/ viernes 7 de diciembre de 2018

Entorno Empresarial

LA GESTIÓN INTEGRADA DEL AGUA ES UNA NECESIDAD

El aumento de tarifas en los servicios públicos y en particular en el agua es un tema que siempre genera polémica.

Los escenarios adversos en torno a la escasez del agua a futuro están más ligados a una gestión obsoleta e ineficaz del vital líquido, que a una lógica simple en donde el desabasto se agrava solo con el aumento de la población.

La mayor parte de la infraestructura ya cumplió su vida útil, por lo que se registran pérdidas por fugas. A esto se suma una mala administración, y una estrategia focalizada en la sobreexplotación de acuíferos en vez de una política eficaz para promover el uso racional del agua.

Hoy, la ineficiencia y opacidad en la operación de los sistemas de provisión de agua y saneamiento, resultan en una baja recaudación de pagos excusa principal que hemos encontrado en los organismos operadores.

Pero la escasez no es el gran reto para garantizar el suministro, sino la gobernanza en el ejercicio de los sistemas de agua y la implementación de políticas exitosas, hoy ausentes, que promuevan un consumo racionado y no aumentos como parte de un rescate.

Es imperioso tener un sistema financiero que atienda el desfase y atraso de inversión en el sector.

No solamente se tiene que impactar la tarifa, sino también el presupuesto federal, estatal y municipal, reconociendo que el agua es un asunto de seguridad nacional.

Los desafíos encontrados por los países en sus búsquedas del desarrollo económico y social están crecientemente relacionados con el agua.

La escasez de agua y su deterioro y los impactos de las inundaciones están dentro de los principales problemas que requieren más atención y acción.

La gestión integrada de los recursos hídricos es un proceso que puede asistir en sus esfuerzos por tratar los asuntos del agua de una manera sustentable y con efectividad de costos.

El desarrollo sostenible de los recursos hídricos debe ser una actividad integrada que comprenda acciones ingenieriles y económicas, así como una política de recursos.

Los proyectos de recursos hidráulicos son sostenibles si hay disponibilidad de agua en cantidad y calidad suficientes y a precios aceptables, para satisfacer las normas de calidad establecidas y la demanda de la población de una región, en la actualidad y en el futuro sin provocar deterioro en el medio ambiente.

LA GESTIÓN INTEGRADA DEL AGUA ES UNA NECESIDAD

El aumento de tarifas en los servicios públicos y en particular en el agua es un tema que siempre genera polémica.

Los escenarios adversos en torno a la escasez del agua a futuro están más ligados a una gestión obsoleta e ineficaz del vital líquido, que a una lógica simple en donde el desabasto se agrava solo con el aumento de la población.

La mayor parte de la infraestructura ya cumplió su vida útil, por lo que se registran pérdidas por fugas. A esto se suma una mala administración, y una estrategia focalizada en la sobreexplotación de acuíferos en vez de una política eficaz para promover el uso racional del agua.

Hoy, la ineficiencia y opacidad en la operación de los sistemas de provisión de agua y saneamiento, resultan en una baja recaudación de pagos excusa principal que hemos encontrado en los organismos operadores.

Pero la escasez no es el gran reto para garantizar el suministro, sino la gobernanza en el ejercicio de los sistemas de agua y la implementación de políticas exitosas, hoy ausentes, que promuevan un consumo racionado y no aumentos como parte de un rescate.

Es imperioso tener un sistema financiero que atienda el desfase y atraso de inversión en el sector.

No solamente se tiene que impactar la tarifa, sino también el presupuesto federal, estatal y municipal, reconociendo que el agua es un asunto de seguridad nacional.

Los desafíos encontrados por los países en sus búsquedas del desarrollo económico y social están crecientemente relacionados con el agua.

La escasez de agua y su deterioro y los impactos de las inundaciones están dentro de los principales problemas que requieren más atención y acción.

La gestión integrada de los recursos hídricos es un proceso que puede asistir en sus esfuerzos por tratar los asuntos del agua de una manera sustentable y con efectividad de costos.

El desarrollo sostenible de los recursos hídricos debe ser una actividad integrada que comprenda acciones ingenieriles y económicas, así como una política de recursos.

Los proyectos de recursos hidráulicos son sostenibles si hay disponibilidad de agua en cantidad y calidad suficientes y a precios aceptables, para satisfacer las normas de calidad establecidas y la demanda de la población de una región, en la actualidad y en el futuro sin provocar deterioro en el medio ambiente.