/ sábado 20 de noviembre de 2021

El gasto federalizado en SLP

El presupuesto federal que se ejerce actualmente (2021) en San Luis Potosí asciende a 46,220,49 millones de pesos. No existe, sin embargo, un informe preciso de cómo avanzó la aplicación de ese gasto federal hasta el 26 de septiembre pasado porque las cifras mostradas por el gobierno saliente y el entrante difieren notablemente. La recaudación estatal representa alrededor del 10 por ciento del presupuesto aprobado por el Congreso del Estado para este año y, como el cierre del ejercicio ocurrirá el 31 de diciembre próximo, la revisión de esas cuentas iniciará hasta enero o febrero del año próximo.

El gobernador Ricardo Gallardo Cardona pinta de negro la situación. No tiene dinero para cubrir las obligaciones de gasto corriente y tampoco dispone de recursos para cubrir lo que le corresponde aportar para el pago de salarios a los maestros de telesecundaria. No obstante, los detalles de lo que el propio mandatario califica como “herencia maldita” permanecen en algún expediente en los cajones de su escritorio, lo cual no parece ser un pecado mayor.

El desglose de las aportaciones federales nos permite conocer que el gasto federalizado alcanzará este año los 39 mil 937 millones de pesos. De esa cantidad, 19,297.9 millones corresponden a las participaciones federales y 20,639.27 millones a las aportaciones federales. Si la entrega física de ese dinero ya se cumplió es tema que no está aclarado. Es de presumirse un programa de asignaciones periódicas y por lo menos el trimestre octubre-noviembre-diciembre debe estar por cubrirse o ya se cubrió.

Del presupuesto federal asignado a nuestra entidad existe un rubro denominado “gasto centralizado” que este año alcanza los 5,306.82 millones de pesos para los ramos administrativos y otros gastos que el gobierno federal aplicará en San Luis sin que necesariamente el dinero pase a través del gobierno estatal, salvo en el caso de sueldos de maestros y renglones similares.

Quiero destacar que, sin embargo, el ajuste de cuentas para la administración estatal vendrá después, a partir del 31 de diciembre, para que sepamos como se reparten las responsabilidades en la operación del presupuesto y sepamos por qué 2021 ha sido el momento en que aparece la famosa “herencia maldita”.

Sin embargo, uno quisiera que el ambiente fuese otro y que la destreza de los funcionarios estatales y municipales para “bajar recursos” federales aplicables en diferentes ramos de la administración operara en automático y no pasara a formar parte de esa herencia maldecida de no tener expertos en la materia que en entidades vecinas son tan apreciados.

El tamaño de una administración se mide a partir de la capacidad de sus miembros y, en el caso de los gobiernos, es evidente que la diputación federal potosina se ha despreocupado por abrir las puertas de las dependencias federales para que los tres meses finales del año se agilicen las asignaciones o se busque la autorización para que ese monto se considere para el año próximo.

Debo recordar aquí que lo que las dependencias estatales no ejerzan de los presupuestos federales, entra en una bolsa de devoluciones que en los años anteriores se destinaba al pago de la deuda pública federal.

Además, la falta de ejercicio de las partidas asignadas al estado, daban paso a la disminución de montos en las partidas que no fueron operadas el año anterior. De modo es que si la situación no pinta como la imaginación creyó, no es por herencia sino por incompetencia, de lo cual es mucho lo que se puede hablar.

LA FUTUROLOGÍA EN AUGE

La sucesión presidencial está en marcha desde principios de este 2021. Es oportuno preguntarse si la participación del gobernador en la sucesión dependerá de su decisión personal o seguirá la línea que asuma su partido anfitrión, de lo cual depende no solamente su destino personal sino el de todo el estado.

Dispone solamente de dos años para actuar con privilegios presidenciales y, sin embargo, su definición en torno de las figuras que aparecen en la escena desde ahora importa tanto como sacarse el premio mayor de la lotería.

No siendo miembro de Morena, Gallardo Cardona carece de la fuerza y presencia para influir en la decisión de ese partido. Todos sabemos que la causa por la cual Morena lo dejó fuera de su lista de aspirantes a gobernar San Luis. Por esa misma causa el gobernador potosino está fuera de los centros de decisión política no solamente de Morena sino de su partido anfitrión, el Verde Ecologista.

