/ jueves 26 de julio de 2018

¡Cristo es la Respuesta!

La soberbia

En Daniel capítulo 4, nos enseña acerca de la locura de Nabucodonosor; y es interesante que este rey con sus propias palabras en el versículo 37, concluye diciendo: “…Él puede humillar a los que andan con soberbia.” Si usted tiene la oportunidad de leer este capítulo, se dará cuenta, de cómo es que este hombre comenzó a pensar, que todo lo que él tenía, su fama, su poder, sus riquezas, era por sus propios méritos; y por eso que su corazón se llenó de soberbia y orgullo, Dios trató con su pecado de tal manera, que ese hombre, terminó comiendo hierba como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como plumas de águila, y sus uñas como las aves. Después de un tiempo, la Biblia nos dice que este hombre se arrepiente y se humilla delante del Señor, reconociendo que el cielo es el que gobierna, que Dios es el Altísimo, que es el que merece la alabanza, la gloria; que Él es soberano, y que Él cumple su voluntad. Después de esto, le es devuelta su voluntad, su reino, su dignidad; y se fue restablecido en su reino, porque a fin de cuentas, Dios tiene misericordia de nosotros; pero cuando andamos con soberbia, él trata con nuestro pecado, al punto que nuestra vida cae en la locura.

En Santiago 4:6, también encontramos que la Biblia dice: “Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.” Si alguien anda con orgullo, con vanagloria, pensando que él no necesita de Dios, que piensa que todo lo que ha conseguido es por sus propios logros, el Señor le resiste de tal manera, que para esta persona no hay gracia, es decir, no tendrá el favor de Dios, su protección, su cuidado, su amor, su misericordia; por el contrario, si andamos en humildad, Dios nos dará de su gracia, que es todo lo que necesitamos para seguir adelante.

En lo personal, a través de los años, Dios me ha enseñado, que sin Él yo no soy nada, y lejos de Él nada puedo hacer, y claro que Él me ha tenido que humillar, y me ha hecho entender, mi increíble necesidad que tengo de su presencia, de su gracia y favor sobre mi vida, también he aprendido que antes que venga el quebranto, la adversidad, el castigo, prefiero mil veces humillarme y reconocer que si algo tengo, o algo soy, es porque Dios es bueno, es por su misericordia, por su bondad, y de ello, de lo que soy y de lo que tengo, ningún mérito puedo tomar, y mi oración, es que Dios me libre y guarde de mi soberbia, y me permita andar en humildad, para la gloria de su nombre.

Iglesia Bíblica Bautista

Calle Nube 560, Colonia Garita de Jalisco. Tel. 841-5387 www.ibbslp.org.mx

Horario. Domingo 10:00 A.M.y 12:00 P.M. 6:00PM; Miércoles 7:00 P.M.

La soberbia

En Daniel capítulo 4, nos enseña acerca de la locura de Nabucodonosor; y es interesante que este rey con sus propias palabras en el versículo 37, concluye diciendo: “…Él puede humillar a los que andan con soberbia.” Si usted tiene la oportunidad de leer este capítulo, se dará cuenta, de cómo es que este hombre comenzó a pensar, que todo lo que él tenía, su fama, su poder, sus riquezas, era por sus propios méritos; y por eso que su corazón se llenó de soberbia y orgullo, Dios trató con su pecado de tal manera, que ese hombre, terminó comiendo hierba como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como plumas de águila, y sus uñas como las aves. Después de un tiempo, la Biblia nos dice que este hombre se arrepiente y se humilla delante del Señor, reconociendo que el cielo es el que gobierna, que Dios es el Altísimo, que es el que merece la alabanza, la gloria; que Él es soberano, y que Él cumple su voluntad. Después de esto, le es devuelta su voluntad, su reino, su dignidad; y se fue restablecido en su reino, porque a fin de cuentas, Dios tiene misericordia de nosotros; pero cuando andamos con soberbia, él trata con nuestro pecado, al punto que nuestra vida cae en la locura.

En Santiago 4:6, también encontramos que la Biblia dice: “Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.” Si alguien anda con orgullo, con vanagloria, pensando que él no necesita de Dios, que piensa que todo lo que ha conseguido es por sus propios logros, el Señor le resiste de tal manera, que para esta persona no hay gracia, es decir, no tendrá el favor de Dios, su protección, su cuidado, su amor, su misericordia; por el contrario, si andamos en humildad, Dios nos dará de su gracia, que es todo lo que necesitamos para seguir adelante.

En lo personal, a través de los años, Dios me ha enseñado, que sin Él yo no soy nada, y lejos de Él nada puedo hacer, y claro que Él me ha tenido que humillar, y me ha hecho entender, mi increíble necesidad que tengo de su presencia, de su gracia y favor sobre mi vida, también he aprendido que antes que venga el quebranto, la adversidad, el castigo, prefiero mil veces humillarme y reconocer que si algo tengo, o algo soy, es porque Dios es bueno, es por su misericordia, por su bondad, y de ello, de lo que soy y de lo que tengo, ningún mérito puedo tomar, y mi oración, es que Dios me libre y guarde de mi soberbia, y me permita andar en humildad, para la gloria de su nombre.

Iglesia Bíblica Bautista

Calle Nube 560, Colonia Garita de Jalisco. Tel. 841-5387 www.ibbslp.org.mx

Horario. Domingo 10:00 A.M.y 12:00 P.M. 6:00PM; Miércoles 7:00 P.M.