/ viernes 15 de noviembre de 2019

Entorno Empresarial

AHORRO INVERSIÓN Y GASTO

Cuántas veces le ha pasado que llega la quincena y se da cuenta que apenas si le alcanzó el dinero o que ya necesita un préstamo.

Por ello, queremos compartirle una fórmula para que sepa cómo administrar su dinero, a fin de que su cuenta no quede en ceros y pueda mejorar su calidad de vida.

Una de las formulas es la regla de 50/30/20 para hacer rendir su dinero. Es una fórmula ideada por la ex catedrática Elizabeth Warren, que ayuda a llevar de forma sana las finanzas personales. Solo usa tres sencillos pasos.

Su propuesta es en esta fórmula de tres números: gastar 50% de los ingresos en necesidades como vivienda y comida; 30% en cosas divertidas opcionales y antojos y ahorrar el 20% restante.

Para aplicar esta regla lo primero que se debe determinar es cuáles son los gastos imprescindibles que deben ocupar el 50%. "Un límite de gasto puede sonar muy triste, lleno de privaciones. Pero este límite tiene que ver con la liberación, no con la privación", recalca el libro.

También es clave diferenciar entre los gastos que son "necesidades" y los que son "deseos".

Básicamente, cualquier pago al que se pueda renunciar con inconvenientes menores es un deseo, pero aquel que al cortarlo afecte gravemente la calidad de vida, como la electricidad y los medicamentos recetados, claramente es una necesidad.

Así mismo, un pago mínimo en una tarjeta de crédito, puede considerarse una "necesidad", porque al no hacerlo no solo se generan intereses de mora, sino que se daña el historial crediticio.

Lo que se pague por encima del pago mínimo va a la cuenta del ahorro (20%), pues es un prepago de deuda, que a futuro implica tener que sacar menos dinero para estar al día en la tarjeta.

En la categoría de deseos (30%) están las cenas y películas, entradas para eventos deportivos y conciertos; vacaciones, el último dispositivo electrónico e internet de ultra alta velocidad.

También están las decisiones de mejoramiento, como por ejemplo elegir un bistec más costoso en lugar de una hamburguesa más barata, comprar un carro de alta gama.

Básicamente, los deseos son todos esos pequeños extras en los que se gasta dinero, que hacen que la vida sea más agradable y entretenida, pero que en exceso son los que ponen en riesgo las finanzas personales.

Ahora dependerá de cómo cada uno acomoda la formula a sus gastos y capacidades de ahorro.

AHORRO INVERSIÓN Y GASTO

Cuántas veces le ha pasado que llega la quincena y se da cuenta que apenas si le alcanzó el dinero o que ya necesita un préstamo.

Por ello, queremos compartirle una fórmula para que sepa cómo administrar su dinero, a fin de que su cuenta no quede en ceros y pueda mejorar su calidad de vida.

Una de las formulas es la regla de 50/30/20 para hacer rendir su dinero. Es una fórmula ideada por la ex catedrática Elizabeth Warren, que ayuda a llevar de forma sana las finanzas personales. Solo usa tres sencillos pasos.

Su propuesta es en esta fórmula de tres números: gastar 50% de los ingresos en necesidades como vivienda y comida; 30% en cosas divertidas opcionales y antojos y ahorrar el 20% restante.

Para aplicar esta regla lo primero que se debe determinar es cuáles son los gastos imprescindibles que deben ocupar el 50%. "Un límite de gasto puede sonar muy triste, lleno de privaciones. Pero este límite tiene que ver con la liberación, no con la privación", recalca el libro.

También es clave diferenciar entre los gastos que son "necesidades" y los que son "deseos".

Básicamente, cualquier pago al que se pueda renunciar con inconvenientes menores es un deseo, pero aquel que al cortarlo afecte gravemente la calidad de vida, como la electricidad y los medicamentos recetados, claramente es una necesidad.

Así mismo, un pago mínimo en una tarjeta de crédito, puede considerarse una "necesidad", porque al no hacerlo no solo se generan intereses de mora, sino que se daña el historial crediticio.

Lo que se pague por encima del pago mínimo va a la cuenta del ahorro (20%), pues es un prepago de deuda, que a futuro implica tener que sacar menos dinero para estar al día en la tarjeta.

En la categoría de deseos (30%) están las cenas y películas, entradas para eventos deportivos y conciertos; vacaciones, el último dispositivo electrónico e internet de ultra alta velocidad.

También están las decisiones de mejoramiento, como por ejemplo elegir un bistec más costoso en lugar de una hamburguesa más barata, comprar un carro de alta gama.

Básicamente, los deseos son todos esos pequeños extras en los que se gasta dinero, que hacen que la vida sea más agradable y entretenida, pero que en exceso son los que ponen en riesgo las finanzas personales.

Ahora dependerá de cómo cada uno acomoda la formula a sus gastos y capacidades de ahorro.