Reafirmar empresas en la crisis
Las crisis cambian la forma de pensar, cambian las prioridades y reescriben los valores. Algunas han servido para reafirmar empresas e instituciones y reposicionar su sitio en el entorno, así como para revisar el funcionamiento de la sociedad y las directrices del entramado económico.
La crisis provocada por la pandemia de la covid-19 es la primera crisis compleja del mundo interconectado.
Esta crisis está formada e influida por variables diversas relacionadas con la salud, la economía, la política, las propias del ámbito emocional o psicológico tanto personal como colectivo, así como las de la vertiente empresarial y todos sus componentes. Esta interconexión hace de esta crisis un evento nuevo, sin referentes conocidos.
La economía no tiene un escudo anticrisis ni para derrotar a la crisis de forma rápida.
Del análisis de una crisis como la de la covid-19 se desprenden una serie de reflexiones y enseñanzas de aplicación práctica y alcance global:
Las crisis son impredecibles y se expanden velozmente.
Debemos acostumbrarnos a lo inesperado y estar abiertos al cambio.
La iniciativa empresarial e institucional son claves en la adaptación a los nuevos entornos.
La innovación y el conocimiento tienen una gran relevancia para el avance y el funcionamiento de la economía.
Estos puntos se traducen en formatos organizativos nuevos, que se adaptan a una economía dinámica y fluctuante de marcado acento global.
Estos cambios están relacionados con:
Dotar a las empresas de más flexibilidad, aligerando sus modelos de negocio y estructuras.
Promocionar la innovación dentro de las empresas (intraemprendimiento), como fuente de riqueza, innovación y evolución.
Desarrollar el talento y fomentar el conocimiento como capital esencial para el movimiento de la economía.
Introducir programas de transformación digital e invertir en tecnología.
En definitiva, las decisiones que se tomen deben ir encaminadas a generar acciones visibles que generen confianza y aumenten la credibilidad. La velocidad a la que se recupera la confianza es directamente proporcional al calado de las medidas y al alcance de las acciones.
Las líneas de actuación en un mercado global han de ser firmes y mantener un hilo conductor congruente. De lo contrario se corre el riesgo de que la crisis se enquiste y solo ofrezca repuntes ilusorios de falsas recuperaciones. Es tiempo de repensar el mundo.
La iniciativa empresarial e institucional son claves en la adaptación a los nuevos entornos. La economía no tiene un escudo anticrisis ni para derrotarla de forma rápida.