/ jueves 24 de enero de 2019

¡Cristo es la Respuesta!

El corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres

Malaquías 4:6

Por Víctor Hugo Guel Gonzales.


En el pasado, este pasaje ha llamado mi atención en cuanto a la familia, especialmente en mi responsabilidad como padre, ya que aquí se nos menciona acerca del ministerio de Juan el Bautista; se nos dice de cómo él haría volver el corazón de los padres hacia los hijos, y posteriormente el corazón de los hijos hacia los padres.

En base a esto creo problemas que luego hay en casa, comienzan con la triste realidad de que los padres no han vuelto su corazón hacia sus hijos. Como papá, Dios me ha dado el increíble privilegio y la gran responsabilidad de tener tres hijas; y reconozco que no he estado como debo al pendiente de sus vidas, en ocasiones otras cosas han ocupado mi tiempo, han llamado mi atención y me he encontrado preocupado por muchos asuntos; pero no debo perder de vista que si Dios espera algo de mí, es que vuelva mi corazón hacia mis hijas, que haga de ellas una prioridad. En Efesios 6:4 dice: “Y vosotros, padres, no provoquéis a la ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.”Aquí la palabra disciplina tiene que ver con la instrucción, con enseñanza, llamar la atención, con corrección y para esto, hay que estar atentos, dedicar tiempo y estar al pendiente. Claro, ahí comienza el problema, ya que por falta de poner atención y dedicar tiempo, no estamos disciplinando y amonestando en el Señor y los hijos con el tiempo pueden llegar a pensar que no nos importan, que no nos interesan, y llegar a tener amargura, rencor y ser provocados a ira. Esto (Imagino) es como una bomba de tiempo, que cuando menos esperamos terminan por estallar en rebeldía, desobediencia y menosprecio a la autoridad que Dios ha dado a los padres sobre los hijos.

En Colosenses 3:21 dice: “Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.” Aquí volvemos a encontrar la advertencia de no exasperar a los hijos y nos da la razón para que no se desalienten; considero nuevamente, que el desaliento viene a raíz de que ellos no se sienten valorados, atendidos y amados. Por eso hay que dedicarles tiempo, presentarles atención, pasar tiempo con ellos, escucharlos, aconsejarlos y amonestarlos. Sé que en el día a día hay muchas ocupaciones, hay muchos pendientes, muchas presiones; pero debemos clamar al Señor y Él nos dará lo necesario y así poder cumplir como la Escritura nos instruye; en volver nuestro corazón hacia nuestros hijos. El desaliento no es cosa pequeña, hay casos desafortunadamente, donde el desaliento se convierte en desanimo o depresión y en algunos casos muy lamentables y trágicos les lleva a atentar contra sus vidas. Yo sé que no toda la responsabilidad es nuestra, pues el pasaje también menciona de hacer volver el corazón de los hijos hacia los padres, pero el comienzo o donde se originan las cosas es con los padres.

En lo personal como lo mencione al principio, tengo una gran carga por mis hijas, oro a Dios por sus vidas y busco que ellas tengan mi corazón, aunque no he sido lo que debo de ser, todavía pido al Señor, que me permita hacer mi parte en estar al pendiente de ellas, animarlas, exhortarles y amarles pues no quiero provocarles a ira, no quiero exasperarlas, no deseo desalentarlas, porque el anhelo de mi corazón es que sus vidas cuenten para Dios.

Iglesia Bíblica Bautista

Calle Nube 560, Colonia Garita de Jalisco. Tel. 841-5387 www.ibbslp.org.mx

Horario. Domingo 10:00 A.M.y 12:00 P.M. 6:00PM; Miércoles 7:00 P.M.



El corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres

Malaquías 4:6

Por Víctor Hugo Guel Gonzales.


En el pasado, este pasaje ha llamado mi atención en cuanto a la familia, especialmente en mi responsabilidad como padre, ya que aquí se nos menciona acerca del ministerio de Juan el Bautista; se nos dice de cómo él haría volver el corazón de los padres hacia los hijos, y posteriormente el corazón de los hijos hacia los padres.

En base a esto creo problemas que luego hay en casa, comienzan con la triste realidad de que los padres no han vuelto su corazón hacia sus hijos. Como papá, Dios me ha dado el increíble privilegio y la gran responsabilidad de tener tres hijas; y reconozco que no he estado como debo al pendiente de sus vidas, en ocasiones otras cosas han ocupado mi tiempo, han llamado mi atención y me he encontrado preocupado por muchos asuntos; pero no debo perder de vista que si Dios espera algo de mí, es que vuelva mi corazón hacia mis hijas, que haga de ellas una prioridad. En Efesios 6:4 dice: “Y vosotros, padres, no provoquéis a la ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.”Aquí la palabra disciplina tiene que ver con la instrucción, con enseñanza, llamar la atención, con corrección y para esto, hay que estar atentos, dedicar tiempo y estar al pendiente. Claro, ahí comienza el problema, ya que por falta de poner atención y dedicar tiempo, no estamos disciplinando y amonestando en el Señor y los hijos con el tiempo pueden llegar a pensar que no nos importan, que no nos interesan, y llegar a tener amargura, rencor y ser provocados a ira. Esto (Imagino) es como una bomba de tiempo, que cuando menos esperamos terminan por estallar en rebeldía, desobediencia y menosprecio a la autoridad que Dios ha dado a los padres sobre los hijos.

En Colosenses 3:21 dice: “Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.” Aquí volvemos a encontrar la advertencia de no exasperar a los hijos y nos da la razón para que no se desalienten; considero nuevamente, que el desaliento viene a raíz de que ellos no se sienten valorados, atendidos y amados. Por eso hay que dedicarles tiempo, presentarles atención, pasar tiempo con ellos, escucharlos, aconsejarlos y amonestarlos. Sé que en el día a día hay muchas ocupaciones, hay muchos pendientes, muchas presiones; pero debemos clamar al Señor y Él nos dará lo necesario y así poder cumplir como la Escritura nos instruye; en volver nuestro corazón hacia nuestros hijos. El desaliento no es cosa pequeña, hay casos desafortunadamente, donde el desaliento se convierte en desanimo o depresión y en algunos casos muy lamentables y trágicos les lleva a atentar contra sus vidas. Yo sé que no toda la responsabilidad es nuestra, pues el pasaje también menciona de hacer volver el corazón de los hijos hacia los padres, pero el comienzo o donde se originan las cosas es con los padres.

En lo personal como lo mencione al principio, tengo una gran carga por mis hijas, oro a Dios por sus vidas y busco que ellas tengan mi corazón, aunque no he sido lo que debo de ser, todavía pido al Señor, que me permita hacer mi parte en estar al pendiente de ellas, animarlas, exhortarles y amarles pues no quiero provocarles a ira, no quiero exasperarlas, no deseo desalentarlas, porque el anhelo de mi corazón es que sus vidas cuenten para Dios.

Iglesia Bíblica Bautista

Calle Nube 560, Colonia Garita de Jalisco. Tel. 841-5387 www.ibbslp.org.mx

Horario. Domingo 10:00 A.M.y 12:00 P.M. 6:00PM; Miércoles 7:00 P.M.