/ viernes 23 de julio de 2021

Entorno empresarial


Consolidar el gen fabril del país

La inflación y su impacto en el financiamiento productivo y el desempleo, son parte de un problema que debe ser corregido de manera transversal para poder alcanzar el desarrollo y no sólo recuperarse de la crisis.

Necesitamos generar estructuras sólidas de crecimiento para que las bases industriales sean siempre pilar de la economía.

Hoy tenemos tres problemas que le ponen límite al crecimiento: la inflación, el financiamiento caro para la producción, y la falta de creación de empleo.

Por eso es momento de consolidar el gen fabril del país, a la vez de pensar en beneficiar a un sector que les dará un futuro real a las nuevas generaciones.

Se necesita alinear a las Pymes con el Gobierno y los trabajadores, para poner en marcha un diálogo productivo que funcione en las realidades de las fábricas.

La problemática inflacionaria no es un problema de coyuntura sino que tiene orígenes históricos, y su falta de resolución impacta de lleno en la lucha cotidiana.

Si bien varios indicadores se comportan positivamente, como permitiendo vislumbrar una salida, en magnitud no son significativos.

Por consecuencia la tasa de desocupación permanece alta y la calidad del empleo disminuye pues continúa en aumento el trabajo no registrado. Estamos mal, aunque parece que vamos bien.

Hay que ir decididamente por la defensa del mercado interno, apostar por la industria nacional, principalmente la Pyme para crear empleos más rápidamente sin dudar.

Generar financiamiento accesible, continuar un horizonte previsible con las tarifas de servicios públicos principalmente la energía eléctrica como las gasolinas y comenzar a dar la batalla por la estabilidad de precios en los insumos difundidos. Son aspectos fáciles de plantear, pero parece de difícil resolución por el juego de este gobierno.

La decisión del Servicio de Administración Tributaria (SAT) de suspender a 82 empresas del padrón de importadores y exportadores ha provocado incertidumbre en el mercado energético, además de que podría traducirse en un alza de precios en combustibles. El Gobierno es el motor del aumento de precios.

Preocupa y mucho esta situación. Hace falta direccionar, haciendo eje en los sectores concentrados de la economía.


Consolidar el gen fabril del país

La inflación y su impacto en el financiamiento productivo y el desempleo, son parte de un problema que debe ser corregido de manera transversal para poder alcanzar el desarrollo y no sólo recuperarse de la crisis.

Necesitamos generar estructuras sólidas de crecimiento para que las bases industriales sean siempre pilar de la economía.

Hoy tenemos tres problemas que le ponen límite al crecimiento: la inflación, el financiamiento caro para la producción, y la falta de creación de empleo.

Por eso es momento de consolidar el gen fabril del país, a la vez de pensar en beneficiar a un sector que les dará un futuro real a las nuevas generaciones.

Se necesita alinear a las Pymes con el Gobierno y los trabajadores, para poner en marcha un diálogo productivo que funcione en las realidades de las fábricas.

La problemática inflacionaria no es un problema de coyuntura sino que tiene orígenes históricos, y su falta de resolución impacta de lleno en la lucha cotidiana.

Si bien varios indicadores se comportan positivamente, como permitiendo vislumbrar una salida, en magnitud no son significativos.

Por consecuencia la tasa de desocupación permanece alta y la calidad del empleo disminuye pues continúa en aumento el trabajo no registrado. Estamos mal, aunque parece que vamos bien.

Hay que ir decididamente por la defensa del mercado interno, apostar por la industria nacional, principalmente la Pyme para crear empleos más rápidamente sin dudar.

Generar financiamiento accesible, continuar un horizonte previsible con las tarifas de servicios públicos principalmente la energía eléctrica como las gasolinas y comenzar a dar la batalla por la estabilidad de precios en los insumos difundidos. Son aspectos fáciles de plantear, pero parece de difícil resolución por el juego de este gobierno.

La decisión del Servicio de Administración Tributaria (SAT) de suspender a 82 empresas del padrón de importadores y exportadores ha provocado incertidumbre en el mercado energético, además de que podría traducirse en un alza de precios en combustibles. El Gobierno es el motor del aumento de precios.

Preocupa y mucho esta situación. Hace falta direccionar, haciendo eje en los sectores concentrados de la economía.