/ domingo 19 de enero de 2020

Con la salud de los mexicanos no se juega

El cáncer infantil es una de las enfermedades más terribles que afecta de manera muy considerable la salud de quienes la padecen. No sólo eso, las familias cercanas a quienes sufren la enfermedad, también ven mermada la situación económica, social y emocional.

Para una familia de escasos recursos es imposible solventar el tratamiento para el cáncer; el costo es tan alto que inclusive quienes cuentan gastos médicos mayores pagados por ellos mismos en ocasiones ni así alcanza.

Por ello los pacientes que dependen de la atención de los servicios de salud del Estado, al no contar con ello acaban con su patrimonio, con el de la familia y el de los parientes cercanos.

Para poner en perspectiva este asunto, basta señalar que en México el cáncer infantil es la primera causa de muerte entre niños de 5 años a 14. Existe una prevalencia anual de 23 mil casos de cáncer infantil. Escúchese bien: 23 mil casos de cáncer infantil, y cada año aumenta 5 mil el número de diagnosticados por esta enfermedad.

Pese a que el cáncer representa una de las principales causas de muerte, se han documentado una serie de irregularidades entre las que se encuentra el desabasto de medicamentos y la falta de material en quimioterapias, radioterapias, panorama que pone en riesgo la salud de las niñas y los niños de México. Sobre todo, los adolescentes, están padeciendo en nuestro país y en diferentes estados de la República Mexicana. No contar con medicamento pone en riesgo y en peligro los tratamientos, en particular de los pacientes con enfermedades crónico-degenerativas.

Es un tema que no se puede regatear, yo espero que esta situación se solvente pronto, porque la vida de las personas depende de este apoyo que tendría que ser obligación del Estado.

A decir de los pacientes y sus familiares, con la desaparición del Seguro Popular la atención ha dejado de ser integral, accesible y de calidad. Señalar que de un día para otro han dejado de atender enfermedades crónico-degenerativas, como el cáncer.

En la lucha contra el cáncer infantil es determinante la construcción de clínicas especializadas, nuevos proyectos de investigación y la ampliación en el número de oncólogos pediatras en los centros hospitalarios, pero, principalmente, agilizar los mecanismos de adquisición, distribución y dotación de medicamentos, así como desarrollar las quimios y las terapias que se requieran.

Con la vida no se juega, por ellos es importante que el Instituto de Salud para el Bienestar cumpla con su función más elemental que es cuidar la salud de los mexicanos; ante esta situación como legisladora seguiré luchando para que está situación se corrija, ya que es urgente.

El cáncer infantil es una de las enfermedades más terribles que afecta de manera muy considerable la salud de quienes la padecen. No sólo eso, las familias cercanas a quienes sufren la enfermedad, también ven mermada la situación económica, social y emocional.

Para una familia de escasos recursos es imposible solventar el tratamiento para el cáncer; el costo es tan alto que inclusive quienes cuentan gastos médicos mayores pagados por ellos mismos en ocasiones ni así alcanza.

Por ello los pacientes que dependen de la atención de los servicios de salud del Estado, al no contar con ello acaban con su patrimonio, con el de la familia y el de los parientes cercanos.

Para poner en perspectiva este asunto, basta señalar que en México el cáncer infantil es la primera causa de muerte entre niños de 5 años a 14. Existe una prevalencia anual de 23 mil casos de cáncer infantil. Escúchese bien: 23 mil casos de cáncer infantil, y cada año aumenta 5 mil el número de diagnosticados por esta enfermedad.

Pese a que el cáncer representa una de las principales causas de muerte, se han documentado una serie de irregularidades entre las que se encuentra el desabasto de medicamentos y la falta de material en quimioterapias, radioterapias, panorama que pone en riesgo la salud de las niñas y los niños de México. Sobre todo, los adolescentes, están padeciendo en nuestro país y en diferentes estados de la República Mexicana. No contar con medicamento pone en riesgo y en peligro los tratamientos, en particular de los pacientes con enfermedades crónico-degenerativas.

Es un tema que no se puede regatear, yo espero que esta situación se solvente pronto, porque la vida de las personas depende de este apoyo que tendría que ser obligación del Estado.

A decir de los pacientes y sus familiares, con la desaparición del Seguro Popular la atención ha dejado de ser integral, accesible y de calidad. Señalar que de un día para otro han dejado de atender enfermedades crónico-degenerativas, como el cáncer.

En la lucha contra el cáncer infantil es determinante la construcción de clínicas especializadas, nuevos proyectos de investigación y la ampliación en el número de oncólogos pediatras en los centros hospitalarios, pero, principalmente, agilizar los mecanismos de adquisición, distribución y dotación de medicamentos, así como desarrollar las quimios y las terapias que se requieran.

Con la vida no se juega, por ellos es importante que el Instituto de Salud para el Bienestar cumpla con su función más elemental que es cuidar la salud de los mexicanos; ante esta situación como legisladora seguiré luchando para que está situación se corrija, ya que es urgente.

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