No obstante, Ricardo Gallardo tiene compromisos por vencer en lo inmediato. La elección de gobernador en seis estados del país reclama fondos para que el Verde intente ganar en por lo menos uno de esos procesos electorales. Hacerlo, impone la confianza y la lealtad por encima de la eficiencia y la capacidad. Controlar las adquisiciones y los procesos de revisión del erario estatal sin riesgos que exhiban cualquier fuga, es tan fundamental como el manejo inmediato de programas asistenciales que ordinariamente se prestan a derivaciones indebidas.

Más temprano que tarde, especialmente en la segunda mitad de su periodo como gobernador, los descuidos de la presente etapa saldrán a la luz. Y si la revocación de mandato, ya prevista en nuestras leyes, se impone como obligación por la 4T, las preocupaciones crecerán a niveles sorprendentes. No se ve, por ahora, quizá por lo temprano que es, que ninguno de los miembros del gabinete en actuación, tenga previsto algún plan para modificar lo que hoy parece un destino inmodificable.

El conflicto laboral fuera de control y el conflicto político frente a Xavier Nava Palacios no tienen soluciones a la vista por la soberbia con que han sido tratados por el mandatario. Negociar con los primeros con tomaduras de pelo, y crear una atmósfera de terror para el segundo, mantienen a campo abierto el riesgo de que San Luis Potosí no termine un largo periodo de pleitos que han obstruido su desarrollo desde hace más de medio siglo. Que Gallardo no actúe con inteligencia y genere torbellinos a su paso, no parece una acción atinada para los fines que dice buscar.

La inseguridad y la violencia flamean los pastizales de este Gran Tunal. Parece que se quiere demostrar que existe un poder capaz de enfrentar a la autoridad constituida o de ignorarla para su operación impune. La confrontación directa se aparta de la política federal pero no la mejora ni la supera. Evidentemente los planes no coinciden con los resultados.

El país llega de lleno a un proceso de consulta para la revocación del mandato a nivel federal. Ningún otro asunto, por importante que aparezca en el territorio potosino, distraerá la atención de los protagonistas de ese proceso. Nos dirán que para eso están los gobiernos estatales, como ya lo anunció hace días el presidente López Obrador cuando llamó a los mandatarios estatales a “aligerar la carga”.

Así, el tiempo para dedicarlo con seguridad y esmero a cumplir todas las ofertas de campaña, se verá reducido y los apremios suelen ser causa de desatinos. Por lo pronto, la revisión de las tareas gubernamentales en el inicio de sexenio arroja saldos negativos. Ni siquiera se ha actualizado la página gubernamental en las redes, pero sí se han abierto canales para que el titular del Ejecutivo informe de lo que según su leal saber y entender es lo que todo mundo quiere saber. Los mensajes tienen el objetivo de entusiasmar a la gente sobre los avances de su actuación, aunque bien a bien la respuesta de los receptores no se puede evaluar con precisión.

EL COTARRO POLÍTICO

La dimensión de la problemática urbana en la capital parece rebasar la capacidad de las personas encargadas de resolverla. Será por acumulación o por falta de dinero para resolverla, o por las dos juntas, pero hoy día padecemos conflictos viales que no tienen solución a pesar de que recién se ha anunciado un plan de vialidades. Claro que mes y medio es muy poco para esperar resultados, pero cuando menos un apunte debiera darse… Por cierto, la economía municipal no es boyante.

La recaudación esperada para estos meses será insuficiente para cubrir salarios y aguinaldos del personal, lo cual obliga a pensar en solicitar apoyos adicionales… Algo debe suceder con los ayuntamientos para que sean autosuficientes.

No es posible que las razones políticas estén por encima de las razones que expone la realidad… Y con relación a los pavimentos en calles y avenidas, es conveniente que se hagan acuerdos con los constructores privados para que esa tarea se realice con costos mesurados. El beneficio, cuando es común, es aplaudible… Todo indica que el problema planteado por los maestros de telesecundarias será resuelto pronto. Existe la promesa de que el año que viene el salario será cubierto por la federación.

