/ viernes 13 de diciembre de 2019

Entorno empresarial

LA DESACELERACIÓN ECONÓMICA

Los motores de la economía mundial eran las economías avanzadas y las emergentes, es decir, la economía mundial atravesó por una etapa de crecimiento global; luego de la crisis en las economías avanzadas, quedaron las emergentes como la locomotora mundial.

Sin embargo, las proyecciones muestran símbolos de agotamiento en nuestra economía, sin gasto publico, poca inversión privada e incertidumbre de los mercados, cuestiones privativas exclusivamente de México.

Así las cosas, los riesgos a la baja en la economía, se originaron en factores externos. Pero tenemos desequilibrios internos más grandes.

Estamos con un diagnóstico de dificultades económicas, de caída del crecimiento y grandes problemas asociados de largo plazo, aunado a nuestra alta deuda respecto al PIB.

La Administración actual tuvo que reconocer la desaceleración económica que se vive en México y reducir la meta de crecimiento, lo que desde luego obligará a una revisión del gasto.

Lo que preocupa no son las cifras de actividad económica, sino el quiebre de tendencia que apuntan a una baja del PIB, basadas en los efectos que la desaceleración económica.

La desaceleración está golpeando y sus consecuencias se pueden observar en varios sectores de la economía.

La pregunta es cuáles serán los efectos en la población en general y en la economía real, y cuánto tardará en recuperarse.

En este sentido, esta crisis de no ser abordada por acciones rápidas y coordinadas, para este 2020 podría ser severa, y duradera aun que otras economías se recuperen no es garantía que nos unamos a su mejoría de darse el caso.

En nuestro país, se están analizando y adoptando medidas para reducir el impacto de una menor demanda internacional de los productos elaborados en la región y de los capitales externos, que ya no van a financiar su crecimiento.

Con ese panorama, la población mexicana tendrá que lidiar con un crecimiento económico lento a fines del año y en los primeros 6 meses de 2017, con un mercado interno sin desarrollo que no se ostenta como motor interno.

La situación económica obliga a estar preparados contra cualquier tipo de eventualidad. En lo que hace a las finanzas personales el ahorro debe buscarse como salvaguarda.

LA DESACELERACIÓN ECONÓMICA

Los motores de la economía mundial eran las economías avanzadas y las emergentes, es decir, la economía mundial atravesó por una etapa de crecimiento global; luego de la crisis en las economías avanzadas, quedaron las emergentes como la locomotora mundial.

Sin embargo, las proyecciones muestran símbolos de agotamiento en nuestra economía, sin gasto publico, poca inversión privada e incertidumbre de los mercados, cuestiones privativas exclusivamente de México.

Así las cosas, los riesgos a la baja en la economía, se originaron en factores externos. Pero tenemos desequilibrios internos más grandes.

Estamos con un diagnóstico de dificultades económicas, de caída del crecimiento y grandes problemas asociados de largo plazo, aunado a nuestra alta deuda respecto al PIB.

La Administración actual tuvo que reconocer la desaceleración económica que se vive en México y reducir la meta de crecimiento, lo que desde luego obligará a una revisión del gasto.

Lo que preocupa no son las cifras de actividad económica, sino el quiebre de tendencia que apuntan a una baja del PIB, basadas en los efectos que la desaceleración económica.

La desaceleración está golpeando y sus consecuencias se pueden observar en varios sectores de la economía.

La pregunta es cuáles serán los efectos en la población en general y en la economía real, y cuánto tardará en recuperarse.

En este sentido, esta crisis de no ser abordada por acciones rápidas y coordinadas, para este 2020 podría ser severa, y duradera aun que otras economías se recuperen no es garantía que nos unamos a su mejoría de darse el caso.

En nuestro país, se están analizando y adoptando medidas para reducir el impacto de una menor demanda internacional de los productos elaborados en la región y de los capitales externos, que ya no van a financiar su crecimiento.

Con ese panorama, la población mexicana tendrá que lidiar con un crecimiento económico lento a fines del año y en los primeros 6 meses de 2017, con un mercado interno sin desarrollo que no se ostenta como motor interno.

La situación económica obliga a estar preparados contra cualquier tipo de eventualidad. En lo que hace a las finanzas personales el ahorro debe buscarse como salvaguarda.