/ viernes 3 de mayo de 2019

¡Dios vendrá y os salvará!


DIOS EL PADRE ETERNO en Isaías 35:4 de la Biblia, nos invita como sigue: “Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago. ¡Dios mismo vendrá y os salvará!

El anuncio anterior lo hizo Dios Padre unos 2,800 años antes de que Dios Cristo, o Santo Ser Hijo de Dios, según Lucas 1:35, viniera a este mundo con un cuerpo físico hecho por Dios Espíritu Santo, para recibir el castigo que a sus seguidores correspondía.

En efecto, con su sacrificio del Calvario, Jesús toma los pecados de quienes como sus creyentes arrepentidos ante El lo reciben como su único y suficiente Salvador Personal, atendiendo a Juan 3:16, porque tanto nos ama Dios Padre, que nos da crucificado a Dios Cristo, para que todo aquel que en El cree, no se pierda en el castigo del infierno, sino para obtener la vida eterna en el gozo y felicidad del Cielo Divino, según Juan 3:16.

Por lo tanto, cuando apenas hace unos días hemos conmemorado la Muerte y Resurrección de Jesús, Dios el Padre nos sigue predicando el Evangelio de Dios Cristo Salvador Infinito y Eterno, porque su Santa Palabra permanece para siempre, según 1 Pedro 1: 25.

Por ende, si así lo queremos, nada ni nadie puede impedirnos hacer un alto en el camino del pecado, para reflexionar que necesitamos a este Cristo para que nos salve de inmediato y para siempre de toda maldad quitando y perdonando nuestros pecados, según Romanos 5:8.

En consecuencia, Dios nos habla con todo su amor para aceptar que Jesús fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados y castigado en lugar nuestro, para que tuviésemos paz, y por sus llagas fuésemos curados de toda maldad, según Isaías 53:5, por lo cual Jesús nos invita a tener en El, nuestro Nuevo Nacimiento de carácter espiritual, según Juan 3:3.

Estimado Lector: eres muy distinguido y apreciado por Jesús quien te llama para que en forma reflexiva y valientele digas: “Cristo, Señor Mío y Dios Mío, ¡SALVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname y límpiame con tu sangre divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como único, suficiente y perfecto salvador personal”.

Muchas gracias, que Dios los bendiga ricamente y si El permite continuaremos el viernes siguiente A sus órdenes mi teléfono el 815-39-73.


DIOS EL PADRE ETERNO en Isaías 35:4 de la Biblia, nos invita como sigue: “Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago. ¡Dios mismo vendrá y os salvará!

El anuncio anterior lo hizo Dios Padre unos 2,800 años antes de que Dios Cristo, o Santo Ser Hijo de Dios, según Lucas 1:35, viniera a este mundo con un cuerpo físico hecho por Dios Espíritu Santo, para recibir el castigo que a sus seguidores correspondía.

En efecto, con su sacrificio del Calvario, Jesús toma los pecados de quienes como sus creyentes arrepentidos ante El lo reciben como su único y suficiente Salvador Personal, atendiendo a Juan 3:16, porque tanto nos ama Dios Padre, que nos da crucificado a Dios Cristo, para que todo aquel que en El cree, no se pierda en el castigo del infierno, sino para obtener la vida eterna en el gozo y felicidad del Cielo Divino, según Juan 3:16.

Por lo tanto, cuando apenas hace unos días hemos conmemorado la Muerte y Resurrección de Jesús, Dios el Padre nos sigue predicando el Evangelio de Dios Cristo Salvador Infinito y Eterno, porque su Santa Palabra permanece para siempre, según 1 Pedro 1: 25.

Por ende, si así lo queremos, nada ni nadie puede impedirnos hacer un alto en el camino del pecado, para reflexionar que necesitamos a este Cristo para que nos salve de inmediato y para siempre de toda maldad quitando y perdonando nuestros pecados, según Romanos 5:8.

En consecuencia, Dios nos habla con todo su amor para aceptar que Jesús fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados y castigado en lugar nuestro, para que tuviésemos paz, y por sus llagas fuésemos curados de toda maldad, según Isaías 53:5, por lo cual Jesús nos invita a tener en El, nuestro Nuevo Nacimiento de carácter espiritual, según Juan 3:3.

Estimado Lector: eres muy distinguido y apreciado por Jesús quien te llama para que en forma reflexiva y valientele digas: “Cristo, Señor Mío y Dios Mío, ¡SALVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname y límpiame con tu sangre divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como único, suficiente y perfecto salvador personal”.

Muchas gracias, que Dios los bendiga ricamente y si El permite continuaremos el viernes siguiente A sus órdenes mi teléfono el 815-39-73.