/ jueves 18 de marzo de 2021

Cristo es la respuesta

Líbranos del mal

Lucas 11:4

Hemos estado reflexionando acerca de la oración conocida como el “Padre Nuestro”, Y ésta fue dada como respuesta del Señor Jesucristo a la petición de uno de los discípulos de ser enseñado a orar. Dijimos que nunca fue la intención de Jesús de que esta oración se repitiera tal cual como personas luego lo hacen. Pero aquí encontramos elementos muy importantes que deben ser tomados en cuenta en nuestros tiempos de oración.

Quisiera concluir esta oración conocida como “El Padre Nuestro”, reflexionando acerca de la frase con que termina el versículo de Mateo 4:11, donde dice: “Mas líbranos del mal”. y es que algo a lo que constantemente vamos a estar expuestos, es al mal; y nuestra petición delante de Dios, debe de ser que nos libre del mal. En Mateo 26:46, encontramos al Señor Jesucristo orando en Getsemaní, diciendo: “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”. Esto es una realidad, en nuestro espíritu está la disposición de hacer la voluntad de Dios, de agradarle, de dar la espalda al pecado, pero también es cierto que nuestra carne es débil, es frágil, es vulnerable e inclinada a caer en la tentación, y así pecar contra Dios; y el problema no solo está en que nosotros somos débiles, aparte como dice en Romanos 7:21, “…El mal está en mí”; y si a eso le sumamos todo el mal, toda la tentación que nos rodea, si entendemos así las cosas, estamos en camino de ser conscientes de la gran necesidad que tenemos de orar: “Que Dios nos libre del mal”.

Ahora, aunque para nosotros es imposible tener victoria sobre la tentación y sobre el mal, Dios promete que en la oración a él esto es posible; por cierto, Dios quiere vivamos en victoria no en derrota, en fracaso, en culpa, en desánimo; Él desea que triunfemos sobre el mal, pero para eso es necesario pedirle en oración que no nos meta en tentación, mas nos libre del mal.

Antes de seguir adelante, solo quisiera aclarar lo que la Biblia nos enseña en Santiago 1:13 y 14, donde dice: “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie, sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.” A la luz de este pasaje, entendemos que lo que nos lleva a ceder a la tentación, es nuestro propio pecado, pero nuestra súplica debe de ser que no seamos metidos en tentación y seamos librados del mal. Y eso es lo que hace nuestro Padre celestial; en lo personal, varias veces al día me encuentro orando al Señor por esta petición, pues estoy consciente de esa lucha espiritual, de mi humana debilidad, de mi condición de pecador, del mal que me rodea, pero sobre todo la gran necesidad que tengo de la ayuda del Padre para poder tener victoria sobre la tentación, sobre el mal. Que el Señor nos permita vivir de esa manera, pero todo comienza con esa súplica al Padre: “No nos metas en tentación, mas líbranos del mal.”

Iglesia Bíblica Bautista de San Luis Potosí.

Calle Nube # 560, Colonia Garita de Jalisco

Horarios: Domingo 10:00 A.M. ; 12:00 P.M. Y 6:00 P.M.

Teléfono: 444-8415387

Líbranos del mal

Lucas 11:4

Hemos estado reflexionando acerca de la oración conocida como el “Padre Nuestro”, Y ésta fue dada como respuesta del Señor Jesucristo a la petición de uno de los discípulos de ser enseñado a orar. Dijimos que nunca fue la intención de Jesús de que esta oración se repitiera tal cual como personas luego lo hacen. Pero aquí encontramos elementos muy importantes que deben ser tomados en cuenta en nuestros tiempos de oración.

Quisiera concluir esta oración conocida como “El Padre Nuestro”, reflexionando acerca de la frase con que termina el versículo de Mateo 4:11, donde dice: “Mas líbranos del mal”. y es que algo a lo que constantemente vamos a estar expuestos, es al mal; y nuestra petición delante de Dios, debe de ser que nos libre del mal. En Mateo 26:46, encontramos al Señor Jesucristo orando en Getsemaní, diciendo: “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”. Esto es una realidad, en nuestro espíritu está la disposición de hacer la voluntad de Dios, de agradarle, de dar la espalda al pecado, pero también es cierto que nuestra carne es débil, es frágil, es vulnerable e inclinada a caer en la tentación, y así pecar contra Dios; y el problema no solo está en que nosotros somos débiles, aparte como dice en Romanos 7:21, “…El mal está en mí”; y si a eso le sumamos todo el mal, toda la tentación que nos rodea, si entendemos así las cosas, estamos en camino de ser conscientes de la gran necesidad que tenemos de orar: “Que Dios nos libre del mal”.

Ahora, aunque para nosotros es imposible tener victoria sobre la tentación y sobre el mal, Dios promete que en la oración a él esto es posible; por cierto, Dios quiere vivamos en victoria no en derrota, en fracaso, en culpa, en desánimo; Él desea que triunfemos sobre el mal, pero para eso es necesario pedirle en oración que no nos meta en tentación, mas nos libre del mal.

Antes de seguir adelante, solo quisiera aclarar lo que la Biblia nos enseña en Santiago 1:13 y 14, donde dice: “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie, sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.” A la luz de este pasaje, entendemos que lo que nos lleva a ceder a la tentación, es nuestro propio pecado, pero nuestra súplica debe de ser que no seamos metidos en tentación y seamos librados del mal. Y eso es lo que hace nuestro Padre celestial; en lo personal, varias veces al día me encuentro orando al Señor por esta petición, pues estoy consciente de esa lucha espiritual, de mi humana debilidad, de mi condición de pecador, del mal que me rodea, pero sobre todo la gran necesidad que tengo de la ayuda del Padre para poder tener victoria sobre la tentación, sobre el mal. Que el Señor nos permita vivir de esa manera, pero todo comienza con esa súplica al Padre: “No nos metas en tentación, mas líbranos del mal.”

Iglesia Bíblica Bautista de San Luis Potosí.

Calle Nube # 560, Colonia Garita de Jalisco

Horarios: Domingo 10:00 A.M. ; 12:00 P.M. Y 6:00 P.M.

Teléfono: 444-8415387