/ domingo 21 de julio de 2019

El sentido de vivir

Me pregunto qué sucederá cuando alguien se entera que tiene una enfermedad terminal, ¿tal vez? en ese momento, reconozcamos que hemos gastado la vida de tanto usarla, de tanto usarla mal, de tanto fingir, de defender cadáveres que cargamos de por vida, iniciando con el nuestro; no aprendemos a hacer lo que las águilas, renovarnos cada periodo o ciclo que nos hace ver que estamos llegando a un final, final de un trabajo o de pareja o de relaciones insanas que no nos permiten ser felices.

Cada X tiempo debemos replantear nuestra existencia para planear el resto que nos queda, vivimos basados en el ego sin hacernos la pregunta de cuál es el sentido de nuestra existencia, si usted ha leído el libro de Víctor Frankl El hombre en busca de Sentido podrá observar y analizar que no pasa nada si decidimos cambiar nuestra forma de amar para no repetirnos eternamente con los mismos desaciertos, lo sabio, es reconocer los momentos que nos indican que debemos morir para renacer, darnos cuenta que solo tenemos el día de hoy, aprender a perdonarnos en vida para crecer y ser, perdonarnos por no escucharnos, por hablar de más, por callar de más, por mentirnos y no vernos al espejo como somos, con lo que tenemos y con lo que podemos.

¿Cuántas veces queremos y hemos vivido aparentando por un qué dirán? Como si a alguien importara y como si no supiésemos que no hay chisme que dure más de un mes, perdonarnos por querer pretender ser y no ser, por no soltar y ahogarnos queriendo salvar a otros cuando siempre nos dejamos al último, al final de la fila de nuestros seres queridos olvidando que somos nosotros lo más importante en este mundo, por gastar en los demás sin darnos gustos personales, por no ser mas amables con nosotros mismos, por tener miedo a disfrutar plenamente de las cosas y las situaciones que vivimos, por tener miedo a vivir nuestra sexualidad.

Habrá que perdonarnos por tropezar mil veces con la misma piedra y escoger el mismo tipo de pareja y repetir situaciones, por no creer que somos y nacimos millonarios, limitándonos a la queja y la culpa, culpando a otros de nuestras carencias, desconfianza, miedos y desaciertos, perdonarnos por no ejercer ternura en nuestra persona y si en los demás, por ser críticos con nosotros mismos y criticar a los demás porque tienen más o menos, porque son más libres o felices.

No es lo que se vive lo que determina nuestra felicidad es la actitud con que enfrentamos las situaciones las que determinan nuestra felicidad y mientras usted determina la suya yo me dedico a morir para renacer una vez más, deseándole un feliz Domingo y esperando sus comentarios agradeciéndole su lectura

angeldesofia@yahoo.com.mx

Me pregunto qué sucederá cuando alguien se entera que tiene una enfermedad terminal, ¿tal vez? en ese momento, reconozcamos que hemos gastado la vida de tanto usarla, de tanto usarla mal, de tanto fingir, de defender cadáveres que cargamos de por vida, iniciando con el nuestro; no aprendemos a hacer lo que las águilas, renovarnos cada periodo o ciclo que nos hace ver que estamos llegando a un final, final de un trabajo o de pareja o de relaciones insanas que no nos permiten ser felices.

Cada X tiempo debemos replantear nuestra existencia para planear el resto que nos queda, vivimos basados en el ego sin hacernos la pregunta de cuál es el sentido de nuestra existencia, si usted ha leído el libro de Víctor Frankl El hombre en busca de Sentido podrá observar y analizar que no pasa nada si decidimos cambiar nuestra forma de amar para no repetirnos eternamente con los mismos desaciertos, lo sabio, es reconocer los momentos que nos indican que debemos morir para renacer, darnos cuenta que solo tenemos el día de hoy, aprender a perdonarnos en vida para crecer y ser, perdonarnos por no escucharnos, por hablar de más, por callar de más, por mentirnos y no vernos al espejo como somos, con lo que tenemos y con lo que podemos.

¿Cuántas veces queremos y hemos vivido aparentando por un qué dirán? Como si a alguien importara y como si no supiésemos que no hay chisme que dure más de un mes, perdonarnos por querer pretender ser y no ser, por no soltar y ahogarnos queriendo salvar a otros cuando siempre nos dejamos al último, al final de la fila de nuestros seres queridos olvidando que somos nosotros lo más importante en este mundo, por gastar en los demás sin darnos gustos personales, por no ser mas amables con nosotros mismos, por tener miedo a disfrutar plenamente de las cosas y las situaciones que vivimos, por tener miedo a vivir nuestra sexualidad.

Habrá que perdonarnos por tropezar mil veces con la misma piedra y escoger el mismo tipo de pareja y repetir situaciones, por no creer que somos y nacimos millonarios, limitándonos a la queja y la culpa, culpando a otros de nuestras carencias, desconfianza, miedos y desaciertos, perdonarnos por no ejercer ternura en nuestra persona y si en los demás, por ser críticos con nosotros mismos y criticar a los demás porque tienen más o menos, porque son más libres o felices.

No es lo que se vive lo que determina nuestra felicidad es la actitud con que enfrentamos las situaciones las que determinan nuestra felicidad y mientras usted determina la suya yo me dedico a morir para renacer una vez más, deseándole un feliz Domingo y esperando sus comentarios agradeciéndole su lectura

angeldesofia@yahoo.com.mx