/ lunes 22 de abril de 2019

Educación y Sindicalismo

Post Mortem a Cristo

¿De qué sirvió la rebeldía que tu boca pronunció contra el tirano? ¿De qué se volvieron tus palabras cuando chocaron contra el poder humano?

Tu voz, quejumbra callada de los siglos, cruzó cual vendaval las mil edades que vieron cabalgar a la conquista enarbolando bandera de impiedades.

¿De qué sirvió tu parábola de fuego pronunciada ante mansas muchedumbres?

Nadie entendió qué decías, porque pudo más el miedo a los poderes que un imperio a los pueblos imprimía.

Trataste de liberar al esclavo de la historia y sin flagelos, ni grilletes marcaste la señal rebelde: una rebeldía sin armas, solo con palabras amorosas que chocaron con corazas infernales de aquellos que conquistaron los imperios donde bebiste la savia que heredaste sin temor a lo infinito, a los infiernos.

Nadie defendió tu sacra idea llena de luz libertaria y de anhelos; nadie quiso oponerse a la sentencia al cambiar el cieno por lo bueno. ¡Ni tú mismo defendiste a tu imagen! Y caminando dócil al cadalso una cruz se te dio como baluarte y una muerte de amo bajó tus pasos.

Y con un: ¡Perdónalos no saben lo que hacen!, sigues hoy soportando la burla y el escarnio que mil bocas y mil manos hacen al mundo tan lleno de mentiras, de robos y de muertes, en donde sólo imperan las leyes de los fuertes, y donde cada vez tu voz cae más hondo.

Hoy tu cruz no vale ante irredentos que cual buitres la humanidad encierra, pues mientras se rezan en los templos ¡por odio y ambición hacen guerra!

¿De qué sirvió pues tu sacrificio?, ¿Qué enseñaste en tu palabra legendaria?, ¿De qué sirvió la cruz de tu calvario si hoy se vuelve a jugar con tu sudario? ¡¡Es la bestia del hombre contra el hombre convirtiendo tu Cruz en maleficio!!

Hoy:

Espera en tu reino y en tu historia a que muera el hombre y a que los sirgos pasen y a cada maldad que escriba la victoria vuelve a pronunciar: ¡Perdónalos señor no saben lo que hacen!

Post Mortem a Cristo

¿De qué sirvió la rebeldía que tu boca pronunció contra el tirano? ¿De qué se volvieron tus palabras cuando chocaron contra el poder humano?

Tu voz, quejumbra callada de los siglos, cruzó cual vendaval las mil edades que vieron cabalgar a la conquista enarbolando bandera de impiedades.

¿De qué sirvió tu parábola de fuego pronunciada ante mansas muchedumbres?

Nadie entendió qué decías, porque pudo más el miedo a los poderes que un imperio a los pueblos imprimía.

Trataste de liberar al esclavo de la historia y sin flagelos, ni grilletes marcaste la señal rebelde: una rebeldía sin armas, solo con palabras amorosas que chocaron con corazas infernales de aquellos que conquistaron los imperios donde bebiste la savia que heredaste sin temor a lo infinito, a los infiernos.

Nadie defendió tu sacra idea llena de luz libertaria y de anhelos; nadie quiso oponerse a la sentencia al cambiar el cieno por lo bueno. ¡Ni tú mismo defendiste a tu imagen! Y caminando dócil al cadalso una cruz se te dio como baluarte y una muerte de amo bajó tus pasos.

Y con un: ¡Perdónalos no saben lo que hacen!, sigues hoy soportando la burla y el escarnio que mil bocas y mil manos hacen al mundo tan lleno de mentiras, de robos y de muertes, en donde sólo imperan las leyes de los fuertes, y donde cada vez tu voz cae más hondo.

Hoy tu cruz no vale ante irredentos que cual buitres la humanidad encierra, pues mientras se rezan en los templos ¡por odio y ambición hacen guerra!

¿De qué sirvió pues tu sacrificio?, ¿Qué enseñaste en tu palabra legendaria?, ¿De qué sirvió la cruz de tu calvario si hoy se vuelve a jugar con tu sudario? ¡¡Es la bestia del hombre contra el hombre convirtiendo tu Cruz en maleficio!!

Hoy:

Espera en tu reino y en tu historia a que muera el hombre y a que los sirgos pasen y a cada maldad que escriba la victoria vuelve a pronunciar: ¡Perdónalos señor no saben lo que hacen!