/ viernes 14 de mayo de 2021

¡Cristo es la respuesta!

Buenos administradores

Juan 6:9 al 13

La Biblia enseña con claridad que esta vida no nos pertenece y que este cuerpo no es de nuestra propiedad. En 1 Corintios 6:19 y 20 dice: “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.” Aquí se nos dice repetidamente, que nuestro cuerpo le pertenece a Dios, por lo tanto, Él espera que con nuestro cuerpo le glorifiquemos.

En 2 de Corintios 5:15, también dice: “Y por todos murió, para los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.” Si vamos a tomar en cuenta lo que Dios dice en su Palabra, debemos aceptar que tanto nuestra vida, como nuestro cuerpo le pertenecen al Señor, él es el dueño, por lo tanto, un día de lo que hicimos con lo que es propiedad de Él. Esto es muy diferente a lo que la gente piensa diciendo: “Ésta es mi vida y éste es mi cuerpo, yo puedo hacer como yo quiero, es mi derecho, yo no tengo que darle cuentas a nadie de lo que yo hago o decido”. Esto está en oposición de lo que la Biblia enseña.

La Escritura hay ejemplos de buenos administradores, y uno de esos ejemplos lo encontramos en Juan 6:9 AL 13, donde habla acerca de la alimentación de los cinco mil, y dice: “Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? Entonces Jesús dijo: “Haced recostar a la gente. Y había mucha hierba en aquél lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones. Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. Recogieron, pues, y llevaron doce cestas, que de los cinco panes de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido. De esta historia se pueden tomar algunas lecciones para que cada uno de nosotros podamos ser buenos administradores. Lo primero es que este muchacho tomo la decisión de compartir lo poco que tenía con los demás.

La Biblia dice en Filipenses 2:4: “No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada uno también por lo de los otros”. Sé que los principios bíblicos luego son opuestos a lo que las personas creen, pero allí radica la clave de ser un buen administrador, no hay que dejarse llevar por su manera de pensar, sino hay que poner en práctica lo que dice la Palabra de Dios.

Regresando al pasaje, éste muchacho fue un buen administrador, pues aprendió que lo poco en las manos de Dios, alcanza para mucho. Así fue en ésta ocasión, ya que con esos cinco panes de cebada y dos pececillos, alcanzó para alimentar a una multitud donde eran cinco mil varones, mas aparte mujeres y niños; y aquí es donde prejuicios se comienzan a derribar, en que no solamente no estamos compartiendo con otros porque somos egoístas; y en otras ocasiones pensamos que es poco lo que podemos aportar, que mejor me lo quedo. Lo cierto es que generalmente lo que podamos ofrecer, va a ser poco para la gran necesidad que hay, pero eso puesto en las manos de Dios, dará lugar para que sucedan milagros, grandes cosas para la gloria de Dios.

Finalmente, éste muchacho se dio cuenta de que Dios premia y recompensa a quienes son buenos administradores, ya que sobraron doce cestas de pedazos de pan, e imagino que Jesús le pidió a sus discípulos que los llevaran a la casa del muchacho, y si así no hubiera sido, yo le aseguro que Dios bendijo a ese muchacho, pues Dios dice en su Palabra que Él es galardonador de los que le buscan (Hebreos 11:6). Que Dios nos permita ser buenos administradores de todo lo que Él nos da. ¡Amén!

Iglesia Bíblica Bautista de San Luis Potosí

Calle Nube # 560, colonia Garita de Jalisco

Teléfono: 444-8415387

Horarios: Domingo: 10:00 A.M. Y 12:00 P.M. Miércoles 7:00 P.M.

Buenos administradores

Juan 6:9 al 13

La Biblia enseña con claridad que esta vida no nos pertenece y que este cuerpo no es de nuestra propiedad. En 1 Corintios 6:19 y 20 dice: “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.” Aquí se nos dice repetidamente, que nuestro cuerpo le pertenece a Dios, por lo tanto, Él espera que con nuestro cuerpo le glorifiquemos.

En 2 de Corintios 5:15, también dice: “Y por todos murió, para los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.” Si vamos a tomar en cuenta lo que Dios dice en su Palabra, debemos aceptar que tanto nuestra vida, como nuestro cuerpo le pertenecen al Señor, él es el dueño, por lo tanto, un día de lo que hicimos con lo que es propiedad de Él. Esto es muy diferente a lo que la gente piensa diciendo: “Ésta es mi vida y éste es mi cuerpo, yo puedo hacer como yo quiero, es mi derecho, yo no tengo que darle cuentas a nadie de lo que yo hago o decido”. Esto está en oposición de lo que la Biblia enseña.

La Escritura hay ejemplos de buenos administradores, y uno de esos ejemplos lo encontramos en Juan 6:9 AL 13, donde habla acerca de la alimentación de los cinco mil, y dice: “Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? Entonces Jesús dijo: “Haced recostar a la gente. Y había mucha hierba en aquél lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones. Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. Recogieron, pues, y llevaron doce cestas, que de los cinco panes de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido. De esta historia se pueden tomar algunas lecciones para que cada uno de nosotros podamos ser buenos administradores. Lo primero es que este muchacho tomo la decisión de compartir lo poco que tenía con los demás.

La Biblia dice en Filipenses 2:4: “No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada uno también por lo de los otros”. Sé que los principios bíblicos luego son opuestos a lo que las personas creen, pero allí radica la clave de ser un buen administrador, no hay que dejarse llevar por su manera de pensar, sino hay que poner en práctica lo que dice la Palabra de Dios.

Regresando al pasaje, éste muchacho fue un buen administrador, pues aprendió que lo poco en las manos de Dios, alcanza para mucho. Así fue en ésta ocasión, ya que con esos cinco panes de cebada y dos pececillos, alcanzó para alimentar a una multitud donde eran cinco mil varones, mas aparte mujeres y niños; y aquí es donde prejuicios se comienzan a derribar, en que no solamente no estamos compartiendo con otros porque somos egoístas; y en otras ocasiones pensamos que es poco lo que podemos aportar, que mejor me lo quedo. Lo cierto es que generalmente lo que podamos ofrecer, va a ser poco para la gran necesidad que hay, pero eso puesto en las manos de Dios, dará lugar para que sucedan milagros, grandes cosas para la gloria de Dios.

Finalmente, éste muchacho se dio cuenta de que Dios premia y recompensa a quienes son buenos administradores, ya que sobraron doce cestas de pedazos de pan, e imagino que Jesús le pidió a sus discípulos que los llevaran a la casa del muchacho, y si así no hubiera sido, yo le aseguro que Dios bendijo a ese muchacho, pues Dios dice en su Palabra que Él es galardonador de los que le buscan (Hebreos 11:6). Que Dios nos permita ser buenos administradores de todo lo que Él nos da. ¡Amén!

Iglesia Bíblica Bautista de San Luis Potosí

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Horarios: Domingo: 10:00 A.M. Y 12:00 P.M. Miércoles 7:00 P.M.