Uno de los atributos de Dios es la Omnisciencia, es decir, Él todo lo sabe, todo lo conoce, está al tanto de nuestras vidas; en las cosas cotidianas, en las cosas que hacemos de manera rutinaria, como el sentarnos y levantarnos; en las cosas que no parecen importantes, cuanto más en otras cosas tan importantes como son los pensamientos.
En el versículo 6 de este mismo Salmo, David dice: “Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender.” La omnisciencia de Dios, es algo que escapa a nuestra mente, que va más allá de lo que entendemos; pero la verdad es que Dios conoce todo de nosotros, y eso incluye los pensamientos el campo de batalla en donde comienzan las batallas en nuestra mente, en nuestros pensamientos.
En 2 Corintios 10:3 al 5 dice: “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo nuestro pensamiento a la obediencia a Cristo.” Si prestamos atención al pasaje, aun utiliza términos militares que nos dan a entender que hay lucha, debate; términos como: Militamos, armas, milicia, fortalezas, cautivo; y es allí donde vamos a tener la victoria o vamos a ser derrotados; es allí donde vamos a avanzar en la obediencia a Dios o vamos a retroceder de hacer lo correcto por cuanto Dios los entiende, Él los sabe y los conoce, por eso hay que tener mucho cuidado con ellos.
En Filipenses 4:8 la Biblia enseña acerca de los límites de nuestros pensamientos: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Lo cierto es que muchas veces somos descuidados con nuestros pensamientos y estos no se ajustan a lo que la Biblia enseña. Ahora, entiendo que no podemos evitar que vengan los malos pensamientos, pero sí podemos evitar que estos se “aniden” en nuestra mente y corazón.
En Isaías 26:3 dice: “Pero tú guardarás en completa paz en a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.” Estoy convencido que cuando la Escritura nos habla de perseverar, tiene que ver con carácter, con disciplina pero sobre todo, confianza en el Señor, en su Palabra que Él seguramente es más grande que cualquier situación, problema o adversidad que pudiéramos enfrentar.
Termino con 1Corintios 2:16 que dice: “Porque ¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.” Sé que guardar nuestros pensamientos, tiene que ver con que humanamente no podemos cuidar y guardar nuestros pensamientos, pero si hemos recibido a Cristo como único y suficiente salvador, (Jn.3:16) La Biblia enseña que tendremos la mente de Cristo, y eso es lo que finalmente nos permitirá por gracia y para su gloria, cuidar y guardar nuestros pensamientos, pues Él los conoce.
Iglesia Bíblica Bautista
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