/ viernes 7 de mayo de 2021

¡Cristo es la Respuesta!

Cuidando nuestros pensamientos

Filipenses 4:8

En la carta del apóstol Pablo a los filipenses, en el capítulo 4, versículo 8, dice: “Por lo demás hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Inspirado por el Espíritu Santo, el apóstol nos dice las cosas en las que debemos pensar, y si somos honestos, en el día a día, las cosas en las que pensamos, no se ajustan a lo que leemos en este versículo. En cuanto a esto, no debemos quedarnos de brazos cruzados, resignados y no hacer nada al respecto; lo primero es saber que Dios desea en su voluntad, que cuidemos nuestros pensamientos.

Es muy importante pedirle a Dios a Dios, que nos ayude a cuidar nuestros pensamientos, ya que, por nuestra condición de pecadores, somos débiles, estamos limitados, y definitivamente necesitamos la ayuda de Dios, ¡Solos no podemos! Otra cosa, es que comencemos a cuidar nuestros pensamientos y hagamos de esto un a costumbre, una disciplina, un hábito; pero antes de continuar, quiero advertirle que esto no sucederá de un día para otro, o de la noche a la mañana; por lo tanto, como dice en Gálatas 6:9: “No nos cansemos, pues, de hacer el bien, porque a su tiempo segaremos, sino desmayamos”. Un buen punto de partida lo encontramos en 2 Corintios 10:3 al 5 donde dice: “Pues, aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”. Hay que entender que, al no cuidar nuestros pensamientos, estos con el tiempo habrán de crear fortalezas, argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios. Una fortaleza, es la capacidad de una cosa para sostener, soportar o resistir algo; un argumento, es un razonamiento que muestra, refugia o justifica algo, y la altivez, es un sentimiento de superioridad frente a los demás, que provoca un trato distante o despreciativo hacía ellos. Tomando estos tres significados, podemos decir que alguien que no cuida sus pensamientos, llegara el punto en su vida que se va a crear una resistencia a Dios y a su palabra; sus pensamientos le van a llevar a refutar lo que dice Dios y querer justificar su pecado, y tendrá un sentimiento de superioridad, por lo tanto, menospreciará lo que la Biblia enseña acerca de la voluntad de Dios, y lo único que va a evitar que eso suceda, son las armas de nuestra milicia que no son carnales. Por cierto, las palabras: “Armas” y “Milicia” nos recuerdan que esto es una guerra, un combate, una batalla, y esas armas que no son carnales, son: La Biblia, la oración, el congregarnos fielmente en la iglesia, y clatro cuidar lo que vemos, lo que escuchamos, las amistades, los lugares a donde vamos; todo esto sin duda, nos va a ser de gran ayuda para poder cuidar nuestros pensamientos. Que Dios nos de la gracia de cuidar los pensamientos, que es un área muy importante para tener u a buena relación con Dios y con los demás.

Iglesia Bíblica Bautista de San Luis Potosí

Calle Nube # 560, colonia Garita de Jalisco

Cuidando nuestros pensamientos

Filipenses 4:8

En la carta del apóstol Pablo a los filipenses, en el capítulo 4, versículo 8, dice: “Por lo demás hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Inspirado por el Espíritu Santo, el apóstol nos dice las cosas en las que debemos pensar, y si somos honestos, en el día a día, las cosas en las que pensamos, no se ajustan a lo que leemos en este versículo. En cuanto a esto, no debemos quedarnos de brazos cruzados, resignados y no hacer nada al respecto; lo primero es saber que Dios desea en su voluntad, que cuidemos nuestros pensamientos.

Es muy importante pedirle a Dios a Dios, que nos ayude a cuidar nuestros pensamientos, ya que, por nuestra condición de pecadores, somos débiles, estamos limitados, y definitivamente necesitamos la ayuda de Dios, ¡Solos no podemos! Otra cosa, es que comencemos a cuidar nuestros pensamientos y hagamos de esto un a costumbre, una disciplina, un hábito; pero antes de continuar, quiero advertirle que esto no sucederá de un día para otro, o de la noche a la mañana; por lo tanto, como dice en Gálatas 6:9: “No nos cansemos, pues, de hacer el bien, porque a su tiempo segaremos, sino desmayamos”. Un buen punto de partida lo encontramos en 2 Corintios 10:3 al 5 donde dice: “Pues, aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”. Hay que entender que, al no cuidar nuestros pensamientos, estos con el tiempo habrán de crear fortalezas, argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios. Una fortaleza, es la capacidad de una cosa para sostener, soportar o resistir algo; un argumento, es un razonamiento que muestra, refugia o justifica algo, y la altivez, es un sentimiento de superioridad frente a los demás, que provoca un trato distante o despreciativo hacía ellos. Tomando estos tres significados, podemos decir que alguien que no cuida sus pensamientos, llegara el punto en su vida que se va a crear una resistencia a Dios y a su palabra; sus pensamientos le van a llevar a refutar lo que dice Dios y querer justificar su pecado, y tendrá un sentimiento de superioridad, por lo tanto, menospreciará lo que la Biblia enseña acerca de la voluntad de Dios, y lo único que va a evitar que eso suceda, son las armas de nuestra milicia que no son carnales. Por cierto, las palabras: “Armas” y “Milicia” nos recuerdan que esto es una guerra, un combate, una batalla, y esas armas que no son carnales, son: La Biblia, la oración, el congregarnos fielmente en la iglesia, y clatro cuidar lo que vemos, lo que escuchamos, las amistades, los lugares a donde vamos; todo esto sin duda, nos va a ser de gran ayuda para poder cuidar nuestros pensamientos. Que Dios nos de la gracia de cuidar los pensamientos, que es un área muy importante para tener u a buena relación con Dios y con los demás.

Iglesia Bíblica Bautista de San Luis Potosí

Calle Nube # 560, colonia Garita de Jalisco