebra.

El hecho de que se desliste una empresa no quiere decir que las acciones pierdan valor, si no es por quiebra.

Este fenómeno se debe a la subvaluación de sus acciones en el mercado bursátil debido a factores que van desde expectativas de crecimiento limitado, el bajo nivel de inversionistas que hay en el país e incluso por ser compañías muy familiares que no son tan públicas.

En el caso de nuestro mercado, la expectativa de crecimiento no es muy alta si lo vemos desde el punto de vista del crecimiento económico que hemos tenido en los últimos años; ha sido prácticamente nulo y se espera que en toda esta administración sea nulo.

Para muchas empresas el tema de estar listado en bolsa representaba, particularmente en México, un tema de estatus más que el acceso a financiamiento; sin embargo, en este momento puede representar un reto mayor tener sus operaciones en la bolsa y mantenerse activas.

Acudir al mercado de valores para obtener financiamiento bursátil trae consigo una serie de beneficios que incrementan el potencial de negocios de las empresas.

A través de la Bolsa, la empresa puede realizar operaciones de ampliación, reestructuración o privatización de su capital. Además, la Bolsa aumenta el prestigio de la empresa y da publicidad a sus productos.

Pero también una empresa puede dejar de cotizar en bolsa cuando ya no satisface los requisitos de cotización.

En México se ha estado palpando una preocupación por la evolución que está teniendo el número de empresas mexicanas enlistadas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

En los últimos años se ha mencionado la salida de empresas como IEnova, Biopappel y Lala. Ahora toca el turno de Aeroméxico.

Desafortunadamente se espera que puedan darse más salidas ante el poco atractivo que representa una limitada liquidez, bajo volumen operado, lo que lleva a valoraciones que no representan lo que esperan los accionistas como valor justo.

En la última década el mercado accionario mexicano no ha podido rebasar la barrera de las 150 emisoras listadas. Son contadas las empresas que llegan a Bolsa, mientras que algunas se han deslistado y otras más están tramitando la baja.

Con la salida de estas empresas se reduce el número de opciones para los inversionistas y hace que el mercado accionario sea más pequeño, que ya de por sí es reducido.

Las causas por las que una empresa deja de cotizar en la Bolsa de valores pueden ser muchas, pero las más comunes son solo dos: una adquisición o la quiebra.

El hecho de que se desliste una empresa no quiere decir que las acciones pierdan valor, si no es por quiebra.

Este fenómeno se debe a la subvaluación de sus acciones en el mercado bursátil debido a factores que van desde expectativas de crecimiento limitado, el bajo nivel de inversionistas que hay en el país e incluso por ser compañías muy familiares que no son tan públicas.

En el caso de nuestro mercado, la expectativa de crecimiento no es muy alta si lo vemos desde el punto de vista del crecimiento económico que hemos tenido en los últimos años; ha sido prácticamente nulo y se espera que en toda esta administración sea nulo.

Para muchas empresas el tema de estar listado en bolsa representaba, particularmente en México, un tema de estatus más que el acceso a financiamiento; sin embargo, en este momento puede representar un reto mayor tener sus operaciones en la bolsa y mantenerse activas.