/ lunes 19 de abril de 2021

Educación y Sindicalismo

¡Hoy me toca! ¡Hoy me toca!

¿QUÉ EXTRAÑO MARIDAJE me enreda?, ¿es acaso el destino una quimera?, por qué si en mis caminos se cruzan los destinos y se allegan las fuerzas de la espera.

Así comenzaron los cuartetos de poesía en los albores de las décadas de los sesentas; así escribí el primer libro juvenil cuando una enfermedad acicateo mi humanidad. Así me pregunté hoy 15 de abril cuando mi nieta nos llevó, raudo y veloz, más lo uno que lo otro, al lugar destinado para aplicar el antivirus. Temprana hora para alcanzar temprano el consabido piquete, temprana hora y miles de personas sin la consabida distancia desfilando alrededor del estadio Lastras, cientos y cientos de ellas con sillas de mano, con bancos y hasta con botes para descansar a pausas los viejos cuerpos con la carga demás de los sesenta. Rostros viejos con ansiedad latente, ojos de ansia y caminar silente; ¿Cuántos son?, la cuenta no alcanza mientras nosotros seguimos la fila en el vehículo hasta llegar a donde la aguja inyecta el contraveneno. A mis ocho décadas y fracción jamás, que yo me acuerde, me habían vacunado. El Gran Hacedor me conserva la humanidad latente, buena mano del enfermero, no sentí el piquete, aún no siento nada, aún no hay reacción adversa ¡bendito sea el Gran Arquitecto! la vacuna ¿surtirá su efecto? ah, pero me dicen que falta la segunda; iremos en larga procesión de nuevo.

SOY MAESTRO, PERO por mi edad no esperé el turno con mis compañeros, debería de haberlo hecho. Al magisterio en general, más de 3 millones(¿?) al decir del cuento oficial, les toca del cinco al once (será ampliado) de mayo, justo días antes del festejo del Día del Maestro. Extrañamente, el censo “actualizado” de la docencia arroja esos más de 3 millones de gentes que enseñan o dirigen en las aulas mientras el Snte señala en sus estadísticas sólo un poco más de la mitad de miembros. Sea como sea, en esas fechas picarán a los maestros y el personal que sirve de apoyo. Sólo así se volverá a las aulas, sólo así lo presencial en ellas podrá darse. ¿Dónde se aplicará la vacuna en San Luis?, por lógica de estrategia ello podrá darse en la misma SEGE, en el mismo SEER, es decir en sus edificios que cuentan con suficiente espacio. Sea donde sea pero el vacunar a los docentes es necesario y prioritario si es que se quiere volver a la enseñanza presencial. Buena medida, ya lo habíamos dicho y repetido: “si no hay vacuna no hay maestros”.

MIENTRAS, LA PANDEMIA sigue y cada día siguen muriendo en “agarrón parejo” seres que siguen dejando una estela de dolor y de amargura en cada hogar donde la parca hunde su guadaña, donde fue inútil cerrar la puerta o tomar las debidas precauciones, donde se multiplicó el aseo de manos, el cubrebocas, el gel o el alcohol a veces hasta por dentro. Hogares en los que el amarillo se convirtió en rojo cortando de un tajo la vida y dejando huérfanos, viudas, viudos, o dolientes solos. Así es lo inmisericorde de la muerte mientras que fuera se trata de volver a la vida en un necesario revivir de lo nuestro sin ver la máscara dantesca pulular a nuestro alrededor. Muerte dentro de hogares hogaño alegres que gritan en sus adentros y en sus afueras ¡quiero vivir!, sí, sí, yo lancé, impelido por mis hijas y nietos, por mi esposa, el grito de ¡hoy me toca!, ¡hoy me toca! y al igual que muchos emprendí el caminar a donde la certera mano de un enfermero me aplicó el antivirus. No hay reacción, hasta ahorita, no siento nada, todo está bien.

DE OTRAS COSAS.- Si la SEGE, el SEER y las secciones sindicales 26 y 52 se ponen de acuerdo, la vacunación del “personal del servicio educativo” será un éxito; ojo con las sedes y las listas aunque a cientos de maestros, sobre todos los jubilados con edad más allá de los 60 ya los inocularon, recuerden, maestro no vacunados NO ENTRARÁ A LAS AULAS… 15 millones de gentes con más de 60 años deberán de ser vacunados, no hay vacuna suficiente aún… Pregunta intermedia ¿sabes qué es un estromartolito? Socarrón y bromista, alegre y pachanguero el Rey consorte de Inglaterra murió como todo buen masón; pronto le seguirán los pasos. ¡Dios SALVE A LA REINA! Punto.

