/ viernes 13 de abril de 2018

Entorno Empresarial

Nos encontramos en una época en que la ansiada igualdad se diluye entre la desigualdad y el desempleo, expresa desigualdades intolerables en el plano moral y político.

Es, por otra parte, uno de los aspectos más trágicos de la carrera por el desarrollo económico, la baja relativa del nivel de vida.

Y es que aun que tengamos un crecimiento sostenido, no garantiza que la mayoría reciba estos beneficios.

Esto es, por la orientación de las políticas y en que está basada la distribución del ingreso en el país y en los estados, son importantes las decisiones particulares en cada estado y en cada municipio, con un eje rector que no ayuda mucho como es la política económica.

El buscar las ansiadas vocaciones estatales en clusters industriales fue una política de avances, pero que como vemos en el mundo, está cambiando, ahora en paralelo nos enfocamos en servicios de bajo valor agregado.

Esta distribución del ingreso se está basando en el mercado laboral, creando un fenómeno en el que los más educados, son en su mayoría más desempleados, y es que no contamos con las empresas para su integración, por eso el enfoque trasnacional es raquítico.

Es posible que un trabajador, si no tiene otra alternativa, prefiera un puesto de trabajo por precario y mal pagado que sea a morirse de hambre.

La alternativa a los empleos basura no tiene por qué ser el desempleo, sino empleos estables y bien retribuidos.

Los empleos basura, aceptados bajo el fatalismo de que más vale eso que nada, terminan contagiando a la totalidad del mercado y deprimiendo las condiciones laborales de todos los trabajadores.

Nuestro modelo de crecimiento se fundamenta en el abaratamiento continuo de la mano de obra, lo que no es sólo negativo desde el punto de vista de los trabajadores, sino también peligroso si nos basamos exclusivamente en el reducido coste laboral.


Lo cierto es que la acumulación de decisiones aun por pequeñas que estas sean permiten beneficiar a gran cantidad de personas a nivel local, no esperar como se argumenta un cambio total del modelo económico.

Más sensato son ajustes micro que permitan tener un mercado laboral estatal que permita el ingreso de toda la fuerza laboral, esto parecería una utopía, pero no lo es, por ello muchos potosinos se encuentran en otras entidades del país.

Nos encontramos en una época en que la ansiada igualdad se diluye entre la desigualdad y el desempleo, expresa desigualdades intolerables en el plano moral y político.

Es, por otra parte, uno de los aspectos más trágicos de la carrera por el desarrollo económico, la baja relativa del nivel de vida.

Y es que aun que tengamos un crecimiento sostenido, no garantiza que la mayoría reciba estos beneficios.

Esto es, por la orientación de las políticas y en que está basada la distribución del ingreso en el país y en los estados, son importantes las decisiones particulares en cada estado y en cada municipio, con un eje rector que no ayuda mucho como es la política económica.

El buscar las ansiadas vocaciones estatales en clusters industriales fue una política de avances, pero que como vemos en el mundo, está cambiando, ahora en paralelo nos enfocamos en servicios de bajo valor agregado.

Esta distribución del ingreso se está basando en el mercado laboral, creando un fenómeno en el que los más educados, son en su mayoría más desempleados, y es que no contamos con las empresas para su integración, por eso el enfoque trasnacional es raquítico.

Es posible que un trabajador, si no tiene otra alternativa, prefiera un puesto de trabajo por precario y mal pagado que sea a morirse de hambre.

La alternativa a los empleos basura no tiene por qué ser el desempleo, sino empleos estables y bien retribuidos.

Los empleos basura, aceptados bajo el fatalismo de que más vale eso que nada, terminan contagiando a la totalidad del mercado y deprimiendo las condiciones laborales de todos los trabajadores.

Nuestro modelo de crecimiento se fundamenta en el abaratamiento continuo de la mano de obra, lo que no es sólo negativo desde el punto de vista de los trabajadores, sino también peligroso si nos basamos exclusivamente en el reducido coste laboral.


Lo cierto es que la acumulación de decisiones aun por pequeñas que estas sean permiten beneficiar a gran cantidad de personas a nivel local, no esperar como se argumenta un cambio total del modelo económico.

Más sensato son ajustes micro que permitan tener un mercado laboral estatal que permita el ingreso de toda la fuerza laboral, esto parecería una utopía, pero no lo es, por ello muchos potosinos se encuentran en otras entidades del país.