/ viernes 12 de agosto de 2022

¡Cristo es la Respuesta! | Dos ciegos reciben la vista

Mateo 20:39 al 34

Hemos de recordar que todas las historias que vienen en la Biblia, tienen enseñanzas espirituales que es necesario aplicar a nuestra vida, y aunque se escribieron hace ya mucho tiempo, siguen siendo prácticas, útiles y de mucha bendición si las ponemos por obra.

En esta historia titulada “Dos ciegos reciben la vista”, que viene en Mateo 20:29 al 34, en primer lugar, quiero llamar su atención a la multitud que seguía a Jesús. Dice en el versículo 29, que le seguía una gran multitud; y en la actualidad, puedo decir sin temor a equivocarme, que alrededor del mundo hay millones de personas que siguen a Jesús; pero el problema sigue siendo que esa gran multitud, sigue haciendo lo mismo que las personas hace más de dos mil años, pues en el versículo 31 dice que la gente reprendía a los ciegos para que callasen. La inmensa mayoría de la gente que sigue a Jesús, son religiosas, que siguen a Jesús por conveniencia, no por convicción de querer amarle, honrarle y vivir para Él; no quieren compromiso, quieren un cristianismo sin sacrificio, quieren un Señor que se adapte a ellos, y por ningún motivo o circunstancia se quieren someter a Dios, viven con un pie en las cosas de Dios, y otro en las cosas de este mundo; un cristianismo tibio, del cual Dios dice en su Palabra que a los tales, Él vomitará de su boca (Apoc.3:15); gente que tiene a Cristo en su corazón, pero de vez en cuando van a la iglesia, de vez en cuando oran o leen su Biblia, y muy de vez en cuando hablan a otros de su fe, y van a la iglesia los domingos, pero el resto de la semana viven como si ni conocieran al Señor, por su manera de vestir, de hablar, las amistades que tienen, en su comportamiento para nada reflejan a Cristo. Encima de eso, cuando alguien se atreve a actuar, como con los dos ciegos, la gente los reprende, y les dicen, “Cállate, sierra la boca”, “No clames, no seas fanático, exagerado, no es para tanto”; y mucho me temo, que esto describe claramente el cristianismo que actualmente tenemos.

Por otro lado y en contraste con la gran multitud, tenemos a los dos ciegos, los cuales son un tipo de nuestra condición, los cuales claman; es decir, que en altavoz, querían llamar la atención de Jesús, para ser escuchados por Él, ¿cuál era su clamor? Primeramente, “Ten misericordia de nosotros”; y yo le animo a que no seamos del montón, de esa gran multitud que solo lo seguía religiosamente; sino que sabiendo que estamos desesperadamente necesitados de la misericordia de Dios, de su favor, de su gracia, de su cuidado, de su bondad; de que habrá nuestros ojos primeramente para salvación de nuestra alma, que es lo más importante; pero también, el poder ver como Él quiere que veamos a nuestra esposa, esposo, hijos, nietos, a la familia, nuestra iglesia, a los hermanos, a los perdidos, al pecado; y pudiera yo continuar con una lista muy larga, pero quiero concluir con la reacción de Jesús, pues Él se detuvo y les dijo: “¿Qué queréis que os haga?, que dicha, que gozo que Él se detiene y atiende: El versículo 39 dice que Él se compadece. Qué bendición porque Cristo es así, alabado sea su nombre, y solo fue que como hicieron esos dos ciegos, es que Cristo hizo el milagro, y gloria al Señor, recibieron la vista. ¡Amén!

Iglesia Bíblica Bautista de San Luis Potosí.

Calle Nube #560, colonia Garita de Jalisco. Teléfono: 444-841-5387. Horarios: Domingo: 10:00 A.M. 12:00 P.M, y 6:00 P.M. Miércoles 7:00 P.M

Mateo 20:39 al 34

Hemos de recordar que todas las historias que vienen en la Biblia, tienen enseñanzas espirituales que es necesario aplicar a nuestra vida, y aunque se escribieron hace ya mucho tiempo, siguen siendo prácticas, útiles y de mucha bendición si las ponemos por obra.

En esta historia titulada “Dos ciegos reciben la vista”, que viene en Mateo 20:29 al 34, en primer lugar, quiero llamar su atención a la multitud que seguía a Jesús. Dice en el versículo 29, que le seguía una gran multitud; y en la actualidad, puedo decir sin temor a equivocarme, que alrededor del mundo hay millones de personas que siguen a Jesús; pero el problema sigue siendo que esa gran multitud, sigue haciendo lo mismo que las personas hace más de dos mil años, pues en el versículo 31 dice que la gente reprendía a los ciegos para que callasen. La inmensa mayoría de la gente que sigue a Jesús, son religiosas, que siguen a Jesús por conveniencia, no por convicción de querer amarle, honrarle y vivir para Él; no quieren compromiso, quieren un cristianismo sin sacrificio, quieren un Señor que se adapte a ellos, y por ningún motivo o circunstancia se quieren someter a Dios, viven con un pie en las cosas de Dios, y otro en las cosas de este mundo; un cristianismo tibio, del cual Dios dice en su Palabra que a los tales, Él vomitará de su boca (Apoc.3:15); gente que tiene a Cristo en su corazón, pero de vez en cuando van a la iglesia, de vez en cuando oran o leen su Biblia, y muy de vez en cuando hablan a otros de su fe, y van a la iglesia los domingos, pero el resto de la semana viven como si ni conocieran al Señor, por su manera de vestir, de hablar, las amistades que tienen, en su comportamiento para nada reflejan a Cristo. Encima de eso, cuando alguien se atreve a actuar, como con los dos ciegos, la gente los reprende, y les dicen, “Cállate, sierra la boca”, “No clames, no seas fanático, exagerado, no es para tanto”; y mucho me temo, que esto describe claramente el cristianismo que actualmente tenemos.

Por otro lado y en contraste con la gran multitud, tenemos a los dos ciegos, los cuales son un tipo de nuestra condición, los cuales claman; es decir, que en altavoz, querían llamar la atención de Jesús, para ser escuchados por Él, ¿cuál era su clamor? Primeramente, “Ten misericordia de nosotros”; y yo le animo a que no seamos del montón, de esa gran multitud que solo lo seguía religiosamente; sino que sabiendo que estamos desesperadamente necesitados de la misericordia de Dios, de su favor, de su gracia, de su cuidado, de su bondad; de que habrá nuestros ojos primeramente para salvación de nuestra alma, que es lo más importante; pero también, el poder ver como Él quiere que veamos a nuestra esposa, esposo, hijos, nietos, a la familia, nuestra iglesia, a los hermanos, a los perdidos, al pecado; y pudiera yo continuar con una lista muy larga, pero quiero concluir con la reacción de Jesús, pues Él se detuvo y les dijo: “¿Qué queréis que os haga?, que dicha, que gozo que Él se detiene y atiende: El versículo 39 dice que Él se compadece. Qué bendición porque Cristo es así, alabado sea su nombre, y solo fue que como hicieron esos dos ciegos, es que Cristo hizo el milagro, y gloria al Señor, recibieron la vista. ¡Amén!

Iglesia Bíblica Bautista de San Luis Potosí.

Calle Nube #560, colonia Garita de Jalisco. Teléfono: 444-841-5387. Horarios: Domingo: 10:00 A.M. 12:00 P.M, y 6:00 P.M. Miércoles 7:00 P.M