Ojalá… El gobierno avisa que este año sí habrá desfile para conmemorar el inicio de la Revolución Mexicana conforme al Plan de San Luis… La legislatura aprobó la cancelación del seguro de gastos médicos mayores para los diputados, así como la reducción de sus dietas. Hay que estar atentos a que no los repongan por otro lado… Dice el terrible Manolo que no todo el campo es de orégano… HASTA LA PRÓXIMA

pedrocervantesroque@yahoo.com.mx

Del presupuesto federal asignado a nuestra entidad existe un rubro denominado “gasto centralizado” que este año alcanza los 5,306.82 millones de pesos

El presupuesto federal que se ejerce actualmente (2021) en San Luis Potosí asciende a 46,220,49 millones de pesos. No existe, sin embargo, un informe preciso de cómo avanzó la aplicación de ese gasto federal hasta el 26 de septiembre pasado porque las cifras mostradas por el gobierno saliente y el entrante difieren notablemente. La recaudación estatal representa alrededor del 10 por ciento del presupuesto aprobado por el Congreso del Estado para este año y, como el cierre del ejercicio ocurrirá el 31 de diciembre próximo, la revisión de esas cuentas iniciará hasta enero o febrero del año próximo.

El gobernador Ricardo Gallardo Cardona pinta de negro la situación. No tiene dinero para cubrir las obligaciones de gasto corriente y tampoco dispone de recursos para cubrir lo que le corresponde aportar para el pago de salarios a los maestros de telesecundaria. No obstante, los detalles de lo que el propio mandatario califica como “herencia maldita” permanecen en algún expediente en los cajones de su escritorio, lo cual no parece ser un pecado mayor.

El desglose de las aportaciones federales nos permite conocer que el gasto federalizado alcanzará este año los 39 mil 937 millones de pesos. De esa cantidad, 19,297.9 millones corresponden a las participaciones federales y 20,639.27 millones a las aportaciones federales. Si la entrega física de ese dinero ya se cumplió es tema que no está aclarado. Es de presumirse un programa de asignaciones periódicas y por lo menos el trimestre octubre-noviembre-diciembre debe estar por cubrirse o ya se cubrió.

Del presupuesto federal asignado a nuestra entidad existe un rubro denominado “gasto centralizado” que este año alcanza los 5,306.82 millones de pesos para los ramos administrativos y otros gastos que el gobierno federal aplicará en San Luis sin que necesariamente el dinero pase a través del gobierno estatal, salvo en el caso de sueldos de maestros y renglones similares.

Quiero destacar que, sin embargo, el ajuste de cuentas para la administración estatal vendrá después, a partir del 31 de diciembre, para que sepamos como se reparten las responsabilidades en la operación del presupuesto y sepamos por qué 2021 ha sido el momento en que aparece la famosa “herencia maldita”.

Sin embargo, uno quisiera que el ambiente fuese otro y que la destreza de los funcionarios estatales y municipales para “bajar recursos” federales aplicables en diferentes ramos de la administración operara en automático y no pasara a formar parte de esa herencia maldecida de no tener expertos en la materia que en entidades vecinas son tan apreciados.

El tamaño de una administración se mide a partir de la capacidad de sus miembros y, en el caso de los gobiernos, es evidente que la diputación federal potosina se ha despreocupado por abrir las puertas de las dependencias federales para que los tres meses finales del año se agilicen las asignaciones o se busque la autorización para que ese monto se considere para el año próximo.

Debo recordar aquí que lo que las dependencias estatales no ejerzan de los presupuestos federales, entra en una bolsa de devoluciones que en los años anteriores se destinaba al pago de la deuda pública federal.

Además, la falta de ejercicio de las partidas asignadas al estado, daban paso a la disminución de montos en las partidas que no fueron operadas el año anterior. De modo es que si la situación no pinta como la imaginación creyó, no es por herencia sino por incompetencia, de lo cual es mucho lo que se puede hablar.

LA FUTUROLOGÍA EN AUGE

La sucesión presidencial está en marcha desde principios de este 2021. Es oportuno preguntarse si la participación del gobernador en la sucesión dependerá de su decisión personal o seguirá la línea que asuma su partido anfitrión, de lo cual depende no solamente su destino personal sino el de todo el estado.

Dispone solamente de dos años para actuar con privilegios presidenciales y, sin embargo, su definición en torno de las figuras que aparecen en la escena desde ahora importa tanto como sacarse el premio mayor de la lotería.

No siendo miembro de Morena, Gallardo Cardona carece de la fuerza y presencia para influir en la decisión de ese partido. Todos sabemos que la causa por la cual Morena lo dejó fuera de su lista de aspirantes a gobernar San Luis. Por esa misma causa el gobernador potosino está fuera de los centros de decisión política no solamente de Morena sino de su partido anfitrión, el Verde Ecologista.

