/ viernes 29 de noviembre de 2019

Entorno Empresarial

IMPORTACIONES PARA EL CRECIMIENTO

Hoy en día ningún país puede desarrollarse a puerta cerrada, requiere de capital, recursos y conocimientos externos para detonar el crecimiento sostenido.

Desde la aparición de los mercantilistas en el siglo XVI, pasando por David Ricardo y Keynes, se ha expuesto la importancia del comercio internacional para el crecimiento y desarrollo económico de los países.

Es sabido que las exportaciones elevan los niveles de ingreso, y del lado de las importaciones la consecución de bienes y servicios, materias primas o insumos de producción incrementan la utilidad en los consumidores y permiten ampliar las posibilidades de producción en las empresas.

En este sentido, los estudios se han centrado en indagar acerca del rol de las exportaciones en el crecimiento económico, dejando a un lado a las importaciones de insumos como de bienes de capital y su papel en dicho crecimiento.

Los países subdesarrollados como México precisan importar los bienes de capital, tecnologías, bienes de consumo y servicios que demanda el proceso de crecimiento económico y la población de sus países.

La internacionalización es una realidad que se tiene que aceptar. Por lo tanto, el desarrollo es un proceso cada vez más ligado al exterior. Prueba de ello son las compras en línea que no conoce fronteras y que va en aumento como tendencia.

La importancia del comercio exterior como factor de crecimiento debe radicar, fundamentalmente, en que propicie una actividad económica mayor e independiente.

El caso de México habla por sí solo, se encuentra sujeto a una dependencia casi absoluta, desde el punto de vista de las exportaciones y las importaciones, al mercado de los EE.UU.

Los obstáculos al comercio exterior, son entre otros muchos, los crecientes saldos negativos en la balanza comercial con Estados Unidos; la falta de estabilidad de los precios de las materias primas; y los altos aranceles para los productos, sobre todo para los semi-manufacturados y manufacturados.

Una implicación importante de lo encontrado en el modelo es que México debe crecer para poder importar, y no importar para poder crecer.

Un país que crezca importando bienes de capital para la innovación y creación y no por la manufactura es el reto de este gobierno y de los que continúen, en donde la retorica anti global y minimizando al empresariado es risible ante la realidad.

IMPORTACIONES PARA EL CRECIMIENTO

Hoy en día ningún país puede desarrollarse a puerta cerrada, requiere de capital, recursos y conocimientos externos para detonar el crecimiento sostenido.

Desde la aparición de los mercantilistas en el siglo XVI, pasando por David Ricardo y Keynes, se ha expuesto la importancia del comercio internacional para el crecimiento y desarrollo económico de los países.

Es sabido que las exportaciones elevan los niveles de ingreso, y del lado de las importaciones la consecución de bienes y servicios, materias primas o insumos de producción incrementan la utilidad en los consumidores y permiten ampliar las posibilidades de producción en las empresas.

En este sentido, los estudios se han centrado en indagar acerca del rol de las exportaciones en el crecimiento económico, dejando a un lado a las importaciones de insumos como de bienes de capital y su papel en dicho crecimiento.

Los países subdesarrollados como México precisan importar los bienes de capital, tecnologías, bienes de consumo y servicios que demanda el proceso de crecimiento económico y la población de sus países.

La internacionalización es una realidad que se tiene que aceptar. Por lo tanto, el desarrollo es un proceso cada vez más ligado al exterior. Prueba de ello son las compras en línea que no conoce fronteras y que va en aumento como tendencia.

La importancia del comercio exterior como factor de crecimiento debe radicar, fundamentalmente, en que propicie una actividad económica mayor e independiente.

El caso de México habla por sí solo, se encuentra sujeto a una dependencia casi absoluta, desde el punto de vista de las exportaciones y las importaciones, al mercado de los EE.UU.

Los obstáculos al comercio exterior, son entre otros muchos, los crecientes saldos negativos en la balanza comercial con Estados Unidos; la falta de estabilidad de los precios de las materias primas; y los altos aranceles para los productos, sobre todo para los semi-manufacturados y manufacturados.

Una implicación importante de lo encontrado en el modelo es que México debe crecer para poder importar, y no importar para poder crecer.

Un país que crezca importando bienes de capital para la innovación y creación y no por la manufactura es el reto de este gobierno y de los que continúen, en donde la retorica anti global y minimizando al empresariado es risible ante la realidad.