Dios y los ídolos
Salmo 115
Por Víctor Hugo Guel González
En el Salmo 11-5, la Biblia nos muestra unos versículos que son muy claros acerca de la diferencia que hay entre Dios y los ídolos. Quisiera tomar en cuenta algunas cosas que sin duda serán de utilidad para nuestras vidas; especialmente en el área espiritual. Del versículo 3 al 8, donde dice: “Nuestro Dios está en los cielos, todo lo que quiso ha hecho. Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de mano de hombres. Tienen boca, mas no hablan; tienen ojos más no ven; tienen narices, mas no huelen; manos tienen, mas no palpan; tienen pies, mas no andan; no hablan con su garganta. Semejantes a ellos son los que los hacen, y cualquiera que confía en ellos.”
Para comenzar, tenemos el contraste entre que Dios todo lo que quiso ha hecho, (es decir, que ÉL es el Creador de todo lo que existe); a diferencia de los ídolos, los cuales son obra de manos de hombre. No podemos pasar por alto esto que es de destacar, ya que efectivamente Dios es Creador de todo, incluyendo, de cada uno de nosotros; por el contrario, son hombres los que se han dedicado a crear los ídolos que muchos de ellos son de oro y plata. Allí es donde comienza el gran problema de la idolatría, ya que en Isaías 44:13, donde habla de la insensatez, de la idolatría; nos dice: “Corta cedros, y toma ciprés y encina, que crecen los árboles del bosque; planta pino que se crie con la lluvia. De él se sirve luego el hombre para quemar; y toma de ellos para calentarse; enciende también el horno, y cuece panes, hace además un dios, y lo adora; fabrica ídolo, y se arrodilla delante de él.” Parte el leño quema el fuego; con parte de él come carne, prepara su asado, y se sacia; después se calienta, y dice: ¡Oh! Me he calentado, he visto el fuego; y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo; se postra delante de él, lo adora, y le ruega diciendo: Líbrame, porque mi dios eres tú. No saben ni entienden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender. Discurre para consigo, no tiene sentido ni entendimiento para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan, asé carne, y la comí. ¿Haré del resto de él una abominación? ¿Me postraré delante de un tronco de árbol? De ceniza se alimente; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es pura mentira lo que tengo en mi mano derecha? (Versículos 14 al 20).
Regresando al Salmo 115 dice: “Tienen boca y no hablan, ojos y no ven; orejas y no oyen.” Aunque el capítulo menciona más diferencias, el Dios de la Biblia; el Dios Creador, nos habla por medio de su Palabra que es la Biblia; el ve, pues sus ojos contemplan toda la tierra, y claro que escucha nuestras oraciones.
Que el Señor nos libre de la insensatez, de la idolatría y nos permita confiar en ÉL; quien es Él Dios vivo y verdadero.
Iglesia Bíblica Bautista
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