A pesar de que los pasados gobiernos prianistas, esos que dejaron a San Luis Potosí una “herencia maldita”, siempre mantuvieron ligados a los poderes políticos y económico, tuvo que llegar un personaje al que durante mucho tiempo combatieron para que esa unión de fuerzas fuera de beneficio para San Luis Potosí.
Antes, el dinero público servía para pagar favores políticos de campaña por medio de espacios en la nómina, pero sobre todo, adjudicaciones directas de grandes obras y proyectos que muchas veces se quedaban en el terreno de los “elefantes blancos”.
Ahora, con José Ricardo Gallardo Cardona las cosas se hacen de forma distinta, sobre todo porque de origen, el Gobernador del Estado no le debe nada al empresariado potosino, pues si bien, durante la campaña tuvieron diversos encuentros, la IP nunca juega a perder y estaban más abiertos a otros proyectos políticos, pero esa es historia pasada.
La madurez política de Gallardo Cardona le ha permitido pintar una raya entre lo que fue y lo que es. Como Gobernador sabe que tiene que gobernar para todos y administrar los recursos del Estafo con miras en llevar justicia social a los que menos tienen, con ayuda de los dueños de los grandes capitales.
La creación del Consejo Consultivo Potosí, el cual servirá para definir los proyectos prioritarios para San Luis Potosí y que las obras correspondientes sean adjudicadas de forma clara y equitativa, es uno de los mayores aciertos que se han visto en el Estado en muchos sexenios.
Esta acción no sólo generará justicia social para los potosinos de las cuatro regiones del Estado al descentralizar los proyectos de infraestructura para generar amplio desarrollo, sino que permitirá que San Luis Potosí tenga crecimiento económico.
El propio mandatario ha destacado que el Consejo Consultivo tiene el objetivo de impulsar un crecimiento firme y sostenido de la economía de los potosinos, para ello, logró reunir a los empresarios más importantes en el Estado para aprovechar su experiencia e incluso sus relaciones con especialistas en infraestructura urbana. Así como el Gobernador lo hizo con el nombramiento del Secretario de Salud, Daniel Acosta Díaz de León, que lo consultó con colegios de especialidades médicas, en este caso recurre a especialistas en desarrollo urbano para definir la forma de distribuir cerca de cuatro mil millones de pesos para obras prioritarias en toda la entidad.
Sobre los recursos, es importante aclaras de dónde saldrán. Resulta que mil 500 millones de pesos serán aportados por la propia administración estatal, mientras que los otros dos mil 500 provendrán de un crédito a corto plazo que será saldado antes de que finalice la administración. Más claro no se puede.
Es necesario enfatizar la capacidad política y de diálogo de Ricardo Gallardo y su gabinete económico —en el que falta el nombramiento del Secretario de Desarrollo Económico pero que es cuestión de horas para que se dé a conocer— para llegar a acuerdos con el gremio empresarial para que jalen todos parejo por el bien de San Luis Potosí.
El liderazgo de Ricardo Gallardo ha dejado claro que su gobierno no solo es el de los programas sociales o las licencias gratuitas, sino que su visión de Estado le ha permitido abrir las puertas del gremio empresarial no para “hacer negocio”, sino para cambiarles el chip de que en San Luis Potosí las cosas ya se hacen diferente y ahora lo verdaderamente importante son los potosinos de las cuatro regiones de la entidad.
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