/ jueves 18 de junio de 2020

¡Cristo es la Respuesta!

¡El peligro de un corazón duro!

Jeremías 16:5, 9,13

Pastor Luis Ramos Cisneros

Dice en Jeremías 16:5 “Porque así ha dicho Jehová: No entres en casa de luto, ni vayas a lamentar, ni los consueles; porque yo he quitado mi paz de este pueblo, dice Jehová, mi misericordia y mis piedades.” En el versículo 9: “Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo haré cesar en este lugar, delante de vuestros ojos y en vuestros días, toda voz de gozo y toda voz de alegría, y toda voz de esposo y toda voz de esposa.” También dice más adelante en el capítulo 13, “Por tanto, yo os arrojaré de esta tierra a una tierra que ni vosotros ni vuestros padres habéis conocido, y allá serviréis a dioses ajenos de día y de noche, porque no os mostrare clemencia.” Y luego, en el capítulo 18:17 de Jeremías dice: “Como viento solano los esparciré delante del enemigo, les mostraré las espaldas y no el rostro, en el día de su perdición.” Dijo Dios en este pasaje que Él había quitado de su pueblo su paz, su misericordia, sus piedades, su gozo y su favor.

Qué causa que Dios quite de una vida su paz y gozo, que ya no tenga misericordia, ni tenga piedad, que ya no sea clemente, que quite su favor; que Dios actué así con una persona o con un pueblo. La Palabra de Dios dice que sus misericordias son para siempre, en el Salmo 103:8 dice: “Misericordioso y clemente es Jehová; lento para la ira, y grande en misericordia.” Entonces, ¿cuándo es que Dios llega a actuar así, ya sin misericordia? Dice en Jeremías 16:11,12: “Entonces les dirás: Porque vuestros padres me dejaron, dice Jehová, y anduvieron en pos de dioses ajenos, y los sirvieron, y ante ellos se postraron, y me dejaron a mí y no guardaron mi ley; y vosotros habéis hecho peor que vuestros padres; porque he aquí que vosotros camináis cada uno tras la imaginación de su malvado corazón, no oyéndome a mí.” Lo que causa que Dios quite su paz, su gozo, su misericordia, es cuando el corazón de alguien se ha endurecido en contra de Dios, porque allí dice: “Camináis cada uno tras la imaginación de su malvado corazón, no oyéndome a mí.” Cuando un corazón se ha llenado de pecado y se rehúsa a arrepentirse, ya no quiere cambiar, lleno de soberbia, que se cierra a la voz de Dios, que ya no quiere escuchar su Palabra; que desea hacer su voluntad, sabiendo la voluntad de Dios; que cuando es amonestado, es reprendido vez tras vez, no escucha y se endurece más y más, Dios obra de una manera severa. En Proverbios 29:1 dice: “El hombre que reprendido endurece la cerviz, de repente será quebrantado, y no habrá para él medicina.”

Debemos cuidar nuestro corazón. Primero manteniendo un corazón humilde, en Santiago 4:6 dice: “Pero él da mayor gracia. Por esto dice. Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.” En segundo, mantener un corazón sensible a la voz de Dios, al Espíritu Santo a la Palabra de Dios. En Hebreos 3:7 dice: “Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones…” En tercer lugar, hay que guardar el corazón de soberbia y de pecado; en Proverbios 4:23 dice: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.” Por último, no confiar en nuestro corazón, en Jeremías 17:9 dice: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas y perverso; ¿quién lo conocerá? En estos tiempos, debemos caminar más humildes delante de Dios; no ser soberbios ni duros de corazón para seguir viendo a Dios obrar en nuestra vida.

Iglesia Bíblica Bautista

Calle Nube 560, Colonia Garita de Jalisco. Tel. 841-5387 www.ibbslp.org.mx

¡El peligro de un corazón duro!

Jeremías 16:5, 9,13

Pastor Luis Ramos Cisneros

Dice en Jeremías 16:5 “Porque así ha dicho Jehová: No entres en casa de luto, ni vayas a lamentar, ni los consueles; porque yo he quitado mi paz de este pueblo, dice Jehová, mi misericordia y mis piedades.” En el versículo 9: “Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo haré cesar en este lugar, delante de vuestros ojos y en vuestros días, toda voz de gozo y toda voz de alegría, y toda voz de esposo y toda voz de esposa.” También dice más adelante en el capítulo 13, “Por tanto, yo os arrojaré de esta tierra a una tierra que ni vosotros ni vuestros padres habéis conocido, y allá serviréis a dioses ajenos de día y de noche, porque no os mostrare clemencia.” Y luego, en el capítulo 18:17 de Jeremías dice: “Como viento solano los esparciré delante del enemigo, les mostraré las espaldas y no el rostro, en el día de su perdición.” Dijo Dios en este pasaje que Él había quitado de su pueblo su paz, su misericordia, sus piedades, su gozo y su favor.

Qué causa que Dios quite de una vida su paz y gozo, que ya no tenga misericordia, ni tenga piedad, que ya no sea clemente, que quite su favor; que Dios actué así con una persona o con un pueblo. La Palabra de Dios dice que sus misericordias son para siempre, en el Salmo 103:8 dice: “Misericordioso y clemente es Jehová; lento para la ira, y grande en misericordia.” Entonces, ¿cuándo es que Dios llega a actuar así, ya sin misericordia? Dice en Jeremías 16:11,12: “Entonces les dirás: Porque vuestros padres me dejaron, dice Jehová, y anduvieron en pos de dioses ajenos, y los sirvieron, y ante ellos se postraron, y me dejaron a mí y no guardaron mi ley; y vosotros habéis hecho peor que vuestros padres; porque he aquí que vosotros camináis cada uno tras la imaginación de su malvado corazón, no oyéndome a mí.” Lo que causa que Dios quite su paz, su gozo, su misericordia, es cuando el corazón de alguien se ha endurecido en contra de Dios, porque allí dice: “Camináis cada uno tras la imaginación de su malvado corazón, no oyéndome a mí.” Cuando un corazón se ha llenado de pecado y se rehúsa a arrepentirse, ya no quiere cambiar, lleno de soberbia, que se cierra a la voz de Dios, que ya no quiere escuchar su Palabra; que desea hacer su voluntad, sabiendo la voluntad de Dios; que cuando es amonestado, es reprendido vez tras vez, no escucha y se endurece más y más, Dios obra de una manera severa. En Proverbios 29:1 dice: “El hombre que reprendido endurece la cerviz, de repente será quebrantado, y no habrá para él medicina.”

Debemos cuidar nuestro corazón. Primero manteniendo un corazón humilde, en Santiago 4:6 dice: “Pero él da mayor gracia. Por esto dice. Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.” En segundo, mantener un corazón sensible a la voz de Dios, al Espíritu Santo a la Palabra de Dios. En Hebreos 3:7 dice: “Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones…” En tercer lugar, hay que guardar el corazón de soberbia y de pecado; en Proverbios 4:23 dice: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.” Por último, no confiar en nuestro corazón, en Jeremías 17:9 dice: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas y perverso; ¿quién lo conocerá? En estos tiempos, debemos caminar más humildes delante de Dios; no ser soberbios ni duros de corazón para seguir viendo a Dios obrar en nuestra vida.

Iglesia Bíblica Bautista

Calle Nube 560, Colonia Garita de Jalisco. Tel. 841-5387 www.ibbslp.org.mx