/ viernes 27 de julio de 2018

Entorno Empresarial

DÍFICIL SITUACIÓN DE LOS COMBUSTIBLES EN MÉXICO

El 75% del combustible que se consume en México proviene principalmente de Estados Unidos, ya que las refinerías mexicanas mantienen una tendencia a la baja en sus volúmenes de producción.

Revivir las refinerías del país para satisfacer el consumo nacional de gasolina, como plantea Andrés Manuel López Obrador, apenas cubriría el 50% de la dependencia de México a las importaciones del combustible

Solo cinco refinerías, de seis existentes en el país, tienen los medios para producir gasolina; pero éstas trabajan a 35% o 60% de su capacidad.

En su último reporte operativo, Petróleos Mexicanos (Pemex) informó que la venta interna de gasolinas alcanzó 764 mil 600 barriles diarios de gasolina; de los cuales solo 21% se produce en refinerías mexicanas y 79% proviene del extranjero.

Pero, con la reconversión de las plantas, la proporción de gasolina importada caería a 3.95 litros de cada 10 comercializados; lo cual es insuficiente para cumplir con el objetivo de autosuficiencia que busca López Obrador en dicha materia.

Tres años tardaría la construcción de la primera refinería, de las dos que propone AMLO; para acabar con la importación de las gasolinas.

Dichos objetivos son muy difíciles de cumplir ante las condiciones financieras actuales de Pemex; debido a que no cuenta con los recursos suficientes y su capacidad de contratar créditos es muy limitada.

La construcción de una refinería requiere una inversión estimada de ocho mil a 10 mil millones de dólares; con un aproximado de 20 mil millones de dólares para sacar adelante las dos unidades prometidas por AMLO.

El año pasado la paraestatal obtuvo préstamos por mil 500 millones de dólares; y este año apenas ha recibido 650 millones de dólares en créditos para la operación y restablecimiento de infraestructura.

Y ello demuestra la incapacidad financiera para construir las refinerías prometidas.

Amenos de que AMLO acepte y recurra a la participación de inversionistas privados en tales proyectos; tal y como está previsto en la Reforma Energética.

Sin contar que construir una refinería y producir el primer litro de gasolina tardaría entre seis y siete años; lo que implicaría que los resultados se verían hasta 2025.

DÍFICIL SITUACIÓN DE LOS COMBUSTIBLES EN MÉXICO

El 75% del combustible que se consume en México proviene principalmente de Estados Unidos, ya que las refinerías mexicanas mantienen una tendencia a la baja en sus volúmenes de producción.

Revivir las refinerías del país para satisfacer el consumo nacional de gasolina, como plantea Andrés Manuel López Obrador, apenas cubriría el 50% de la dependencia de México a las importaciones del combustible

Solo cinco refinerías, de seis existentes en el país, tienen los medios para producir gasolina; pero éstas trabajan a 35% o 60% de su capacidad.

En su último reporte operativo, Petróleos Mexicanos (Pemex) informó que la venta interna de gasolinas alcanzó 764 mil 600 barriles diarios de gasolina; de los cuales solo 21% se produce en refinerías mexicanas y 79% proviene del extranjero.

Pero, con la reconversión de las plantas, la proporción de gasolina importada caería a 3.95 litros de cada 10 comercializados; lo cual es insuficiente para cumplir con el objetivo de autosuficiencia que busca López Obrador en dicha materia.

Tres años tardaría la construcción de la primera refinería, de las dos que propone AMLO; para acabar con la importación de las gasolinas.

Dichos objetivos son muy difíciles de cumplir ante las condiciones financieras actuales de Pemex; debido a que no cuenta con los recursos suficientes y su capacidad de contratar créditos es muy limitada.

La construcción de una refinería requiere una inversión estimada de ocho mil a 10 mil millones de dólares; con un aproximado de 20 mil millones de dólares para sacar adelante las dos unidades prometidas por AMLO.

El año pasado la paraestatal obtuvo préstamos por mil 500 millones de dólares; y este año apenas ha recibido 650 millones de dólares en créditos para la operación y restablecimiento de infraestructura.

Y ello demuestra la incapacidad financiera para construir las refinerías prometidas.

Amenos de que AMLO acepte y recurra a la participación de inversionistas privados en tales proyectos; tal y como está previsto en la Reforma Energética.

Sin contar que construir una refinería y producir el primer litro de gasolina tardaría entre seis y siete años; lo que implicaría que los resultados se verían hasta 2025.