/ viernes 5 de junio de 2020

Entorno Empresarial

Empresas y sus protocolos para evitar contagios

La cuarentena cambió la forma de vida de toda la sociedad, desde las empresas hasta el hogar. Las compañías deben pensar en cómo reorganizar su estructura al interior, aceptar que el cambio está sucediendo y darle prioridad a su trabajador.

En el caso de las empresas y determinados sectores, se debe de atender una serie de medidas y un procedimiento de actuación.

El protocolo, que se irá adaptando a las circunstancias a medida que vaya avanzando la situación, establece la necesidad de evaluar los riesgos de exposición a coronavirus por parte de las empresas de manera específica hacia sus trabajadores, y promover medidas y recomendaciones preventivas.

De este modo, se minimizará el número de personas y tiempo de exposición a focos reconocidos en todo lo posible, teniendo que establecer las empresas un listado específico de trabajadores expuestos, su trabajo y registro de exposiciones, accidentes e incidentes.

Se deben de reforzar las medidas de higiene en los lugares de trabajo, recomendando:

Ante la presencia de la pandemia del coronavirus, la reactivación económica que se está dando ya mismo tendrá un obligatorio e importante componente de bioseguridad.

Tanto la pequeña microempresa como la gran compañía deben ceñirse a los estándares de cuidado con sus protocolos y sus empleados.

En el corto plazo, la reactivación poscoronavirus requerirá mayores esfuerzos de inversión por parte de las empresas, para adoptar todas las medidas preventivas dirigidas a la salud y la seguridad, tanto de su personal como de sus clientes.

Lo clave es buscar que la demanda de millones de habitantes en una gran variedad de bienes y servicios sea atendida con producción nacional.

Para que ello se dé, se necesitaría de una fuerte iniciativa del país, que obvio no induzca al aumento de precios de los bienes y servicios consumidos. Este tipo de decisiones no deberían ser proteccionistas, dado que hoy día la globalización está fuertemente afectada, y ese impulso que necesitan las compañías podría salir de nuestros bolsillos vía consumo.

En México, la emergencia sanitaria se está elevando a alerta roja, y reactivar operaciones bajo esta polémica coyuntura que dicho sea de paso es criminal, demanda todos los protocolos necesarios, relacionados con la bioseguridad, para evitar un aumento exponencial en el contagio.

Empresas y sus protocolos para evitar contagios

La cuarentena cambió la forma de vida de toda la sociedad, desde las empresas hasta el hogar. Las compañías deben pensar en cómo reorganizar su estructura al interior, aceptar que el cambio está sucediendo y darle prioridad a su trabajador.

En el caso de las empresas y determinados sectores, se debe de atender una serie de medidas y un procedimiento de actuación.

El protocolo, que se irá adaptando a las circunstancias a medida que vaya avanzando la situación, establece la necesidad de evaluar los riesgos de exposición a coronavirus por parte de las empresas de manera específica hacia sus trabajadores, y promover medidas y recomendaciones preventivas.

De este modo, se minimizará el número de personas y tiempo de exposición a focos reconocidos en todo lo posible, teniendo que establecer las empresas un listado específico de trabajadores expuestos, su trabajo y registro de exposiciones, accidentes e incidentes.

Se deben de reforzar las medidas de higiene en los lugares de trabajo, recomendando:

Ante la presencia de la pandemia del coronavirus, la reactivación económica que se está dando ya mismo tendrá un obligatorio e importante componente de bioseguridad.

Tanto la pequeña microempresa como la gran compañía deben ceñirse a los estándares de cuidado con sus protocolos y sus empleados.

En el corto plazo, la reactivación poscoronavirus requerirá mayores esfuerzos de inversión por parte de las empresas, para adoptar todas las medidas preventivas dirigidas a la salud y la seguridad, tanto de su personal como de sus clientes.

Lo clave es buscar que la demanda de millones de habitantes en una gran variedad de bienes y servicios sea atendida con producción nacional.

Para que ello se dé, se necesitaría de una fuerte iniciativa del país, que obvio no induzca al aumento de precios de los bienes y servicios consumidos. Este tipo de decisiones no deberían ser proteccionistas, dado que hoy día la globalización está fuertemente afectada, y ese impulso que necesitan las compañías podría salir de nuestros bolsillos vía consumo.

En México, la emergencia sanitaria se está elevando a alerta roja, y reactivar operaciones bajo esta polémica coyuntura que dicho sea de paso es criminal, demanda todos los protocolos necesarios, relacionados con la bioseguridad, para evitar un aumento exponencial en el contagio.