/ viernes 19 de julio de 2019

Entorno Empresarial

SIN CRECIMIENTO SE ACENTUARÀ LA POBREZA

Una de las consignas de cada gobierno es reducir la pobreza, la manera de hacerlo es creciendo, múltiples facetas ayudan a esto, que da por resultado que las personas puedan generar más dinero y además de vivir puedan ahorrar y hacer su patrimonio. Sin embargo, todos los pronósticos apuntan a un muy bajo crecimiento, ¿Que significa esto?

México es un país emergente como la mayoría de Latinoamérica y las tendencias de la región son muy similares. Latinoamérica ha logrado reducir la pobreza, pero crece menos que otras economías emergentes. Por eso enfrenta desafíos enormes para aumentar su productividad y no quedar rezagada. México en su historia reciente ha tenido la imagen de ser uno de los países emergentes más prósperos. Esos factores le permitieron incorporar programas sociales a sus estrategias de inclusión, y con ello, generar un mayor consumo reflejado, en principio, en el crecimiento.

A pesar de los esfuerzos a lo largo de este siglo para reducir la pobreza, este proceso podría frenarse, como se pronostica en México. ¿Qué pasa? El modelo permanece enfocado en lo extractivo y en una estructura que no permite una institucionalidad fuerte. Las innovaciones no les llegan a las minorías, se mantienen fuertes oligopolios y monopolios que no permiten una competencia más intensa y, además, prevalecen políticas proteccionistas. De otro lado, el crecimiento se fundamenta más en la expansión laboral que en los aumentos de productividad. ¿Cómo revertirlo? Hay que fomentar un círculo virtuoso: asegurar condiciones de inversión productiva que genere empleo de calidad; procurar mejores escenarios de competencia para que la innovación no pare y el consumo sea sostenible a precios razonables; aprovechar los mercados internacionales para crecer y desarrollar los internos. La estructura empresarial muestra un débil nivel de innovación y especialización, factores necesarios para el crecimiento futuro. El consumo ha crecido sobre todo por el aumento de la población, no porque cada persona consuma más. El camino principal hacia una prosperidad sostenida y creciente proviene del acceso a empleos productivos y bien remunerados.

SIN CRECIMIENTO SE ACENTUARÀ LA POBREZA

Una de las consignas de cada gobierno es reducir la pobreza, la manera de hacerlo es creciendo, múltiples facetas ayudan a esto, que da por resultado que las personas puedan generar más dinero y además de vivir puedan ahorrar y hacer su patrimonio. Sin embargo, todos los pronósticos apuntan a un muy bajo crecimiento, ¿Que significa esto?

México es un país emergente como la mayoría de Latinoamérica y las tendencias de la región son muy similares. Latinoamérica ha logrado reducir la pobreza, pero crece menos que otras economías emergentes. Por eso enfrenta desafíos enormes para aumentar su productividad y no quedar rezagada. México en su historia reciente ha tenido la imagen de ser uno de los países emergentes más prósperos. Esos factores le permitieron incorporar programas sociales a sus estrategias de inclusión, y con ello, generar un mayor consumo reflejado, en principio, en el crecimiento.

A pesar de los esfuerzos a lo largo de este siglo para reducir la pobreza, este proceso podría frenarse, como se pronostica en México. ¿Qué pasa? El modelo permanece enfocado en lo extractivo y en una estructura que no permite una institucionalidad fuerte. Las innovaciones no les llegan a las minorías, se mantienen fuertes oligopolios y monopolios que no permiten una competencia más intensa y, además, prevalecen políticas proteccionistas. De otro lado, el crecimiento se fundamenta más en la expansión laboral que en los aumentos de productividad. ¿Cómo revertirlo? Hay que fomentar un círculo virtuoso: asegurar condiciones de inversión productiva que genere empleo de calidad; procurar mejores escenarios de competencia para que la innovación no pare y el consumo sea sostenible a precios razonables; aprovechar los mercados internacionales para crecer y desarrollar los internos. La estructura empresarial muestra un débil nivel de innovación y especialización, factores necesarios para el crecimiento futuro. El consumo ha crecido sobre todo por el aumento de la población, no porque cada persona consuma más. El camino principal hacia una prosperidad sostenida y creciente proviene del acceso a empleos productivos y bien remunerados.