/ viernes 11 de junio de 2021

¡Cristo es la respuesta!

El Cristiano y la autoridad

1 Timoteo 2: 1 al 4

La Biblia habla de cual debe ser el proceder del cristiano para con la autoridad; nos habla que Dios en su soberanía quita y pone reyes. Daniel 2:21 dice: “Él muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos”.

En Romanos 13:1 dice: Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas”. Sé que pasajes como los que acabamos de ver no son fácil de aceptar, pero en esta ocasión deseo enfocar algo que cada creyente, en definitiva, debe de estar haciendo por sus autoridades.

La Biblia dice en 2 Timoteo 1: 1 al 4: “Exhorto, ante todo, a que hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad”. Es interesante que la primera frase con la que comienza este pasaje es: “Exhorto ante todo” es decir que el apóstol Pablo inspirado por el Espíritu Santo nos quiere hacer entender, que lo que esta a punto de decir, es una prioridad, es algo que debe de ser considerado en primer lugar; por lo tal, es muy importante.

También se nos dice que “Hagamos rogativas oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres”; pero luego nos menciona un grupo en particular de hombres dice: “Por los reyes y por todos los que están en eminencia”; es decir, aquellos que están en autoridad. Sé que en estas elecciones pasadas, todos tuvimos un candidato favorito por el cual votamos; pero independientemente si ganó o perdió nuestro candidato, todavía Dios quiere que oremos por los que están en autoridad y lo hagamos como una prioridad, no como opcional, no solo si nos cae bien o mal, es algo que Dios espera que hagamos, orar que el Señor les de sabiduría para gobernar, que ellos tengan temor de Dios, que no haya soberbia sino humildad para reconocer que si van a ser la autoridad que Dios quiere que sean, tienen que buscar su guía, su voluntad. Ahora, pudiéramos pensar que es muy difícil que tal o cual persona actúe de esa forma, pero para eso es que necesitamos orar a Dios, para que él obre, actúe y transforme la mente y el corazón de esa persona.

Concluyo con la última frase del versículo 2 que dice: “Para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad”. La verdad, es que mucha gente, aun cristianos, si algo hacemos es quejarnos de la autoridad, criticarlos, burlarnos de sus errores, maldecirlos; pero, poco o nada oramos y pedimos a Dios por ellos. Cuando veo este pasaje, no dejo de pensar que seguramente somos responsables de no estar viviendo como dice la Escritura: “Quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad” porque simple y sencillamente los cristianos no estamos orando como deberíamos por la autoridad. Que Dios nos de la gracia de hacerlo.

El Cristiano y la autoridad

1 Timoteo 2: 1 al 4

La Biblia habla de cual debe ser el proceder del cristiano para con la autoridad; nos habla que Dios en su soberanía quita y pone reyes. Daniel 2:21 dice: “Él muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos”.

En Romanos 13:1 dice: Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas”. Sé que pasajes como los que acabamos de ver no son fácil de aceptar, pero en esta ocasión deseo enfocar algo que cada creyente, en definitiva, debe de estar haciendo por sus autoridades.

La Biblia dice en 2 Timoteo 1: 1 al 4: “Exhorto, ante todo, a que hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad”. Es interesante que la primera frase con la que comienza este pasaje es: “Exhorto ante todo” es decir que el apóstol Pablo inspirado por el Espíritu Santo nos quiere hacer entender, que lo que esta a punto de decir, es una prioridad, es algo que debe de ser considerado en primer lugar; por lo tal, es muy importante.

También se nos dice que “Hagamos rogativas oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres”; pero luego nos menciona un grupo en particular de hombres dice: “Por los reyes y por todos los que están en eminencia”; es decir, aquellos que están en autoridad. Sé que en estas elecciones pasadas, todos tuvimos un candidato favorito por el cual votamos; pero independientemente si ganó o perdió nuestro candidato, todavía Dios quiere que oremos por los que están en autoridad y lo hagamos como una prioridad, no como opcional, no solo si nos cae bien o mal, es algo que Dios espera que hagamos, orar que el Señor les de sabiduría para gobernar, que ellos tengan temor de Dios, que no haya soberbia sino humildad para reconocer que si van a ser la autoridad que Dios quiere que sean, tienen que buscar su guía, su voluntad. Ahora, pudiéramos pensar que es muy difícil que tal o cual persona actúe de esa forma, pero para eso es que necesitamos orar a Dios, para que él obre, actúe y transforme la mente y el corazón de esa persona.

Concluyo con la última frase del versículo 2 que dice: “Para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad”. La verdad, es que mucha gente, aun cristianos, si algo hacemos es quejarnos de la autoridad, criticarlos, burlarnos de sus errores, maldecirlos; pero, poco o nada oramos y pedimos a Dios por ellos. Cuando veo este pasaje, no dejo de pensar que seguramente somos responsables de no estar viviendo como dice la Escritura: “Quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad” porque simple y sencillamente los cristianos no estamos orando como deberíamos por la autoridad. Que Dios nos de la gracia de hacerlo.