/ domingo 21 de noviembre de 2021

El regreso de los zombies

Es verdad. Todo sistema democrático necesita contrapesos, equilibrios, diques contra el abuso de poder, espacios para la reflexión y las ideas; los gobernantes en turno, todos, necesitan de esas fuerzas emergidas de la sociedad para ser mejores, perfectibles, empáticos, efectivos…humanos.

Pero de eso a que el peor presidente municipal en la historia de San Luis Potosí como lo es Xavier Nava Palacios pretenda convertirse, por asalto, en líder moral de los potosinos como lo fue su abuelo, despojando vilmente a un octonegario -o nonagenario- del cargo de presidente del Frente Cívico Potosino del que nadie se acordaba que existía, hay un gran trecho y raya en lo ridículo.

Líder de un gobierno acusado de agredir y abusar de mujeres, de robarse 7 millones de pesos de un cajón, de tener decenas de personas en la nómina donde cobraron sin trabajar -aviadores-, de beneficiar a sus amigos con compra de coches, gasolinas, entrega de permisos, obras en sus negocios particulares con recursos públicos, entre infinidad de irregularidades, Nava no puede autoproclamarse “el líder que San Luis necesita”.

Derrotado en las urnas y con denuncias penales en contra de su administración municipal 2018-2021, por uso indebido de recursos públicos y lo que resulte, Xavier Nava Palacios aparece de nueva cuenta en el escenario “ciudadano” asumiendo la titularidad del Frente Cívico Potosino, un organismo que llevaba muerto más de 30 años.

Xavier Nava está en la mira del Congreso del Estado, donde tiene abierto un juicio político por atentar contra los derechos humanos de mujeres y pueblos originarios durante su malogrado trienio, y ahora es también blanco de la Fiscalía General del Estado, quien recibió recientemente una serie de denuncias por mal uso de los recursos públicos, denuncias que fueron presentadas por el actual gobierno municipal de Enrique Galindo Ceballos.

A Nava Palacios y el resto de su “kínder jurídico” les urgía protegerse bajo cualquier membrete para argumentar persecución política en su contra en cuanto las investigaciones de ambos órganos avancen; dicen que el que nada debe nada teme, pero el hecho de que este sábado 20 de noviembre, un grupo de jubilados del navismo hayan desempolvado al Frente Cívico Potosino (y extrañamente, se hayan rediseñado sus logotipos muy parecidos a los del Gobierno del Pollo Gallardo) y lo hayan puesto bajo el mando de Xavier Nava, podría interpretarse como un nerviosismo constante del ex alcalde de tener que enfrentar a la justicia como simple ciudadano que es ahora.

Por cierto, a la toma de protesta del ex alcalde como nuevo dirigente del FCP fueron selectivos con el acceso a reporteros, por ahí se vio que sin ningún problema se le permitió el acceso a los afines al navismo, quienes se encargaron de llevar al ex alcalde capitalino por una entrevista tersa en la que continúa percibiéndose como víctima y como poseedor absoluto de la honradez potosina.

Fue extraño que no le preguntaran por las acusaciones que en su momento fueron escándalos como la compra de luminarias al triple de su precio y donde autorizó compras por 300 millones de pesos, o por la renta de las famosas patrullas en más de 150 millones de pesos que se esfumaron el último día de su gestión, dejando a la capital bajo la sombra de la delincuencia, y tampoco se le preguntó cómo fue posible que, en su afán de meter a los Gallardo a la cárcel, Nava Palacios gastara 50 millones de pesos de los potosinos en corporativos jurídicos de la Ciudad de México, recursos que bien pudieron invertirse en bachear las calles capitalinas, que por cierto siguen para el arrastre.

Ya veremos si esta jugada de revivir al Frente Cívico Potosino, que ahora más bien se asimila a un asilo de adultos mayores, le permite a Xavier Nava protegerse políticamente de la embestida judicial que le espera.

Por lo pronto, fue tierno ver, el regreso de los zombies.

