/ jueves 9 de agosto de 2018

¡Cristo es la Respuesta!

La Incredulidad

Por Víctor Hugo Guel González


La Biblia en Mateo 13:58, nos da un versículo que llama mucho mi atención, ya que meditándolo, nos rebela algunas cosas que debemos tomar en cuenta en nuestras vidas. Aquí, Mateo inspirado por el Espíritu Santo, dice acerca del Señor Jesucristo: “Y no hizo allí (En Nazaret) muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos.” Deseo ser muy cuidadoso en las cosas que habré de expresar, pues no deseo confundir, ni tampoco crear polémica, porque la Palabra debe ser usada para edificar nuestra vida, y ser esa lámpara a nuestros pies y lumbrera a nuestro camino. Lo primero, es que Jesús allí hizo algunos milagros; por cierto, el único que puede hacer cosas sobrenaturales, milagrosas, las cuales traen honra y gloria a Dios, es el Señor Jesús. Quiero destacar que a pesar de la incredulidad de la gente, todavía el Señor en su bondad, su gracia y misericordia, tuvo a bien, en su poder y soberanía hacer algunos cuantos milagros; y apropósito, eso tendrá también que ver con que seguramente había creyentes orando por Nazaret en ese tiempo y pidiéndole a Dios que usara al Señor Jesús, para ser de bendición a la gente en ese lugar.

Volviendo a Mateo, allí se nos dice que la causa de su incredulidad es que la gente decía: ¿No es este el hijo del carpintero?, no se llama su madre María y sus hermanos y hermanas ¿No están entre nosotros?, es decir, porque lo conocían, sabían de sus padres, de su familia; no podían creer en las cosas que Él hacía y se escandalizaban. A lo cual, Él dijo: “No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa.” Aplicado a mi propia persona, sé que será difícil que gente cercana a mí, me crea, me quiera escuchar; pero lo que sí puedo hacer, es rogar que Dios use a alguien más, para que les hable, y seguramente, el Señor obrará milagros, a pesar de la incredulidad de ellos, que creo en parte, fue lo que sucedió en Nazaret, donde Jesús hizo algunos milagros.

Siguiendo con el versículo y lo que siempre ha llamado mi atención, es el hecho de que creo con toda seguridad, que el propósito divino, era que Jesús llevara a cabo, no unos cuentos milagros, sino muchos milagros, ¿por qué estoy tan seguro de esto?, porque ese es el carácter de Dios al ver la necesidad del ser humano que es mucha en todos los sentidos, pero es increíble, inconcebible, que hubo algo que limitó, que estorbó que sucediera, ¡la incredulidad de la gente! Este versículo, nos rebela, cómo el Rey de reyes, el Señor de señores, el Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, para el cual no hay imposibles, puede llegar a ser limitado, porque sencillamente, la gente decide no creer. Allí puedo ver sin dejar de pensar en todos los atributos de Dios mencionados y añadiendo su soberanía, la increíble responsabilidad que como personas tenemos, la Biblia enseña que el hombre es inexcusable, que Dios se ha revelado a nuestras vidas por medio de la creación, por medio de la conciencia, en saber lo bueno y lo malo, en su Palabra, donde podemos conocer su Persona, su obra y su voluntad para con el hombre, de tal manera que somos responsables de creer o no creer.

Yo le animo a creer en Dios, pero sobretodo, a creerle a Dios, y esto dará lugar a que los milagros sucedan, comenzando por la salvación de nuestra alma. Juan 3:16.

Iglesia Bíblica Bautista

Calle Nube 560, Colonia Garita de Jalisco. Tel. 841-5387 www.ibbslp.org.mx

Horario. Domingo 10:00 A.M.y 12:00 P.M. 6:00PM; Miércoles 7:00 P.M.


La Incredulidad

Por Víctor Hugo Guel González


La Biblia en Mateo 13:58, nos da un versículo que llama mucho mi atención, ya que meditándolo, nos rebela algunas cosas que debemos tomar en cuenta en nuestras vidas. Aquí, Mateo inspirado por el Espíritu Santo, dice acerca del Señor Jesucristo: “Y no hizo allí (En Nazaret) muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos.” Deseo ser muy cuidadoso en las cosas que habré de expresar, pues no deseo confundir, ni tampoco crear polémica, porque la Palabra debe ser usada para edificar nuestra vida, y ser esa lámpara a nuestros pies y lumbrera a nuestro camino. Lo primero, es que Jesús allí hizo algunos milagros; por cierto, el único que puede hacer cosas sobrenaturales, milagrosas, las cuales traen honra y gloria a Dios, es el Señor Jesús. Quiero destacar que a pesar de la incredulidad de la gente, todavía el Señor en su bondad, su gracia y misericordia, tuvo a bien, en su poder y soberanía hacer algunos cuantos milagros; y apropósito, eso tendrá también que ver con que seguramente había creyentes orando por Nazaret en ese tiempo y pidiéndole a Dios que usara al Señor Jesús, para ser de bendición a la gente en ese lugar.

Volviendo a Mateo, allí se nos dice que la causa de su incredulidad es que la gente decía: ¿No es este el hijo del carpintero?, no se llama su madre María y sus hermanos y hermanas ¿No están entre nosotros?, es decir, porque lo conocían, sabían de sus padres, de su familia; no podían creer en las cosas que Él hacía y se escandalizaban. A lo cual, Él dijo: “No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa.” Aplicado a mi propia persona, sé que será difícil que gente cercana a mí, me crea, me quiera escuchar; pero lo que sí puedo hacer, es rogar que Dios use a alguien más, para que les hable, y seguramente, el Señor obrará milagros, a pesar de la incredulidad de ellos, que creo en parte, fue lo que sucedió en Nazaret, donde Jesús hizo algunos milagros.

Siguiendo con el versículo y lo que siempre ha llamado mi atención, es el hecho de que creo con toda seguridad, que el propósito divino, era que Jesús llevara a cabo, no unos cuentos milagros, sino muchos milagros, ¿por qué estoy tan seguro de esto?, porque ese es el carácter de Dios al ver la necesidad del ser humano que es mucha en todos los sentidos, pero es increíble, inconcebible, que hubo algo que limitó, que estorbó que sucediera, ¡la incredulidad de la gente! Este versículo, nos rebela, cómo el Rey de reyes, el Señor de señores, el Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, para el cual no hay imposibles, puede llegar a ser limitado, porque sencillamente, la gente decide no creer. Allí puedo ver sin dejar de pensar en todos los atributos de Dios mencionados y añadiendo su soberanía, la increíble responsabilidad que como personas tenemos, la Biblia enseña que el hombre es inexcusable, que Dios se ha revelado a nuestras vidas por medio de la creación, por medio de la conciencia, en saber lo bueno y lo malo, en su Palabra, donde podemos conocer su Persona, su obra y su voluntad para con el hombre, de tal manera que somos responsables de creer o no creer.

Yo le animo a creer en Dios, pero sobretodo, a creerle a Dios, y esto dará lugar a que los milagros sucedan, comenzando por la salvación de nuestra alma. Juan 3:16.

Iglesia Bíblica Bautista

Calle Nube 560, Colonia Garita de Jalisco. Tel. 841-5387 www.ibbslp.org.mx

Horario. Domingo 10:00 A.M.y 12:00 P.M. 6:00PM; Miércoles 7:00 P.M.