/ viernes 6 de noviembre de 2020

Entorno Empresarial

Ecosistemas de manufactura más flexibles

En medio de la pandemia y con las previsiones de un nuevo embate las empresas se tienen que adaptar a estos cambios, muchas veces significativos si se considera como el caso de la manufactura se tienen que planear.

Es un panorama que refleja fielmente la dificultad que han atravesado todos los sectores de la economía.

En el caso del manufacturero, la escasez de los suministros, el aumento de los costos logísticos y los obstáculos dentro de su cadena de abastecimiento, así como la generación de valor son algunas de las problemáticas.

En general, y pese a las discrepancias que se han experimentado en los sectores con la variedad de impactos, son varias las industrias de manufactura y hasta de otros renglones que tienen algunos “as” bajo la manga para adaptarse a la nueva normalidad.

Entre lo más común que se plantea está, por ejemplo, la diversificación del riesgo. Para ello, esperan poder implementar una reubicación de su producción a Europa y América del Norte para diversificar los riesgos operativos como una prioridad.

Asimismo, la idea es diversificar las cadenas de suministro para dejar de depender de los mega proveedores y empezar a tener una sólida red de proveedores más pequeños.

Si bien las estrategias de ventas se han centrado bastante en los canales digitales, también se propone una priorización del e-commerce en conjunto con las tiendas físicas para diversificar los canales, en la medida que siguen implementando las medidas de distanciamiento social, porque lo más seguro es que prevalezcan.

En resumen, la expresión clave viene siendo la diversificación en distintos ámbitos.

Si bien los nuevos métodos de producción tecnológicos aportan a mejorar la eficiencia, esta estrategia debe ser evaluada integralmente para considerar sus impactos negativos, como el costo de la inversión, la pérdida de la flexibilidad y, lo más preocupante, la sustitución de mano de obra, que constituye un aumento en los índices de desempleo.

En síntesis, la idea es evaluar alternativas que permitan una respuesta más rápida del sector de la manufactura en tiempos de crisis. Ahora el reto es adaptarse. En definitiva, la diversificación parece ser una palabra clave.

El sector manufacturero viene aprendiendo de la pandemia para formar ecosistemas de manufactura más flexibles.

Ecosistemas de manufactura más flexibles

En medio de la pandemia y con las previsiones de un nuevo embate las empresas se tienen que adaptar a estos cambios, muchas veces significativos si se considera como el caso de la manufactura se tienen que planear.

Es un panorama que refleja fielmente la dificultad que han atravesado todos los sectores de la economía.

En el caso del manufacturero, la escasez de los suministros, el aumento de los costos logísticos y los obstáculos dentro de su cadena de abastecimiento, así como la generación de valor son algunas de las problemáticas.

En general, y pese a las discrepancias que se han experimentado en los sectores con la variedad de impactos, son varias las industrias de manufactura y hasta de otros renglones que tienen algunos “as” bajo la manga para adaptarse a la nueva normalidad.

Entre lo más común que se plantea está, por ejemplo, la diversificación del riesgo. Para ello, esperan poder implementar una reubicación de su producción a Europa y América del Norte para diversificar los riesgos operativos como una prioridad.

Asimismo, la idea es diversificar las cadenas de suministro para dejar de depender de los mega proveedores y empezar a tener una sólida red de proveedores más pequeños.

Si bien las estrategias de ventas se han centrado bastante en los canales digitales, también se propone una priorización del e-commerce en conjunto con las tiendas físicas para diversificar los canales, en la medida que siguen implementando las medidas de distanciamiento social, porque lo más seguro es que prevalezcan.

En resumen, la expresión clave viene siendo la diversificación en distintos ámbitos.

Si bien los nuevos métodos de producción tecnológicos aportan a mejorar la eficiencia, esta estrategia debe ser evaluada integralmente para considerar sus impactos negativos, como el costo de la inversión, la pérdida de la flexibilidad y, lo más preocupante, la sustitución de mano de obra, que constituye un aumento en los índices de desempleo.

En síntesis, la idea es evaluar alternativas que permitan una respuesta más rápida del sector de la manufactura en tiempos de crisis. Ahora el reto es adaptarse. En definitiva, la diversificación parece ser una palabra clave.

El sector manufacturero viene aprendiendo de la pandemia para formar ecosistemas de manufactura más flexibles.