/ sábado 28 de diciembre de 2019

Entorno Empresarial


Economía 2020

De acuerdo a los pronósticos ofrecidos por el Fondo Monetario Internacional, en 2020 habrá un crecimiento económico global de entre 3,2% y 3,5%, lo cual podría representar una buena noticia para la economía mundial.

Sin embargo, no parece ser un clima de satisfacción, al contrario, ha generado intranquilidad entre los inversores, nerviosismo que se ha visto reflejado en el comportamiento de las bolsas y especialmente, en los tipos de negocios que realizan.

Para los analistas económicos, la palabra recesión es la que viene resonando. Para muchos especialistas temen que la guerra comercial con China termine por impulsar el país a una recesión económica.

La economía estadounidense estará cumpliendo en 2020 un ciclo de expansión de 10 años, el más largo de los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. De ahí que los economistas esperan nerviosamente que llegue a su fin.

El principal factor de riesgo para México sigue siendo externo, y radica en el estado de la economía de EE.UU.

Lo que ha evitado una mayor contracción económica en México son sus exportaciones, pero si la economía de EE.UU. se desacelera, el impacto será mayor.

En 2020, México crecerá más que en 2019, pero será aún un ritmo muy lento para un país emergente: entre 0.9 y 1.2%.

La inflación permanecerá controlada y las tasas de interés podrían ir a la baja, pero la inversión, pública y privada, seguirá débil y el consumo puede empezar a verse afectado por tantos trimestres de estancamiento.

La economía mexicana se encuentra en un periodo de estancamiento. La moderación se atribuye, entre otras razones, al ambiente de incertidumbre política que ha debilitado la confianza de los inversionistas, pues hay una caída en la inversión, no solo pública, que ya venía de bajada y que en el año cayó casi 4%.

En los próximos meses será importante ver el desenvolvimiento de la confianza empresarial y del consumidor para valorar el posible desempeño de la inversión y consumo del sector privado para el siguiente año.

Hasta ahora, la desaceleración no ha afectado significativamente al empleo y al consumo, aunque crecen a menor ritmo.

La economía mexicana se aleja de una recuperación real, que impulse la productividad, genere empleos y mejore el nivel de bienestar de la población durante 2020, esperemos no se abran las puertas a desequilibrios financieros y al endeudamiento público.


Economía 2020

De acuerdo a los pronósticos ofrecidos por el Fondo Monetario Internacional, en 2020 habrá un crecimiento económico global de entre 3,2% y 3,5%, lo cual podría representar una buena noticia para la economía mundial.

Sin embargo, no parece ser un clima de satisfacción, al contrario, ha generado intranquilidad entre los inversores, nerviosismo que se ha visto reflejado en el comportamiento de las bolsas y especialmente, en los tipos de negocios que realizan.

Para los analistas económicos, la palabra recesión es la que viene resonando. Para muchos especialistas temen que la guerra comercial con China termine por impulsar el país a una recesión económica.

La economía estadounidense estará cumpliendo en 2020 un ciclo de expansión de 10 años, el más largo de los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. De ahí que los economistas esperan nerviosamente que llegue a su fin.

El principal factor de riesgo para México sigue siendo externo, y radica en el estado de la economía de EE.UU.

Lo que ha evitado una mayor contracción económica en México son sus exportaciones, pero si la economía de EE.UU. se desacelera, el impacto será mayor.

En 2020, México crecerá más que en 2019, pero será aún un ritmo muy lento para un país emergente: entre 0.9 y 1.2%.

La inflación permanecerá controlada y las tasas de interés podrían ir a la baja, pero la inversión, pública y privada, seguirá débil y el consumo puede empezar a verse afectado por tantos trimestres de estancamiento.

La economía mexicana se encuentra en un periodo de estancamiento. La moderación se atribuye, entre otras razones, al ambiente de incertidumbre política que ha debilitado la confianza de los inversionistas, pues hay una caída en la inversión, no solo pública, que ya venía de bajada y que en el año cayó casi 4%.

En los próximos meses será importante ver el desenvolvimiento de la confianza empresarial y del consumidor para valorar el posible desempeño de la inversión y consumo del sector privado para el siguiente año.

Hasta ahora, la desaceleración no ha afectado significativamente al empleo y al consumo, aunque crecen a menor ritmo.

La economía mexicana se aleja de una recuperación real, que impulse la productividad, genere empleos y mejore el nivel de bienestar de la población durante 2020, esperemos no se abran las puertas a desequilibrios financieros y al endeudamiento público.