Twitter:

@lozano_ray

Es verdad. Todo sistema democrático necesita contrapesos, equilibrios, diques contra el abuso de poder, espacios para la reflexión y las ideas; los gobernantes en turno, todos, necesitan de esas fuerzas emergidas de la sociedad para ser mejores, perfectibles, empáticos, efectivos…humanos.

Pero de eso a que el peor presidente municipal en la historia de San Luis Potosí como lo es Xavier Nava Palacios pretenda convertirse, por asalto, en líder moral de los potosinos como lo fue su abuelo, despojando vilmente a un octonegario -o nonagenario- del cargo de presidente del Frente Cívico Potosino del que nadie se acordaba que existía, hay un gran trecho y raya en lo ridículo.

Líder de un gobierno acusado de agredir y abusar de mujeres, de robarse 7 millones de pesos de un cajón, de tener decenas de personas en la nómina donde cobraron sin trabajar -aviadores-, de beneficiar a sus amigos con compra de coches, gasolinas, entrega de permisos, obras en sus negocios particulares con recursos públicos, entre infinidad de irregularidades, Nava no puede autoproclamarse “el líder que San Luis necesita”.

Derrotado en las urnas y con denuncias penales en contra de su administración municipal 2018-2021, por uso indebido de recursos públicos y lo que resulte, Xavier Nava Palacios aparece de nueva cuenta en el escenario “ciudadano” asumiendo la titularidad del Frente Cívico Potosino, un organismo que llevaba muerto más de 30 años.

Xavier Nava está en la mira del Congreso del Estado, donde tiene abierto un juicio político por atentar contra los derechos humanos de mujeres y pueblos originarios durante su malogrado trienio, y ahora es también blanco de la Fiscalía General del Estado, quien recibió recientemente una serie de denuncias por mal uso de los recursos públicos, denuncias que fueron presentadas por el actual gobierno municipal de Enrique Galindo Ceballos.

A Nava Palacios y el resto de su “kínder jurídico” les urgía protegerse bajo cualquier membrete para argumentar persecución política en su contra en cuanto las investigaciones de ambos órganos avancen; dicen que el que nada debe nada teme, pero el hecho de que este sábado 20 de noviembre, un grupo de jubilados del navismo hayan desempolvado al Frente Cívico Potosino (y extrañamente, se hayan rediseñado sus logotipos muy parecidos a los del Gobierno del Pollo Gallardo) y lo hayan puesto bajo el mando de Xavier Nava, podría interpretarse como un nerviosismo constante del ex alcalde de tener que enfrentar a la justicia como simple ciudadano que es ahora.

Por cierto, a la toma de protesta del ex alcalde como nuevo dirigente del FCP fueron selectivos con el acceso a reporteros, por ahí se vio que sin ningún problema se le permitió el acceso a los afines al navismo, quienes se encargaron de llevar al ex alcalde capitalino por una entrevista tersa en la que continúa percibiéndose como víctima y como poseedor absoluto de la honradez potosina.

Fue extraño que no le preguntaran por las acusaciones que en su momento fueron escándalos como la compra de luminarias al triple de su precio y donde autorizó compras por 300 millones de pesos, o por la renta de las famosas patrullas en más de 150 millones de pesos que se esfumaron el último día de su gestión, dejando a la capital bajo la sombra de la delincuencia, y tampoco se le preguntó cómo fue posible que, en su afán de meter a los Gallardo a la cárcel, Nava Palacios gastara 50 millones de pesos de los potosinos en corporativos jurídicos de la Ciudad de México, recursos que bien pudieron invertirse en bachear las calles capitalinas, que por cierto siguen para el arrastre.

Ya veremos si esta jugada de revivir al Frente Cívico Potosino, que ahora más bien se asimila a un asilo de adultos mayores, le permite a Xavier Nava protegerse políticamente de la embestida judicial que le espera.

Por lo pronto, fue tierno ver, el regreso de los zombies.

Twitter:

@lozano_ray