¡Hoy me toca! ¡Hoy me toca!

¿QUÉ EXTRAÑO MARIDAJE me enreda?, ¿es acaso el destino una quimera?, por qué si en mis caminos se cruzan los destinos y se allegan las fuerzas de la espera.

Así comenzaron los cuartetos de poesía en los albores de las décadas de los sesentas; así escribí el primer libro juvenil cuando una enfermedad acicateo mi humanidad. Así me pregunté hoy 15 de abril cuando mi nieta nos llevó, raudo y veloz, más lo uno que lo otro, al lugar destinado para aplicar el antivirus. Temprana hora para alcanzar temprano el consabido piquete, temprana hora y miles de personas sin la consabida distancia desfilando alrededor del estadio Lastras, cientos y cientos de ellas con sillas de mano, con bancos y hasta con botes para descansar a pausas los viejos cuerpos con la carga demás de los sesenta. Rostros viejos con ansiedad latente, ojos de ansia y caminar silente; ¿Cuántos son?, la cuenta no alcanza mientras nosotros seguimos la fila en el vehículo hasta llegar a donde la aguja inyecta el contraveneno. A mis ocho décadas y fracción jamás, que yo me acuerde, me habían vacunado. El Gran Hacedor me conserva la humanidad latente, buena mano del enfermero, no sentí el piquete, aún no siento nada, aún no hay reacción adversa ¡bendito sea el Gran Arquitecto! la vacuna ¿surtirá su efecto? ah, pero me dicen que falta la segunda; iremos en larga procesión de nuevo.

SOY MAESTRO, PERO por mi edad no esperé el turno con mis compañeros, debería de haberlo hecho. Al magisterio en general, más de 3 millones(¿?) al decir del cuento oficial, les toca del cinco al once (será ampliado) de mayo, justo días antes del festejo del Día del Maestro. Extrañamente, el censo “actualizado” de la docencia arroja esos más de 3 millones de gentes que enseñan o dirigen en las aulas mientras el Snte señala en sus estadísticas sólo un poco más de la mitad de miembros. Sea como sea, en esas fechas picarán a los maestros y el personal que sirve de apoyo. Sólo así se volverá a las aulas, sólo así lo presencial en ellas podrá darse. ¿Dónde se aplicará la vacuna en San Luis?, por lógica de estrategia ello podrá darse en la misma SEGE, en el mismo SEER, es decir en sus edificios que cuentan con suficiente espacio. Sea donde sea pero el vacunar a los docentes es necesario y prioritario si es que se quiere volver a la enseñanza presencial. Buena medida, ya lo habíamos dicho y repetido: “si no hay vacuna no hay maestros”.

MIENTRAS, LA PANDEMIA sigue y cada día siguen muriendo en “agarrón parejo” seres que siguen dejando una estela de dolor y de amargura en cada hogar donde la parca hunde su guadaña, donde fue inútil cerrar la puerta o tomar las debidas precauciones, donde se multiplicó el aseo de manos, el cubrebocas, el gel o el alcohol a veces hasta por dentro. Hogares en los que el amarillo se convirtió en rojo cortando de un tajo la vida y dejando huérfanos, viudas, viudos, o dolientes solos. Así es lo inmisericorde de la muerte mientras que fuera se trata de volver a la vida en un necesario revivir de lo nuestro sin ver la máscara dantesca pulular a nuestro alrededor. Muerte dentro de hogares hogaño alegres que gritan en sus adentros y en sus afueras ¡quiero vivir!, sí, sí, yo lancé, impelido por mis hijas y nietos, por mi esposa, el grito de ¡hoy me toca!, ¡hoy me toca! y al igual que muchos emprendí el caminar a donde la certera mano de un enfermero me aplicó el antivirus. No hay reacción, hasta ahorita, no siento nada, todo está bien.

DE OTRAS COSAS.- Si la SEGE, el SEER y las secciones sindicales 26 y 52 se ponen de acuerdo, la vacunación del “personal del servicio educativo” será un éxito; ojo con las sedes y las listas aunque a cientos de maestros, sobre todos los jubilados con edad más allá de los 60 ya los inocularon, recuerden, maestro no vacunados NO ENTRARÁ A LAS AULAS… 15 millones de gentes con más de 60 años deberán de ser vacunados, no hay vacuna suficiente aún… Pregunta intermedia ¿sabes qué es un estromartolito? Socarrón y bromista, alegre y pachanguero el Rey consorte de Inglaterra murió como todo buen masón; pronto le seguirán los pasos. ¡Dios SALVE A LA REINA! Punto.