/ lunes 27 de julio de 2020

Educación y Sindicalismo

Un mal fin, un mal comienzo

Bajo la existencia de una pandemia la sociedad se mueve con incertidumbre hacia el futuro. Ya no vamos a vivir igual, ya los planes forjados para un óptimo o regular futuro han sido cambiados, los anhelos y venturanzas se han esfumado, lo que planeamos hacer y ser deben de ser cambiados; ya no va a ser igual la existencia y todo plan, todo proyecto estará sujeto a la secuencia fatídica que está dejando lo que está sucediendo; lo blanco de ayer y lo negro de hoy están dándole el otro color a la vida y a ello debemos de prepararnos a enfrentar. Somos buenos para el aguante pero no buenos para disimular.

En el futuro próximo, no distante, la existencia debe de cambiar porque ya no seremos los mismos, ya no viviremos igual ni en lo social porque conviviremos con intranquilidad sobre todo si fuimos azotados en lo particular por la pandemia o si la relación se acercó a ella; ni en lo económico porque la pérdida de empleos y la no certidumbre de salarios o ganancias en negocios nos hará cuidar lo poco que nos queda y ser desconfiados para gastar o invertir. Ni en lo político porque quien gobierna en lo federal está más alocado que una cabra de monte y no haya la puerta para remediar los males y quienes le siguen la corriente en bola se afianzan de la cantidad y no de la calidad. Total, nos espera un cambio forzoso de vida al que debemos de ajustarnos queramos o no.

La única salida es en lo cultural y en ello la educación es el eje rector pero no una educación “de antes” en la que el niño y el joven lo tenia todo debidamente planeado y quienes le enseñaban sabían lo que hacían. Educación dirigida, planeada, sistematizada, coordinada, con resultados efectivos aunque con sus fallas naturales pero segura y permanentemente secuencial; pero así fue ayer antes de la pandemia, antes del desastre educativo causada por ella y que hoy a dado al traste con lo enseñado y cuyo resultado es un “sancochadero” porque lo enseñado quedó a la mitad del camino normal.

El pase automático de un grado a otro, el corte del aprendizaje casi a la mitad, el no cumplimiento de planes, proyectos y programas sobre todo en educación media llevó a la escolaridad completa, desde básica hasta la universitaria a terminar mal un ciclo escolar y a comenzar otro igual o peor. No hay nuevos planes y hasta el momento sigue siendo un soberano desgarriate el inicio de otros ciclo escolar, el 20-21 pues cuando se dijo que empezaría el 10 de agosto ¡zaz! que se pone en rojo el asunto y queda en veremos el nuevo comienzo aunque de hecho pero sin derecho los dirigentes oficiales y sindicales impulsan al magisterio a poner en juego su ya vilipendiada inteligencia para paliar el problema.

A parte de todo ello.- Nadie en la Sege se atreve a dar órdenes de inicio de actividades administrativas y todo se esta llevando según “se presente la necesidad”.- “Aprovechamiento escolar (resultados), Formación continua (preparación), Actividades curriculares (extras), Preparación profesional (estudios), Antigüedad (en el servicio), Gestión escolar (tramitaciones a favor de la escuela), Apoyo educativo (ayuda a directivos)”. Son los rasgos para obtener ascensos o CAMBIOS de estadía de un lugar a otro. ¿Aplicaron esto en la Comisión de Cambios Sege-Snte?.- Por la pandemia la Sege debe, dije debe, de cuidar a más de la mitad de sus empleados que pasan de los setenta años.

ANEXO UNO.- Se elevan las jubilaciones, crece pensiones.

ANEXO DOS.- Llegan 353 mil 657 libros de secundaria a la zona centro.

Un mal fin, un mal comienzo

Bajo la existencia de una pandemia la sociedad se mueve con incertidumbre hacia el futuro. Ya no vamos a vivir igual, ya los planes forjados para un óptimo o regular futuro han sido cambiados, los anhelos y venturanzas se han esfumado, lo que planeamos hacer y ser deben de ser cambiados; ya no va a ser igual la existencia y todo plan, todo proyecto estará sujeto a la secuencia fatídica que está dejando lo que está sucediendo; lo blanco de ayer y lo negro de hoy están dándole el otro color a la vida y a ello debemos de prepararnos a enfrentar. Somos buenos para el aguante pero no buenos para disimular.

En el futuro próximo, no distante, la existencia debe de cambiar porque ya no seremos los mismos, ya no viviremos igual ni en lo social porque conviviremos con intranquilidad sobre todo si fuimos azotados en lo particular por la pandemia o si la relación se acercó a ella; ni en lo económico porque la pérdida de empleos y la no certidumbre de salarios o ganancias en negocios nos hará cuidar lo poco que nos queda y ser desconfiados para gastar o invertir. Ni en lo político porque quien gobierna en lo federal está más alocado que una cabra de monte y no haya la puerta para remediar los males y quienes le siguen la corriente en bola se afianzan de la cantidad y no de la calidad. Total, nos espera un cambio forzoso de vida al que debemos de ajustarnos queramos o no.

La única salida es en lo cultural y en ello la educación es el eje rector pero no una educación “de antes” en la que el niño y el joven lo tenia todo debidamente planeado y quienes le enseñaban sabían lo que hacían. Educación dirigida, planeada, sistematizada, coordinada, con resultados efectivos aunque con sus fallas naturales pero segura y permanentemente secuencial; pero así fue ayer antes de la pandemia, antes del desastre educativo causada por ella y que hoy a dado al traste con lo enseñado y cuyo resultado es un “sancochadero” porque lo enseñado quedó a la mitad del camino normal.

El pase automático de un grado a otro, el corte del aprendizaje casi a la mitad, el no cumplimiento de planes, proyectos y programas sobre todo en educación media llevó a la escolaridad completa, desde básica hasta la universitaria a terminar mal un ciclo escolar y a comenzar otro igual o peor. No hay nuevos planes y hasta el momento sigue siendo un soberano desgarriate el inicio de otros ciclo escolar, el 20-21 pues cuando se dijo que empezaría el 10 de agosto ¡zaz! que se pone en rojo el asunto y queda en veremos el nuevo comienzo aunque de hecho pero sin derecho los dirigentes oficiales y sindicales impulsan al magisterio a poner en juego su ya vilipendiada inteligencia para paliar el problema.

A parte de todo ello.- Nadie en la Sege se atreve a dar órdenes de inicio de actividades administrativas y todo se esta llevando según “se presente la necesidad”.- “Aprovechamiento escolar (resultados), Formación continua (preparación), Actividades curriculares (extras), Preparación profesional (estudios), Antigüedad (en el servicio), Gestión escolar (tramitaciones a favor de la escuela), Apoyo educativo (ayuda a directivos)”. Son los rasgos para obtener ascensos o CAMBIOS de estadía de un lugar a otro. ¿Aplicaron esto en la Comisión de Cambios Sege-Snte?.- Por la pandemia la Sege debe, dije debe, de cuidar a más de la mitad de sus empleados que pasan de los setenta años.

ANEXO UNO.- Se elevan las jubilaciones, crece pensiones.

ANEXO DOS.- Llegan 353 mil 657 libros de secundaria a la zona centro.