/ domingo 17 de junio de 2018

Educación y Sindicalismo

LAS PROMESAS DE libertad unieron a los pueblos subyugados; para salir a la lucha social fue necesario unirlos bajo una bandera: la de la reinvindicación de sus derechos gritados a los cuatro vientos e impulsados por quienes se transformaron en líderes del movimiento libertario. Pasaron otros tiempos, otras distancias, otros espacios y en todo ellos los conquistados se convirtieron en hombres libres gracias a la lucha social emprendida en aras de ser libres y de defender sus derechos.

PROMESAS DE BIENESTAR, de progreso, de reinvindicación, de justicia, de derecho, etcétera, desfilan por los cambios de gobierno, de gobierno terrenal porque el espiritual no cambió para nada. El hombre común, el pecata minuta social, sigue sujeto al devenir gubernativo de la aristocracia entronizada en el mando supremo; se le da lo poco, la carroña de lo productivo; se le compra en lo material dándole crédito todo lo que pida acogiéndose al paternalismo canibalesco gubernativo, mientras poco a poco el engaño lo hace sucumbir vendiendo de nueva cuenta sus libertades.

DADLE AL PUEBLO mendrugo mientras el rico se come el jugo; la premisa así ha sido mientras el “poder tras la cruz”. Los gritos lastimeros de quienes tienen menos o los que no tienen nada, de los que piden prebendas para vender su espíritu y materia, encuentran la respuesta en las falsedades de aquellos que les dan miseria tan solo para mantenerlos “contentos” sujetos al régimen de falsos libertarios. Solo que las libertades obtenidas son obtenidas por miedo y el pueblo ya encontró la medida exacta al paternalismo sin ponerse a pensar que sigue vendiéndose al postor enriquecido con el producto de su trabajo; recibe migajas mientras otros se llevan, con bendiciones, la mayor tajada.

BUENO LA LIBERTAD se convirtió en democracia y ésta, en exceso, se ha convertido en todos los siglos de la historia y de los pueblos en ANARQUISMO volviendo a aquello que en nuestras sentencias de décadas hemos mencionado con insistencia: DADLE LA PALABRA AL PUEBLO Y POR ELLA MORIRÁN TIRANOS. Las luchas por la libertad y la democracia rajan llevado al pueblo de México a la compra y venta de sus principios sujetos siempre solo a la dualidad postura: la cruz y la espada.

EL QUE TENGA oídos que oiga, y el que tenga boca que grite.

ANEXO ÚNICO.- Se aproxima el escupidero.


LAS PROMESAS DE libertad unieron a los pueblos subyugados; para salir a la lucha social fue necesario unirlos bajo una bandera: la de la reinvindicación de sus derechos gritados a los cuatro vientos e impulsados por quienes se transformaron en líderes del movimiento libertario. Pasaron otros tiempos, otras distancias, otros espacios y en todo ellos los conquistados se convirtieron en hombres libres gracias a la lucha social emprendida en aras de ser libres y de defender sus derechos.

PROMESAS DE BIENESTAR, de progreso, de reinvindicación, de justicia, de derecho, etcétera, desfilan por los cambios de gobierno, de gobierno terrenal porque el espiritual no cambió para nada. El hombre común, el pecata minuta social, sigue sujeto al devenir gubernativo de la aristocracia entronizada en el mando supremo; se le da lo poco, la carroña de lo productivo; se le compra en lo material dándole crédito todo lo que pida acogiéndose al paternalismo canibalesco gubernativo, mientras poco a poco el engaño lo hace sucumbir vendiendo de nueva cuenta sus libertades.

DADLE AL PUEBLO mendrugo mientras el rico se come el jugo; la premisa así ha sido mientras el “poder tras la cruz”. Los gritos lastimeros de quienes tienen menos o los que no tienen nada, de los que piden prebendas para vender su espíritu y materia, encuentran la respuesta en las falsedades de aquellos que les dan miseria tan solo para mantenerlos “contentos” sujetos al régimen de falsos libertarios. Solo que las libertades obtenidas son obtenidas por miedo y el pueblo ya encontró la medida exacta al paternalismo sin ponerse a pensar que sigue vendiéndose al postor enriquecido con el producto de su trabajo; recibe migajas mientras otros se llevan, con bendiciones, la mayor tajada.

BUENO LA LIBERTAD se convirtió en democracia y ésta, en exceso, se ha convertido en todos los siglos de la historia y de los pueblos en ANARQUISMO volviendo a aquello que en nuestras sentencias de décadas hemos mencionado con insistencia: DADLE LA PALABRA AL PUEBLO Y POR ELLA MORIRÁN TIRANOS. Las luchas por la libertad y la democracia rajan llevado al pueblo de México a la compra y venta de sus principios sujetos siempre solo a la dualidad postura: la cruz y la espada.

EL QUE TENGA oídos que oiga, y el que tenga boca que grite.

ANEXO ÚNICO.- Se aproxima el escupidero.