Conforme avanza el tiempo se cumplen las expectativas de solucionar los compromisos de salud pendientes para este año, el primero y más importante, la campaña de vacunación contra la pandemia del virus Covid 19 que inició con el personal del sector salud y los adultos mayores de 60 años y que deberá de concluir en todos los municipios a finales de abril, para dar paso a una nueva etapa, con las personas de 50 a 59, con una logística similar a cargo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Uno más en agenda, la federalización del Hospital Central Dr. Ignacio Morones Prieto, que, luego de algunos meses de enredos burocráticos está a punto de salir avante ya con la transición a unidad de tercer nivel regional, y continuará al servicio de estudiantes de medicina y enfermería, para formarlos con una gran experiencia, con presupuesto anual propio a cargo del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), ahora bajo la dirección general de Juan Antonio Ferrer.
El primer compromiso empezó con la aplicación a dos dosis del biológico Pfizer al personal que opera los Hospitales Covid públicos y del sector privado, hasta ahora, con buenos resultados y, casi al mismo tiempo se hizo lo propio con los adultos mayores en siete municipios, sin embargo, a pesar de que se cumplieron los objetivos, la llegada de los biológicos no fue con la rapidez y la cantidad suficiente.
Gracias a la intervención del Gobernador del Estado, a la fecha transcurre la inoculación en 20 municipios, entre ellos tres de los de más alta densidad poblacional en la entidad: Ciudad Valles, Tamazunchale y Matehuala, que significan alrededor de un 34.5 por ciento del total y al paso que se avanza, es predecible que a finales de este mes o en la primera semana de abril, las 58 municipalidades estarán completas en una sola dosis, la segunda aplicación, a la velocidad de entrega de los reactivos, se puede concluir en el plazo estimado, finales de abril.
Hay que hacer la aclaración que las instituciones de salud que participan tienen la suficiente experiencia para sacar adelante una misión de estas dimensiones, sobre todo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y los Servicios de Salud del Gobierno del Estado (SS), que disponen de amplia cobertura con clínicas y hospitales en las comunidades más alejadas del territorio potosino y lo que les falta es continuidad en la entrega de los biológicos.
Por otra parte, de acuerdo a los resultados de una reunión que el Gobernador Carreras López tuvo en la semana que terminó con el director general del INSABI Juan Antonio Ferrer, se concluyó que en los próximos días, se van a firmar los documentos para que el Hospital Central Dr. Ignacio Morones Prieto termine su proceso de federalización, lo que equivale a que quedarán atrás las etapas de aguda pobreza que padeció durante poco más de 73 años, en las que hubo ocasiones en que se vaticinaba prácticamente su quiebra técnica y posible desaparición.
La nueva torre está en operaciones tras invertir por más de mil 200 millones de pesos; atiende la pandemia del Covid 19, provisionalmente a cargo del Ejército Mexicano, pero el papeleo que terminó marca su transición como un hospital- escuela regional de tercer nivel, que funcionará con presupuesto anual propio, procedente del INSABI con un modelo similar al del IMSS.
Este, el del Hospital Central, es un acto de justicia que tardó décadas en cumplirse, el otro, el de la vacunación, es un reto que deberá de quedar muy avanzado para septiembre, con al menos el 70 u 80 por ciento de la población mayor de 16 años inmunizada, contra una de las emergencias sanitarias más devastadoras que se presentaron en el mundo en muchos años.
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