/ jueves 4 de julio de 2019

¡Cristo es la Respuesta!

Clama a mí, y yo te responderé - Jeremías 33:3

Por Víctor Hugo Guel Gonzales.

Este versículo es muy conocido entre creyentes y es la disposición de parte de Dios, donde nos dice que clamemos a Él. Ahora, el clamor es alzar la voz, en un sentir no de una demanda, ni de una exigencia, sino de una súplica, un ruego, un quebranto que viene de un corazón que desesperadamente necesita que Dios obre en su necesidad.

Siguiendo el versículo, dice que si hacemos nuestra parte en clamar, tengamos por seguro que Él hará su parte en responder. Es importante entender que las promesas divinas usualmente tienen que ver con que nosotros hagamos lo que nos toca hacer; es una tristeza que por soberbia, por orgullo, incredulidad, por estar tan ocupados o tan afanados con las cosas de este mundo, que no estamos clamando, y por esa razón, no tenemos una respuesta de parte de Dios; y sí, talvez hemos pedido de manera superficial, frívola y mecánica, por no dejar, como mero trámite, cuando lo que él señor lo que desea es que clamemos, y creo que todos tenemos razones y motivos, donde debemos reconocer y darnos cuenta que tenemos que clamar, y cuando eso suceda, ciertamente Él va a hacer su parte y nos va a responder. Ahora esto que voy a mencionar es muy importante tomarlo en cuenta, él va a responder, y en ocasiones será de acuerdo a nuestro clamor, pero en otros casos no será así, pues a fin de cuentas lo que Dios quiere para nuestras vidas es su voluntad que de acuerdo a Romanos 12:2, es buena, agradable y perfecta, un ejemplo es cuando nuestro Señor Jesucristo clama al padre diciéndole en Getsemaní “Padre si puedes pasar de mi esta copa(refiriéndose a la crucifixión) pero no mi voluntad, si no la tuya.”

Finalmente Jesús sometió su voluntad a la del padre, fue a la cruz a morir por nuestros pecados, y en esa manera, darnos salvación, perdón de pecados y vida eterna. El versículo concluye diciendo que no solo nos va a responder, si no que nos enseñará cosas grandes y ocultas que no conocemos. Independientemente de la respuesta divina, en ello siempre encontraremos enseñanza de cosas grandes y ocultas que no conocemos, en lo personal, es cuando en medio de mi necesidad, y quebranto, mi dolor he clamado al señor, y es ahí que he aprendido cosas que me han hecho un mejor padre, un mejor hijo, un mejor cristiano y todo esto comienza cuando clamamos al señor, que Dios nos permita vivir de esa manera; pues allí, no solo recibiremos su favor, también nos enseña cosas grandes y ocultas que no conocemos.

Iglesia Bíblica Bautista

Calle Nube 560, Colonia Garita de Jalisco. Tel. 841-5387 www.ibbslp.org.mx

Horario. Domingo 10:00 A.M.y 12:00 P.M. 6:00PM; Miércoles 7:00 P.M.


Clama a mí, y yo te responderé - Jeremías 33:3

Por Víctor Hugo Guel Gonzales.

Este versículo es muy conocido entre creyentes y es la disposición de parte de Dios, donde nos dice que clamemos a Él. Ahora, el clamor es alzar la voz, en un sentir no de una demanda, ni de una exigencia, sino de una súplica, un ruego, un quebranto que viene de un corazón que desesperadamente necesita que Dios obre en su necesidad.

Siguiendo el versículo, dice que si hacemos nuestra parte en clamar, tengamos por seguro que Él hará su parte en responder. Es importante entender que las promesas divinas usualmente tienen que ver con que nosotros hagamos lo que nos toca hacer; es una tristeza que por soberbia, por orgullo, incredulidad, por estar tan ocupados o tan afanados con las cosas de este mundo, que no estamos clamando, y por esa razón, no tenemos una respuesta de parte de Dios; y sí, talvez hemos pedido de manera superficial, frívola y mecánica, por no dejar, como mero trámite, cuando lo que él señor lo que desea es que clamemos, y creo que todos tenemos razones y motivos, donde debemos reconocer y darnos cuenta que tenemos que clamar, y cuando eso suceda, ciertamente Él va a hacer su parte y nos va a responder. Ahora esto que voy a mencionar es muy importante tomarlo en cuenta, él va a responder, y en ocasiones será de acuerdo a nuestro clamor, pero en otros casos no será así, pues a fin de cuentas lo que Dios quiere para nuestras vidas es su voluntad que de acuerdo a Romanos 12:2, es buena, agradable y perfecta, un ejemplo es cuando nuestro Señor Jesucristo clama al padre diciéndole en Getsemaní “Padre si puedes pasar de mi esta copa(refiriéndose a la crucifixión) pero no mi voluntad, si no la tuya.”

Finalmente Jesús sometió su voluntad a la del padre, fue a la cruz a morir por nuestros pecados, y en esa manera, darnos salvación, perdón de pecados y vida eterna. El versículo concluye diciendo que no solo nos va a responder, si no que nos enseñará cosas grandes y ocultas que no conocemos. Independientemente de la respuesta divina, en ello siempre encontraremos enseñanza de cosas grandes y ocultas que no conocemos, en lo personal, es cuando en medio de mi necesidad, y quebranto, mi dolor he clamado al señor, y es ahí que he aprendido cosas que me han hecho un mejor padre, un mejor hijo, un mejor cristiano y todo esto comienza cuando clamamos al señor, que Dios nos permita vivir de esa manera; pues allí, no solo recibiremos su favor, también nos enseña cosas grandes y ocultas que no conocemos.

Iglesia Bíblica Bautista

Calle Nube 560, Colonia Garita de Jalisco. Tel. 841-5387 www.ibbslp.org.mx

Horario. Domingo 10:00 A.M.y 12:00 P.M. 6:00PM; Miércoles 7:00 P.M.