/ viernes 5 de abril de 2019

¡Cristo es la Respuesta!

Sabed que vuestro pecado os alcanzará

Números 32:23

En el capítulo 32 de Números, nos dice acerca de que la tribu de Rubén y Gad piden tierras antes de pasan el Jordán, al principio fue mal interpretado por Moisés...

Pues él pensaba que estas dos tribus no querían ir a la guerra que el pueblo enfrentaría precisamente después de cruzar el Jordán; mas sin embargo, ellos vinieron con Moisés y le explicaron que ellos se comprometían a que con diligencia irían a la guerra hasta que los hijos de Israel, cada uno tuviera su heredad, a lo cual Moisés responde que sí así lo llevan a cabo, está bien; y aprueba que sus tierras sean las que han solicitado antes de cruzar el Jordán, pero concluye dando una amonestación solemne diciendo: “Mas si así no lo hacéis, he aquí habréis pecado ante Jehová; y sabréis que vuestro pecado os alcanzará.”

Es cierto que Dios es paciente, es misericordioso, él da muchas oportunidades; pero si nos aferramos al pecado, si lo llevamos a cabo deliberadamente, vendrá el tiempo que nos alcanzará. Para que esto no suceda, es necesario ver el pecado como Dios quiere que lo veamos, y aquí hay algunas cosas que es necesario tomar en cuenta. Lo primero es que no solo pecamos con lo que hacemos, (lo que se conoce como pecado de obra), sino también pecamos de palabra, pensamiento y omisión, éste último tiene que ver con que la Biblia enseña que el que sabe hacer lo bueno y no lo hace le es pecado (Santiago 4:17); en este último tomo como ejemplo, el ver a una ancianita queriendo cruzar la calle y no la ayudo, aunque no haga nada en su contra, el no apoyarle sabiendo que debo hacerlo, eso delante de Dios es pecado.

Algo que nos va a ayudar a que el pecado no nos alcance, es ser conscientes de que en realidad delante de Dios somos pecadores, y no poco, ni más o menos; si no que muchas veces ni cuenta nos damos de lo pecadores que somos, pues si solo pecáramos tres veces al día, (que en realidad son pocas) en un mes sería 100 veces, en un año 1000; y la Biblia nos enseña que una persona vive en promedio de 70 a 80 años; eso persona tendría de 70 a 80 mil pecado en su vida, que viéndolo de esa forma, sería una gran cantidad.

Ahora, no solo tomar conciencia de lo pecadores que somos, pero ese pecado debemos confesarlo delante de Dios, creyendo de todo corazón lo que la Biblia enseña en 1 Juan 1:9 donde dice: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” Para que una persona esté dispuesta de hacer esto, debe dejar de justificar, de minimizar su pecado. Es lamentable cuando la gente en vez de confesar, se compara con otros y llega a decir: “Pues sí yo tengo pecado, pero no se compara con la maldad de otras personas;” y con quien debemos compararnos es con el Señor Jesús, y si así lo hacemos, nunca habrá lugar para excusas y pretextos.

También hay gente que culpa a otros por su pecado, y a veces con razones muy convincentes, pero lo cierto es que aun cuando en ocasiones no somos culpables de lo que vivimos, siempre somos responsables de cómo reaccionamos a lo que nos pasa en la vida, y créame, en esa forma, usualmente aceptaremos nuestro pecado y terminaremos confesándolo, y claro que el ver el pecado como Dios lo ve, de entrada evitará que las consecuencias de él termine alcanzándonos. Oh, que el Señor permita que tomemos en cuenta esta advertencia departe de Dios.

Iglesia Bíblica Bautista

Calle Nube 560, Colonia Garita de Jalisco. Tel. 841-5387 www.ibbslp.org.mx

Horario. Domingo 10:00 A.M.y 12:00 P.M. 6:00PM; Miércoles 7:00 P.M.

Sabed que vuestro pecado os alcanzará

Números 32:23

En el capítulo 32 de Números, nos dice acerca de que la tribu de Rubén y Gad piden tierras antes de pasan el Jordán, al principio fue mal interpretado por Moisés...

Pues él pensaba que estas dos tribus no querían ir a la guerra que el pueblo enfrentaría precisamente después de cruzar el Jordán; mas sin embargo, ellos vinieron con Moisés y le explicaron que ellos se comprometían a que con diligencia irían a la guerra hasta que los hijos de Israel, cada uno tuviera su heredad, a lo cual Moisés responde que sí así lo llevan a cabo, está bien; y aprueba que sus tierras sean las que han solicitado antes de cruzar el Jordán, pero concluye dando una amonestación solemne diciendo: “Mas si así no lo hacéis, he aquí habréis pecado ante Jehová; y sabréis que vuestro pecado os alcanzará.”

Es cierto que Dios es paciente, es misericordioso, él da muchas oportunidades; pero si nos aferramos al pecado, si lo llevamos a cabo deliberadamente, vendrá el tiempo que nos alcanzará. Para que esto no suceda, es necesario ver el pecado como Dios quiere que lo veamos, y aquí hay algunas cosas que es necesario tomar en cuenta. Lo primero es que no solo pecamos con lo que hacemos, (lo que se conoce como pecado de obra), sino también pecamos de palabra, pensamiento y omisión, éste último tiene que ver con que la Biblia enseña que el que sabe hacer lo bueno y no lo hace le es pecado (Santiago 4:17); en este último tomo como ejemplo, el ver a una ancianita queriendo cruzar la calle y no la ayudo, aunque no haga nada en su contra, el no apoyarle sabiendo que debo hacerlo, eso delante de Dios es pecado.

Algo que nos va a ayudar a que el pecado no nos alcance, es ser conscientes de que en realidad delante de Dios somos pecadores, y no poco, ni más o menos; si no que muchas veces ni cuenta nos damos de lo pecadores que somos, pues si solo pecáramos tres veces al día, (que en realidad son pocas) en un mes sería 100 veces, en un año 1000; y la Biblia nos enseña que una persona vive en promedio de 70 a 80 años; eso persona tendría de 70 a 80 mil pecado en su vida, que viéndolo de esa forma, sería una gran cantidad.

Ahora, no solo tomar conciencia de lo pecadores que somos, pero ese pecado debemos confesarlo delante de Dios, creyendo de todo corazón lo que la Biblia enseña en 1 Juan 1:9 donde dice: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” Para que una persona esté dispuesta de hacer esto, debe dejar de justificar, de minimizar su pecado. Es lamentable cuando la gente en vez de confesar, se compara con otros y llega a decir: “Pues sí yo tengo pecado, pero no se compara con la maldad de otras personas;” y con quien debemos compararnos es con el Señor Jesús, y si así lo hacemos, nunca habrá lugar para excusas y pretextos.

También hay gente que culpa a otros por su pecado, y a veces con razones muy convincentes, pero lo cierto es que aun cuando en ocasiones no somos culpables de lo que vivimos, siempre somos responsables de cómo reaccionamos a lo que nos pasa en la vida, y créame, en esa forma, usualmente aceptaremos nuestro pecado y terminaremos confesándolo, y claro que el ver el pecado como Dios lo ve, de entrada evitará que las consecuencias de él termine alcanzándonos. Oh, que el Señor permita que tomemos en cuenta esta advertencia departe de Dios.

Iglesia Bíblica Bautista

Calle Nube 560, Colonia Garita de Jalisco. Tel. 841-5387 www.ibbslp.org.mx

Horario. Domingo 10:00 A.M.y 12:00 P.M. 6:00PM; Miércoles 7:00 P.M.