No obstante, Ricardo Gallardo tiene compromisos por vencer en lo inmediato. La elección de gobernador en seis estados del país reclama fondos para que el Verde intente ganar en por lo menos uno de esos procesos electorales. Hacerlo, impone la confianza y la lealtad por encima de la eficiencia y la capacidad. Controlar las adquisiciones y los procesos de revisión del erario estatal sin riesgos que exhiban cualquier fuga, es tan fundamental como el manejo inmediato de programas asistenciales que ordinariamente se prestan a derivaciones indebidas.

Más temprano que tarde, especialmente en la segunda mitad de su periodo como gobernador, los descuidos de la presente etapa saldrán a la luz. Y si la revocación de mandato, ya prevista en nuestras leyes, se impone como obligación por la 4T, las preocupaciones crecerán a niveles sorprendentes. No se ve, por ahora, quizá por lo temprano que es, que ninguno de los miembros del gabinete en actuación, tenga previsto algún plan para modificar lo que hoy parece un destino inmodificable.

El conflicto laboral fuera de control y el conflicto político frente a Xavier Nava Palacios no tienen soluciones a la vista por la soberbia con que han sido tratados por el mandatario. Negociar con los primeros con tomaduras de pelo, y crear una atmósfera de terror para el segundo, mantienen a campo abierto el riesgo de que San Luis Potosí no termine un largo periodo de pleitos que han obstruido su desarrollo desde hace más de medio siglo. Que Gallardo no actúe con inteligencia y genere torbellinos a su paso, no parece una acción atinada para los fines que dice buscar.

La inseguridad y la violencia flamean los pastizales de este Gran Tunal. Parece que se quiere demostrar que existe un poder capaz de enfrentar a la autoridad constituida o de ignorarla para su operación impune. La confrontación directa se aparta de la política federal pero no la mejora ni la supera. Evidentemente los planes no coinciden con los resultados.

El país llega de lleno a un proceso de consulta para la revocación del mandato a nivel federal. Ningún otro asunto, por importante que aparezca en el territorio potosino, distraerá la atención de los protagonistas de ese proceso. Nos dirán que para eso están los gobiernos estatales, como ya lo anunció hace días el presidente López Obrador cuando llamó a los mandatarios estatales a “aligerar la carga”.

Así, el tiempo para dedicarlo con seguridad y esmero a cumplir todas las ofertas de campaña, se verá reducido y los apremios suelen ser causa de desatinos. Por lo pronto, la revisión de las tareas gubernamentales en el inicio de sexenio arroja saldos negativos. Ni siquiera se ha actualizado la página gubernamental en las redes, pero sí se han abierto canales para que el titular del Ejecutivo informe de lo que según su leal saber y entender es lo que todo mundo quiere saber. Los mensajes tienen el objetivo de entusiasmar a la gente sobre los avances de su actuación, aunque bien a bien la respuesta de los receptores no se puede evaluar con precisión.

EL COTARRO POLÍTICO

La dimensión de la problemática urbana en la capital parece rebasar la capacidad de las personas encargadas de resolverla. Será por acumulación o por falta de dinero para resolverla, o por las dos juntas, pero hoy día padecemos conflictos viales que no tienen solución a pesar de que recién se ha anunciado un plan de vialidades. Claro que mes y medio es muy poco para esperar resultados, pero cuando menos un apunte debiera darse… Por cierto, la economía municipal no es boyante.

La recaudación esperada para estos meses será insuficiente para cubrir salarios y aguinaldos del personal, lo cual obliga a pensar en solicitar apoyos adicionales… Algo debe suceder con los ayuntamientos para que sean autosuficientes.

No es posible que las razones políticas estén por encima de las razones que expone la realidad… Y con relación a los pavimentos en calles y avenidas, es conveniente que se hagan acuerdos con los constructores privados para que esa tarea se realice con costos mesurados. El beneficio, cuando es común, es aplaudible… Todo indica que el problema planteado por los maestros de telesecundarias será resuelto pronto. Existe la promesa de que el año que viene el salario será cubierto por la federación.

Ojalá… El gobierno avisa que este año sí habrá desfile para conmemorar el inicio de la Revolución Mexicana conforme al Plan de San Luis… La legislatura aprobó la cancelación del seguro de gastos médicos mayores para los diputados, así como la reducción de sus dietas. Hay que estar atentos a que no los repongan por otro lado… Dice el terrible Manolo que no todo el campo es de orégano… HASTA LA PRÓXIMA

pedrocervantesroque@yahoo.com.mx

Del presupuesto federal asignado a nuestra entidad existe un rubro denominado “gasto centralizado” que este año alcanza los 5,306.82 millones de pesos