/ viernes 8 de octubre de 2021

Entorno Empresarial

Radicalismo ideológico en la política energética de la 4T

La iniciativa de la reforma eléctrica del presidente ha ocasionado gran controversia y desde varios frentes se están lanzando advertencias del impacto negativo que ésta traería al país en caso de ser aprobada.

Empresarios, expertos, centros de investigación y sociedad civil alertan de los riesgos que traería la aprobación de la reforma eléctrica.

La aplicación de la reforma dejaría a la industria fuera de competencia, pues necesitan de precios de energía competitivos, como es el caso de la energía solar y fotovoltaica que le da la posibilidad de generar electricidad hasta 50% más barata.

La agencia calificadora Moody’s advirtió que la reforma eléctrica tiene implicaciones crediticias negativas para el sector energético mexicano, ya que disminuye la transparencia operativa, desalienta inversiones de privados para generación, frena las energías renovables y puede aumentar el costo de la energía.

Industria automotriz dice que aumentarán sus costos de producción con reforma eléctrica.

En este contexto el Consejo Ejecutivo de Empresas Globales (CEEG) dijo, afectará la competitividad del país en el corto y largo plazos, y golpeará la confianza de los inversionistas interesados por invertir en México y disparará el precio de las tarifas de electricidad.

Agregó que la reforma eléctrica propuesta por el presidente de la República va en sentido contrario a los esfuerzos internacionales.

La reforma eléctrica propuesta es un retroceso y con repercusión a la economía.

Las ocurrencias si tienen un impacto, que creemos que no nos afectaran, pero desde la afectación a la competitividad y energía más cara claro que lo harían.

Esta polarización que genera el presidente al separar el sector privado y del pueblo como el lo llama es errónea puesto que los empleos de los trabajadores y los que diariamente generan riqueza en este país en la empresas son el pueblo y parte de la sociedad. Y serian los empleos en riesgo.

Necesitamos oxigeno para una recuperación económica pos pandémica y no que se asfixie.

Lo anterior no debería preocuparnos por los contrapesos en el país, ya que de acuerdo a las últimas elecciones de la cámara de diputados, el mandato fue muy claro, ser un contrapeso, sin embargo hay partidos que coquetean con la reforma como moneda de cambio, si esto se diera seria el fin para algunos de estos partidos políticos.

No podemos considerar en el siglo XXI volver a un monopolio a ultranza y menos con un mundo globalizado en el cual estamos inmersos desde lo que hacemos hasta lo que consumimos y que decidimos respetar.

Radicalismo ideológico en la política energética de la 4T

La iniciativa de la reforma eléctrica del presidente ha ocasionado gran controversia y desde varios frentes se están lanzando advertencias del impacto negativo que ésta traería al país en caso de ser aprobada.

Empresarios, expertos, centros de investigación y sociedad civil alertan de los riesgos que traería la aprobación de la reforma eléctrica.

La aplicación de la reforma dejaría a la industria fuera de competencia, pues necesitan de precios de energía competitivos, como es el caso de la energía solar y fotovoltaica que le da la posibilidad de generar electricidad hasta 50% más barata.

La agencia calificadora Moody’s advirtió que la reforma eléctrica tiene implicaciones crediticias negativas para el sector energético mexicano, ya que disminuye la transparencia operativa, desalienta inversiones de privados para generación, frena las energías renovables y puede aumentar el costo de la energía.

Industria automotriz dice que aumentarán sus costos de producción con reforma eléctrica.

En este contexto el Consejo Ejecutivo de Empresas Globales (CEEG) dijo, afectará la competitividad del país en el corto y largo plazos, y golpeará la confianza de los inversionistas interesados por invertir en México y disparará el precio de las tarifas de electricidad.

Agregó que la reforma eléctrica propuesta por el presidente de la República va en sentido contrario a los esfuerzos internacionales.

La reforma eléctrica propuesta es un retroceso y con repercusión a la economía.

Las ocurrencias si tienen un impacto, que creemos que no nos afectaran, pero desde la afectación a la competitividad y energía más cara claro que lo harían.

Esta polarización que genera el presidente al separar el sector privado y del pueblo como el lo llama es errónea puesto que los empleos de los trabajadores y los que diariamente generan riqueza en este país en la empresas son el pueblo y parte de la sociedad. Y serian los empleos en riesgo.

Necesitamos oxigeno para una recuperación económica pos pandémica y no que se asfixie.

Lo anterior no debería preocuparnos por los contrapesos en el país, ya que de acuerdo a las últimas elecciones de la cámara de diputados, el mandato fue muy claro, ser un contrapeso, sin embargo hay partidos que coquetean con la reforma como moneda de cambio, si esto se diera seria el fin para algunos de estos partidos políticos.

No podemos considerar en el siglo XXI volver a un monopolio a ultranza y menos con un mundo globalizado en el cual estamos inmersos desde lo que hacemos hasta lo que consumimos y que decidimos respetar.