/ viernes 1 de octubre de 2021

Entorno Empresarial

Persistente Inflación

El Banco de México maneja la persistente inflación en su decisión de política monetaria.

La inflación en México está resultando ser más pegajosa de lo esperado. Pero autoridades y analistas esperaban que, para estas fechas, los precios se hubieran estabilizado.

La crisis energética aviva el temor a un repunte mayor de la inflación.

La subida de la luz y los combustibles dispara la inflación al 4%, su cota más alta en 13 años

Los precios han subido 5,59% en los últimos 12 meses, de acuerdo con el dato más reciente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), muy por encima del rango meta de entre 4% y 2% definida por el banco central.

Hay un consenso de que estas presiones han durado más de lo que se preveía y hay incertidumbre sobre cuánto más van a durar.

La decisión por parte de Banxico en aumentar las tasas de interés es trascendental, no necesariamente por la expectativa de tasa, sino porque la discusión puede centrarse en que las presiones se han extendido más de lo que se pensaba y probablemente se extenderán más de lo que se pensaba.

Esta es la herramienta más poderosa del banco, ya que una tasa alta incentiva el ahorro, mientras que una tasa baja estimula el endeudamiento y el gasto, motor de crecimiento económico.

El año pasado, la economía mexicana, sufrió la peor caída desde los años 30, y no ha recuperado el nivel de producto interno bruto (PIB) anterior a la pandemia.

Con ello, la inflación hiló 13 quincenas consecutivas por arriba del objetivo del Banco de México (Banxico) de 3% +/- 1 punto porcentual, y sorprendió al mercado, el cual esperaba una aceleración a 5.72.

El auge de los precios amenaza con avivar el debate sobre el encarecimiento del costo de la vida y la consiguiente pérdida de poder adquisitivo.

Entra en juego, además, la competitividad de las empresas al tener que hacer alza de precios temporales por las presiones a que son sometidas y en otros la modificación de precios estructurales al consumo repercutiendo aun más en la inflación.

Si se confirma que los aumentos de la inflación en el país son más persistentes de lo anticipado, se requerirán medidas de restricción monetaria adicionales por parte del Banco de México, lo que implicaría que el ciclo de alzas en las tasas de interés continuará.

Persistente Inflación

El Banco de México maneja la persistente inflación en su decisión de política monetaria.

La inflación en México está resultando ser más pegajosa de lo esperado. Pero autoridades y analistas esperaban que, para estas fechas, los precios se hubieran estabilizado.

La crisis energética aviva el temor a un repunte mayor de la inflación.

La subida de la luz y los combustibles dispara la inflación al 4%, su cota más alta en 13 años

Los precios han subido 5,59% en los últimos 12 meses, de acuerdo con el dato más reciente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), muy por encima del rango meta de entre 4% y 2% definida por el banco central.

Hay un consenso de que estas presiones han durado más de lo que se preveía y hay incertidumbre sobre cuánto más van a durar.

La decisión por parte de Banxico en aumentar las tasas de interés es trascendental, no necesariamente por la expectativa de tasa, sino porque la discusión puede centrarse en que las presiones se han extendido más de lo que se pensaba y probablemente se extenderán más de lo que se pensaba.

Esta es la herramienta más poderosa del banco, ya que una tasa alta incentiva el ahorro, mientras que una tasa baja estimula el endeudamiento y el gasto, motor de crecimiento económico.

El año pasado, la economía mexicana, sufrió la peor caída desde los años 30, y no ha recuperado el nivel de producto interno bruto (PIB) anterior a la pandemia.

Con ello, la inflación hiló 13 quincenas consecutivas por arriba del objetivo del Banco de México (Banxico) de 3% +/- 1 punto porcentual, y sorprendió al mercado, el cual esperaba una aceleración a 5.72.

El auge de los precios amenaza con avivar el debate sobre el encarecimiento del costo de la vida y la consiguiente pérdida de poder adquisitivo.

Entra en juego, además, la competitividad de las empresas al tener que hacer alza de precios temporales por las presiones a que son sometidas y en otros la modificación de precios estructurales al consumo repercutiendo aun más en la inflación.

Si se confirma que los aumentos de la inflación en el país son más persistentes de lo anticipado, se requerirán medidas de restricción monetaria adicionales por parte del Banco de México, lo que implicaría que el ciclo de alzas en las tasas de interés continuará.