/ lunes 14 de enero de 2019

Educación y Sindicalismo

Siempre el destino abre un sendero de salvación.

Y SI DE ello se tratará nuestra primera historia se remonta más allá de hace dos siglos cuando la formación de los primeros pueblos hispanos en tierras de Mesoamérica y Aridoamérica. Los deseos de conquista y enriquecimiento que traían consigo las huestes hispanas los hicieron cruzar los conocimientos con los “conquistados” y dejar saber lo suyo y aprender lo de ellos; para lo uno y para lo otro necesario fue el que trajesen gentes de precaria inteligencia, sabedores de las “cosas diferentes” que la ciencia y el arte, tomando de los centros de cultura a quienes eso sabían.

PARA LOS TIEMPOS de exploración y conquista de la Nueva España, ello se dirigió principalmente a tres fuentes proveedoras de riqueza: el comercio, la minería y lo agropecuario. San Luis fue eje de los tres agregados a ellos la religión, pero para todo lo anterior fue necesaria la fuente del conocimiento “real” y para eso la francmasonería europea envió lo suyo acompañando a los “conquistadores” y desarrollando las fuentes de trabajo; ahí quedó en la minería y en el comercio sobre todo, se adentró en los territorios de San Luis y dejó la huella de la escuadra y el compás, simbología masónica, en los orígenes generales sobre todo libertarios.

DESDE LOS AÑOS del 1765 a la fecha, esas huellas masónicas se han presentado en casi la totalidad del territorio del Potosí; las logias originales, aún sin ese nombre, se integraron sobre todo con elementos de la milicia española, los trabajos en las minas fueron dirigidos por masones, al igual que en la construcción de iglesias y casas virreinales. El comercio creció y las haciendas dieron lo suyo bajo esa misma huella en gran parte. Las logias integradas desde el 1765 se encontraban diseminadas y fue hasta el 1891 cuando asentaron jurídicamente su estadía de mando bajo CARLOS DIEZ GUTIÉRREZ como primer Gran Maestre (maestro) de la Orden en el Oriente “del POTOSÍ”.

DE AQUELLOS AÑOS a los actuales, año con año se renuevan los mandatos en cada “taller” y en cada Gran Logia (mandato gubernativo estatal) y para ello se centra el cambio bajo la costumbre de verdadera DEMOCRACIA (en el entendido masónico real). Hoy, casi en su totalidad los 60 talleres (logias) potosinos han cambiado sus mandos y los cargos simbólicos han sido ocupados por nuevas gentes para el inicio del nuevo ciclo 2019. Los nuevos Venerables Maestros de cada Logia llevarán sus trabajos bajo el concepto tradicional e histórico de Libertad, Igualdad y Fraternidad. La historia repite su cauce y con ello la GRAN LOGIA DE ESTADO LIBRE Y SOBERANA “EL POTOSÍ” sigue existiendo pese a sus detractores, (los de la otra historia). En cuanto. Fuente: Liberalismo y Masonería en San Luis y Orígenes de la Gran Logia. (Autoría yo).

ANEXO ÚNICO.- Nos faltó lo otro.

Siempre el destino abre un sendero de salvación.

Y SI DE ello se tratará nuestra primera historia se remonta más allá de hace dos siglos cuando la formación de los primeros pueblos hispanos en tierras de Mesoamérica y Aridoamérica. Los deseos de conquista y enriquecimiento que traían consigo las huestes hispanas los hicieron cruzar los conocimientos con los “conquistados” y dejar saber lo suyo y aprender lo de ellos; para lo uno y para lo otro necesario fue el que trajesen gentes de precaria inteligencia, sabedores de las “cosas diferentes” que la ciencia y el arte, tomando de los centros de cultura a quienes eso sabían.

PARA LOS TIEMPOS de exploración y conquista de la Nueva España, ello se dirigió principalmente a tres fuentes proveedoras de riqueza: el comercio, la minería y lo agropecuario. San Luis fue eje de los tres agregados a ellos la religión, pero para todo lo anterior fue necesaria la fuente del conocimiento “real” y para eso la francmasonería europea envió lo suyo acompañando a los “conquistadores” y desarrollando las fuentes de trabajo; ahí quedó en la minería y en el comercio sobre todo, se adentró en los territorios de San Luis y dejó la huella de la escuadra y el compás, simbología masónica, en los orígenes generales sobre todo libertarios.

DESDE LOS AÑOS del 1765 a la fecha, esas huellas masónicas se han presentado en casi la totalidad del territorio del Potosí; las logias originales, aún sin ese nombre, se integraron sobre todo con elementos de la milicia española, los trabajos en las minas fueron dirigidos por masones, al igual que en la construcción de iglesias y casas virreinales. El comercio creció y las haciendas dieron lo suyo bajo esa misma huella en gran parte. Las logias integradas desde el 1765 se encontraban diseminadas y fue hasta el 1891 cuando asentaron jurídicamente su estadía de mando bajo CARLOS DIEZ GUTIÉRREZ como primer Gran Maestre (maestro) de la Orden en el Oriente “del POTOSÍ”.

DE AQUELLOS AÑOS a los actuales, año con año se renuevan los mandatos en cada “taller” y en cada Gran Logia (mandato gubernativo estatal) y para ello se centra el cambio bajo la costumbre de verdadera DEMOCRACIA (en el entendido masónico real). Hoy, casi en su totalidad los 60 talleres (logias) potosinos han cambiado sus mandos y los cargos simbólicos han sido ocupados por nuevas gentes para el inicio del nuevo ciclo 2019. Los nuevos Venerables Maestros de cada Logia llevarán sus trabajos bajo el concepto tradicional e histórico de Libertad, Igualdad y Fraternidad. La historia repite su cauce y con ello la GRAN LOGIA DE ESTADO LIBRE Y SOBERANA “EL POTOSÍ” sigue existiendo pese a sus detractores, (los de la otra historia). En cuanto. Fuente: Liberalismo y Masonería en San Luis y Orígenes de la Gran Logia. (Autoría yo).

ANEXO ÚNICO.- Nos faltó lo otro.