/ viernes 14 de junio de 2019

Entorno Empresarial


IMPUESTOS REGRESIVOS

Las expectativas levantadas alrededor de un cambio y de inclusión social, presionan una política que exige incrementar el bienestar.

Uno de los problemas es que los sistemas impositivos están compuestos mayoritariamente por tributos regresivos que recaen de este modo sobre los sectores de menores recursos.

Un impuesto regresivo es aquel que recauda un menor porcentaje de los ingresos en la medida que la persona gana más. Asimismo, representa una mayor carga para los individuos de bajo estatus socioeconómico.

En otras palabras, los impuestos regresivos son aquellos que afectan relativamente más a los pobres que a los ricos.

Por lo tanto, no tienen un efecto de redistribución de la riqueza. Por el contrario, si son muy altos pueden acentuar la desigualdad en una sociedad.

La evidencia sugiere que la proporción del consumo en el gasto de una familia, se reduce al aumentar impuestos regresivos.

Es decir, los contribuyentes de menores ingresos pagan proporcionalmente más que los de ingresos más elevados.

En los países con administraciones tributarias poco eficientes y con altos porcentajes de evasión, aumentar impuestos es el camino fácil.

Sin embargo, en una estructura tributaria de este tipo, sumamente regresiva, la evasión se auto refuerza y una caída en los niveles de actividad económica hacen caer considerablemente la recaudación.

Todos los indicadores, sin dudas muestran claramente porqué la desigualdad se ensancha, porqué la política fiscal ha sido y sigue siendo una de las causas de esa desigualdad.

La Política Tributaria debe ser equitativa, es decir, debe promover la igualdad.

La importancia fundamental de la equidad radica en que, en la medida que los contribuyentes perciban que el sistema tributario es justo, mayor será su aceptación.

Un mal cálculo en un impuesto puede hacer que la carga y el peso económico sea considerado tan alto que las personas o empresas afectadas no deseen producir, ahorrar o generar riquezas, puede traer graves consecuencias para la economía local.

Hay que actuar con responsabilidad, ante la pobreza, lo prudente es el no aumento y la no permanencia de algunos impuestos dado que los ingresos de la población se ven afectados, situación que los dejara mal parados.


IMPUESTOS REGRESIVOS

Las expectativas levantadas alrededor de un cambio y de inclusión social, presionan una política que exige incrementar el bienestar.

Uno de los problemas es que los sistemas impositivos están compuestos mayoritariamente por tributos regresivos que recaen de este modo sobre los sectores de menores recursos.

Un impuesto regresivo es aquel que recauda un menor porcentaje de los ingresos en la medida que la persona gana más. Asimismo, representa una mayor carga para los individuos de bajo estatus socioeconómico.

En otras palabras, los impuestos regresivos son aquellos que afectan relativamente más a los pobres que a los ricos.

Por lo tanto, no tienen un efecto de redistribución de la riqueza. Por el contrario, si son muy altos pueden acentuar la desigualdad en una sociedad.

La evidencia sugiere que la proporción del consumo en el gasto de una familia, se reduce al aumentar impuestos regresivos.

Es decir, los contribuyentes de menores ingresos pagan proporcionalmente más que los de ingresos más elevados.

En los países con administraciones tributarias poco eficientes y con altos porcentajes de evasión, aumentar impuestos es el camino fácil.

Sin embargo, en una estructura tributaria de este tipo, sumamente regresiva, la evasión se auto refuerza y una caída en los niveles de actividad económica hacen caer considerablemente la recaudación.

Todos los indicadores, sin dudas muestran claramente porqué la desigualdad se ensancha, porqué la política fiscal ha sido y sigue siendo una de las causas de esa desigualdad.

La Política Tributaria debe ser equitativa, es decir, debe promover la igualdad.

La importancia fundamental de la equidad radica en que, en la medida que los contribuyentes perciban que el sistema tributario es justo, mayor será su aceptación.

Un mal cálculo en un impuesto puede hacer que la carga y el peso económico sea considerado tan alto que las personas o empresas afectadas no deseen producir, ahorrar o generar riquezas, puede traer graves consecuencias para la economía local.

Hay que actuar con responsabilidad, ante la pobreza, lo prudente es el no aumento y la no permanencia de algunos impuestos dado que los ingresos de la población se ven afectados, situación que los dejara mal parados.