El rápido crecimiento que muestran los hogares con préstamos bancarios, el aumento de los hogares muy endeudados y el interrogante de si la economía de los hogares endeudados cobrará dinámica, son llamados de atención para atender.
Para los mexicanos la decisión de endeudarse para darse un gusto, es más común que para formar o consolidar el patrimonio, sin embargo hoy con mas frecuencia se endeuda una familia por una necesidad apremiante.
Con empleos de bajos sueldos y deterioro en el poder adquisitivo, lo más fácil es endeudarse.
Parece cierto que una de las circunstancias que mantiene en marcha el ritmo de la economía mexicana en la actualidad es el endeudamiento familiar por encima de su capacidad real de consumo, lo que puede observarse fácilmente por ejemplo en la adquisición de vivienda por parte de las familias.
El incremento de beneficios empresariales se ha logrado en base al recorte de gastos y los dividendos del exterior. Los dos pilares sobre los que se apuntalaron los resultados empresariales.
En la actualidad la presión de los beneficios empresariales no hace sino desplazarse sobre los sueldos de los trabajadores y las rentas salariales, y de manera especial sobre la productividad de éstos.
En México pocas empresas reducen costos salariales deslocalizando su producción, es más común que las empresas incrementan la productividad mediante el despido de sus trabajadores o por el incremento en la productividad por encima de salario, lo que acaba produciendo inevitablemente, un fenómeno de sobreproducción, en el que la demanda de bienes de consumo es incapaz de asimilar la oferta de dichos bienes; lo que a la larga motiva exactamente los mismos efectos que en el caso de la deslocalización.
En definitiva, los pronósticos económicos recientemente dados a conocer vaticinan una coyuntura economica económica, generalmente asociada a las empresas, dañando además gravemente el empleo, pues se implementan las medidas antes descritas para conseguir unos elevados beneficios a corto plazo, pero que al fin y al cabo no se pueden mantener de manera estructural o a medio y largo plazo, por lo que el aumento del crédito y el consumo debe ir aparejado siempre a la capacidad de pago y a los imponderables que se pueda tener, pues las condiciones no siempre son estables y puede contribuir de manera significativa al aumento de hogares muy endeudados.
