/ jueves 4 de junio de 2020

¡Cristo es la Respuesta!

El Alcance Del Quebranto

En Isaías 38, encontramos una historia que lleva por título: “La enfermedad de Ezequías;” y en los versículos del 1 al 5 dice de la siguiente manera: “En aquellos días Ezequías enfermó de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás. Entonces volvió Ezequías su rostro a la pared, e hizo oración a Jehová, y dijo: Oh Jehová, te ruego que te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con integro o corazón, y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró Ezequías con gran lloro. Entonces vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo: Ve y di a Ezequías: Jehová Dios de David tu padre ha dicho así: He oído tu oración, y visto tus lágrimas, he aquí yo añado a tu vida quince años.

En lo que acabamos de leer encontramos que Dios le manda avisar al rey Ezequías por medio del profeta Isaías, que ordenara su casa porque de la enfermedad que tenía iba a morir, mas sin embargo el rey en vez de resignarse a la noticia que se le dio, dice la Biblia que volvió su rostro a la pared e hizo oración a Jehová, y el rey ruega a Dios que recordará como él había andado en verdad, con íntegro corazón haciendo lo agradable delante de los ojos del Señor. Ahora, no estoy teniendo en poco esto que expresa Ezequías, pero creo que aunque el rey era sincero al decir estas palabras, estoy convencido que lo que finalmente mueve a Dios a tener misericordia, es la frase que encontramos al concluir el versículo 3 que dice: “Y lloró Ezequías con gran lloro;” es decir, este hombre se encontraba profundamente quebrantado, y eso da lugar a que Dios decida extenderle su vida quince años más.

Ahora, no es el único ejemplo en la Biblia que encontramos acerca de ello, pues en otra ocasión encontramos a un rey que se distinguió por ser alguien que hizo lo malo ante los ojos de Jehová; en 1 Reyes 21:25 al hacer lo malo ante los ojos de Jehová, porque Jezabel su mujer lo incitaba, él fue en gran manera abominable caminando en pos de los ídolos conforme a todo lo que hicieron los amorreos, a los cuales lanzó Jehová de delante de los hijos de Israel, y sucedió que cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestidos y puso cilicio sobre su carne, ayunó y durmió en cilicio y anduvo humillado, entonces vino palabras de Jehová a Elías Tisbita diciendo: ¿No has visto cómo Acab se ha humillado delante de mí? Pues por cuanto se ha humillado delante de mí, no traeré el mal en sus días; en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa. A diferencia de Ezequías, el rey Acab no podía decirle a Dios que Él recordará todo el bien que había hecho, por cuanto el pecado había sido constante en su vida, pero todavía este hombre se humilla y se quebranta delante de Dios, y esto una vez más mueve a Dios a tener misericordia; esto aún el rey David lo entendía y en el Salmo 51:17 él dice: “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.”

Que el Señor nos dé la sabiduría de saber entender que si algo mueve la misericordia de Dios, es que nos humillemos delante de Él, y entendamos de esa forma el alcance del quebranto.

Iglesia Bíblica Bautista de San Luis Potosí.

Calle Nube # 560

Colonia Garita de Jalisco

TEL. 841-5387

El Alcance Del Quebranto

En Isaías 38, encontramos una historia que lleva por título: “La enfermedad de Ezequías;” y en los versículos del 1 al 5 dice de la siguiente manera: “En aquellos días Ezequías enfermó de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás. Entonces volvió Ezequías su rostro a la pared, e hizo oración a Jehová, y dijo: Oh Jehová, te ruego que te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con integro o corazón, y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró Ezequías con gran lloro. Entonces vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo: Ve y di a Ezequías: Jehová Dios de David tu padre ha dicho así: He oído tu oración, y visto tus lágrimas, he aquí yo añado a tu vida quince años.

En lo que acabamos de leer encontramos que Dios le manda avisar al rey Ezequías por medio del profeta Isaías, que ordenara su casa porque de la enfermedad que tenía iba a morir, mas sin embargo el rey en vez de resignarse a la noticia que se le dio, dice la Biblia que volvió su rostro a la pared e hizo oración a Jehová, y el rey ruega a Dios que recordará como él había andado en verdad, con íntegro corazón haciendo lo agradable delante de los ojos del Señor. Ahora, no estoy teniendo en poco esto que expresa Ezequías, pero creo que aunque el rey era sincero al decir estas palabras, estoy convencido que lo que finalmente mueve a Dios a tener misericordia, es la frase que encontramos al concluir el versículo 3 que dice: “Y lloró Ezequías con gran lloro;” es decir, este hombre se encontraba profundamente quebrantado, y eso da lugar a que Dios decida extenderle su vida quince años más.

Ahora, no es el único ejemplo en la Biblia que encontramos acerca de ello, pues en otra ocasión encontramos a un rey que se distinguió por ser alguien que hizo lo malo ante los ojos de Jehová; en 1 Reyes 21:25 al hacer lo malo ante los ojos de Jehová, porque Jezabel su mujer lo incitaba, él fue en gran manera abominable caminando en pos de los ídolos conforme a todo lo que hicieron los amorreos, a los cuales lanzó Jehová de delante de los hijos de Israel, y sucedió que cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestidos y puso cilicio sobre su carne, ayunó y durmió en cilicio y anduvo humillado, entonces vino palabras de Jehová a Elías Tisbita diciendo: ¿No has visto cómo Acab se ha humillado delante de mí? Pues por cuanto se ha humillado delante de mí, no traeré el mal en sus días; en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa. A diferencia de Ezequías, el rey Acab no podía decirle a Dios que Él recordará todo el bien que había hecho, por cuanto el pecado había sido constante en su vida, pero todavía este hombre se humilla y se quebranta delante de Dios, y esto una vez más mueve a Dios a tener misericordia; esto aún el rey David lo entendía y en el Salmo 51:17 él dice: “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.”

Que el Señor nos dé la sabiduría de saber entender que si algo mueve la misericordia de Dios, es que nos humillemos delante de Él, y entendamos de esa forma el alcance del quebranto.

Iglesia Bíblica Bautista de San Luis Potosí.

Calle Nube # 560

Colonia Garita de Jalisco

TEL. 841-5387