/ jueves 21 de marzo de 2019

¡Cristo es la Respuesta!

En artículos anteriores hablamos acerca de la obra de la fe y del trabajo de amor; y concluiremos esta reflexión con la constancia de la esperanza.

Creo que una parte importante de la vida del creyente, es la esperanza; y recordando la definición bíblica de fe en Hebreos 11:1 que dice: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” Nos deja claro que debemos vivir con esperanza. Ahora, esa esperanza debe ser constante; allí debemos permanecer, en ello hay que perseverar, es algo que no debe faltar. La palabra “Constancia” se puede traducir o entender como paciencia, donde se indica el aguante bajo el peso de circunstancias adversas, pero no con la resignación del que sufre pasivamente, sino con fortaleza con la certeza absoluta, y la expectativa confiada de lo que seguramente el Señor habrá de llevar acabo; pues precisamente el pasaje concluye con que la constancia en la esperanza es en nuestro Señor Jesucristo.

Me he puesto a pensar, que si mi esperanza en ser un buen esposo, un buen padre, está en mis propias fuerzas, es mi propia habilidad, en mis propios recursos, en mi sabiduría, lo que me espera es el fracaso, la confusión, la derrota; pero si pongo mi esperanza en Jesucristo, eso hará toda la diferencia si soy constante en ello, si soy paciente; seguramente Dios va a obrar en manera sobrenatural, milagrosa, extraordinaria que traerá honra y gloria a Él, ya que no podré tomar ningún crédito. Por esa razón en Hebreos 12:1,2 se nos instruye a que si vamos a correr con paciencia la carrera, debemos poner nuestros ojos en Jesús, quien es autor y consumador de la Fe, el cual por el gozo puesto delante de Él, sufrió la cruz, menospreciando el oprobio y se sentó a la diestra del trono de Dios. Sin lugar a dudas, algo que nos va a ayudar a ser constantes en la esperanza, es recordar el sufrimiento de Cristo en la cruz del calvario, lo cual por cierto según el versículo enfrento con gozo; y es que el hacer la voluntad de Dios debe provocar gozo en nuestras vidas. Aunque para el Señor Jesús el enfrentar la cruz fue un gran sufrimiento, todavía lo hizo con gozo, pues sabía que esta era la voluntad del Padre.Probablemente usted como cristiano este pasando por pruebas, por adversidad; siga constante en la esperanza en Jesús, considere su sufrimiento y afronte las cosas con gozo, pues nos conviene estar en su voluntad.

Para concluir, mientras nosotros hagamos nuestra parte, que es seguir con la obra de fe, el trabajo de amor, y seguimos en la “Constancia de la esperanza de nuestro Señor Jesucristo” Él hará su parte, dicho de otra forma, si yo hago lo posible, Dios hará lo imposible. Hay muchos ejemplos de ello en la Biblia, como el de Lázaro al que Jesús resucitó, sí a la gente le tocó remover la piedra del sepulcro donde este hombre se encontraba, ellos hicieron lo posible, y quien resucitó a Lázaro fue el Señor Jesucristo. Si hacemos nuestra parte, tengamos la esperanza que lo imposible habrá de suceder. Que el Señor nos de la gracia de tener esa constancia en la esperanza.

Iglesia Bíblica Bautista

Calle Nube 560, Colonia Garita de Jalisco. Tel. 841-5387 www.ibbslp.org.mx

Horario. Domingo 10:00 A.M. y 12:00 P.M. 6:00PM; Miércoles 7:00 P.M.



En artículos anteriores hablamos acerca de la obra de la fe y del trabajo de amor; y concluiremos esta reflexión con la constancia de la esperanza.

Creo que una parte importante de la vida del creyente, es la esperanza; y recordando la definición bíblica de fe en Hebreos 11:1 que dice: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” Nos deja claro que debemos vivir con esperanza. Ahora, esa esperanza debe ser constante; allí debemos permanecer, en ello hay que perseverar, es algo que no debe faltar. La palabra “Constancia” se puede traducir o entender como paciencia, donde se indica el aguante bajo el peso de circunstancias adversas, pero no con la resignación del que sufre pasivamente, sino con fortaleza con la certeza absoluta, y la expectativa confiada de lo que seguramente el Señor habrá de llevar acabo; pues precisamente el pasaje concluye con que la constancia en la esperanza es en nuestro Señor Jesucristo.

Me he puesto a pensar, que si mi esperanza en ser un buen esposo, un buen padre, está en mis propias fuerzas, es mi propia habilidad, en mis propios recursos, en mi sabiduría, lo que me espera es el fracaso, la confusión, la derrota; pero si pongo mi esperanza en Jesucristo, eso hará toda la diferencia si soy constante en ello, si soy paciente; seguramente Dios va a obrar en manera sobrenatural, milagrosa, extraordinaria que traerá honra y gloria a Él, ya que no podré tomar ningún crédito. Por esa razón en Hebreos 12:1,2 se nos instruye a que si vamos a correr con paciencia la carrera, debemos poner nuestros ojos en Jesús, quien es autor y consumador de la Fe, el cual por el gozo puesto delante de Él, sufrió la cruz, menospreciando el oprobio y se sentó a la diestra del trono de Dios. Sin lugar a dudas, algo que nos va a ayudar a ser constantes en la esperanza, es recordar el sufrimiento de Cristo en la cruz del calvario, lo cual por cierto según el versículo enfrento con gozo; y es que el hacer la voluntad de Dios debe provocar gozo en nuestras vidas. Aunque para el Señor Jesús el enfrentar la cruz fue un gran sufrimiento, todavía lo hizo con gozo, pues sabía que esta era la voluntad del Padre.Probablemente usted como cristiano este pasando por pruebas, por adversidad; siga constante en la esperanza en Jesús, considere su sufrimiento y afronte las cosas con gozo, pues nos conviene estar en su voluntad.

Para concluir, mientras nosotros hagamos nuestra parte, que es seguir con la obra de fe, el trabajo de amor, y seguimos en la “Constancia de la esperanza de nuestro Señor Jesucristo” Él hará su parte, dicho de otra forma, si yo hago lo posible, Dios hará lo imposible. Hay muchos ejemplos de ello en la Biblia, como el de Lázaro al que Jesús resucitó, sí a la gente le tocó remover la piedra del sepulcro donde este hombre se encontraba, ellos hicieron lo posible, y quien resucitó a Lázaro fue el Señor Jesucristo. Si hacemos nuestra parte, tengamos la esperanza que lo imposible habrá de suceder. Que el Señor nos de la gracia de tener esa constancia en la esperanza.

Iglesia Bíblica Bautista

Calle Nube 560, Colonia Garita de Jalisco. Tel. 841-5387 www.ibbslp.org.mx

Horario. Domingo 10:00 A.M. y 12:00 P.M. 6:00PM; Miércoles 7:00 P.M.