/ viernes 8 de abril de 2022

Entorno empresarial

La viabilidad del país está en juego

México es un país caracterizado por una gran población en situación de pobreza.

Esto es indicativo de la enorme persistencia de la pobreza y de la vulnerabilidad que enfrenta una gran mayoría de la población.

Parte del problema es que el muy bajo crecimiento económico del país no ha permitido un incremento del poder adquisitivo del ingreso.

Además, el poder adquisitivo de los hogares se ha visto minado drásticamente con la inflación.

Las características actuales de la estructura fiscal, la baja capacidad para regular a las estructuras monopólicas que propone el presidente, las reglas de juego poco transparentes que se evidencia por la baja imparcialidad que hay al ejecutar las leyes y la escasa respuesta a las demandas de los ciudadanos ante actos de corrupción, se encuentran entre las principales razones que explican parte de nuestra situación económica.

Actualmente, la clase política se encuentra bajo sospecha por diversos actos de corrupción y enfrentada bajo intereses personales sin ningún interés por resolver esta crisis y sólo buscando incrementar sus cuotas de poder de manera oportunista.

Por otro lado, se observa un sector empresarial aletargado que no asume el necesario liderazgo para encontrar una vía de solución a la grave crisis que enfrentamos y que tendrá impactos sobre la recuperación de la economía y el bienestar de las futuras generaciones.

Es evidente que no hemos alcanzado la gobernabilidad necesaria que impulse un desarrollo inclusivo que nos haga viables como nación.

Debemos entender que la viabilidad del país está en juego, ojalá lo entendamos y asumamos el desafío de cambiar, esta vez de manera definitiva, las condiciones de precariedad institucional en que nos desenvolvemos.

La reforma eléctrica ha puesto en evidencia las terribles contradicciones y asimetrías de nuestra sociedad y la obsolescencia de un sistema más preocupado por los resultados electorales que del bienestar social.

Pues no solo promueve el monopolio del Estado, sino que puede afectar muchas inversiones, y en un caso extremo hasta se nos puede sacar del TEMEC o perder el grado de inversión como país.

Para entender mejor la concepción de país basta con oír a nuestro mandatario que juro hacer cumplir la constitución y las leyes que de ella emanan.

"Y que no me vengan a mí de que la ley es la ley, no me vengan con ese cuento", mientras que en campaña y otras ocasiones: "Al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie".

La viabilidad del país está en juego

México es un país caracterizado por una gran población en situación de pobreza.

Esto es indicativo de la enorme persistencia de la pobreza y de la vulnerabilidad que enfrenta una gran mayoría de la población.

Parte del problema es que el muy bajo crecimiento económico del país no ha permitido un incremento del poder adquisitivo del ingreso.

Además, el poder adquisitivo de los hogares se ha visto minado drásticamente con la inflación.

Las características actuales de la estructura fiscal, la baja capacidad para regular a las estructuras monopólicas que propone el presidente, las reglas de juego poco transparentes que se evidencia por la baja imparcialidad que hay al ejecutar las leyes y la escasa respuesta a las demandas de los ciudadanos ante actos de corrupción, se encuentran entre las principales razones que explican parte de nuestra situación económica.

Actualmente, la clase política se encuentra bajo sospecha por diversos actos de corrupción y enfrentada bajo intereses personales sin ningún interés por resolver esta crisis y sólo buscando incrementar sus cuotas de poder de manera oportunista.

Por otro lado, se observa un sector empresarial aletargado que no asume el necesario liderazgo para encontrar una vía de solución a la grave crisis que enfrentamos y que tendrá impactos sobre la recuperación de la economía y el bienestar de las futuras generaciones.

Es evidente que no hemos alcanzado la gobernabilidad necesaria que impulse un desarrollo inclusivo que nos haga viables como nación.

Debemos entender que la viabilidad del país está en juego, ojalá lo entendamos y asumamos el desafío de cambiar, esta vez de manera definitiva, las condiciones de precariedad institucional en que nos desenvolvemos.

La reforma eléctrica ha puesto en evidencia las terribles contradicciones y asimetrías de nuestra sociedad y la obsolescencia de un sistema más preocupado por los resultados electorales que del bienestar social.

Pues no solo promueve el monopolio del Estado, sino que puede afectar muchas inversiones, y en un caso extremo hasta se nos puede sacar del TEMEC o perder el grado de inversión como país.

Para entender mejor la concepción de país basta con oír a nuestro mandatario que juro hacer cumplir la constitución y las leyes que de ella emanan.

"Y que no me vengan a mí de que la ley es la ley, no me vengan con ese cuento", mientras que en campaña y otras ocasiones: "Al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie".