DIOS CRISTO JESÚS, se nos manifiesta en Colosenses 2:13 de la Biblia como sigue: “A vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, Dios os dio vida juntamente con Cristo, perdonándoos todos los pecados”.
Lo anterior significa que Dios Cristo puede ser nuestro Regalo de Vida Divina Espiritual, para alcanzar la eternidad gozosa y feliz en el Cielo, si conforme a Apocalipsis 3:20, abrimos nuestro corazón espiritual, para dejar entrar a Jesús, arrepentidos de nuestros pecados, recibiéndolo como único Salvador personal, según Juan 3:16
Por lo tanto, Cristo como Regalo Divino de Vida Eterna, llama a la puerta espiritual nuestra, para creer que El nos Salva y Perdona toda maldad y nos da la Vida que nunca termina, porque para ello Jesús, vino del Cielo a este mundo, para quitarnos la incircuncisión pecaminosa, mediante su Vida Espiritual que nos regala.
En efecto, Cristo, para cumplir toda profecía, viene a este mundo con un Cuerpo Humano similar al nuestro, pero hecho por Dios Espíritu Santo, para salvarnos del castigo eterno, porque sólo Cristo ocupa nuestro lugar, para vencer la eternidad que como pecadores nos correspondía condenados por siempre en el castigo del infierno. Y así Jesús vino a sufrir realmente en su Cuerpo Bendito ese castigo nuestro eterno.
En consecuencia, si así lo queremos, nada ni nadie nos puede impedir acudir ante Jesús arrepentidos de nuestros pecados, para manifestarle que, creemos que sólo El nos puede Salvar, para no entrar por la puerta ancha del infierno, sino para que nos introduzca a su Cielo Divino por la Puerta Angosta que El mismo constituye, según Mateo 7:13: “¡Porque por Gracia (que es Amor Perfecto de Dios) sois salvos por medio de la Fe (en Cristo); y esto no de vosotros, pues es Don (un Regalo) de Dios; no por obras (que como seres humanos pudiésemos hacer), para que nadie se gloríe!” (Efesios 2:8-9).
Estimado Lector: Cristo quiere darte su Regalo de Vida Eterna para que tengas con El todo Gozo y Felicidad en su Cielo Divino, con sólo decirle con decisión, valentía y reflexión:
“Mi Señor Dios Cristo, ¡SÁLVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname y límpiame con tu sangre divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Unico, Suficiente y Perfecto Salvador personal”.
Dios los bendiga y si El permite continuaremos el viernes siguiente. Teléfono: 44-48-15-39-73.